El rastro abre sus puertas los miércoles y los domingos

Los vendedores del Rastro comienzan a ver la luz al final del túnel. Después de varios meses de parón, donde ninguno de ellos ha podido hacer caja, este domingo se ha producido la reapertura. Los comerciantes estaban esperando este momento, y se han llevado una grata sorpresa al comprobar que, aun siendo una mañana nubosa y algo fría para ser junio, la gente ha respondido.

Es cierto que los aforos y los puestos se han limitado notablemente, pero hay optimismo entre los vendedores. Así lo ha asegurado Ester Jiménez, presidenta de los comerciantes del mercado ambulante, que destacaba también la gran acogida de los compradores. Estos meses han sido dificultosos para los comerciantes, porque viven “de lo que ganan cada día”.

Jiménez se ha mostrado ilusionada por salir adelante, recuperar el 100% de los puestos y “volver a la normalidad”. Así es como se recuperarán definitivamente, porque de momento solo han acudido la mitad de los puestos de venta ambulante. Además, los de productos de segunda mano no han acudido y han dejado su sitio. Por lo tanto, a pesar de este comienzo y su buena acogida, necesitan que se dé un paso más.

La consejera Carmen Herrarte también se ha dado cita en esta reincorporación, donde ha explicado que están “con la afluencia de un domingo cualquiera”. “La respuesta ha sido maravillosa”, ha reincidido, a pesar de contar con las restricciones que prohíben abrir a más de la mitad.

El aforo se ha reducido hasta las 7.200 personas, y hay un permanente control sobre el mercado y los clientes. No está previsto que se permita una mayor cantidad de gente en las próximas semanas, por lo que estas medidas se mantendrían. A partir del lunes, ya en fase 3, se abrirá todo el mercadillo 50%.

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