Las residencias solicitan que se realicen test con frecuencia a los trabajadores

El retraso de un día en recibir el material obligó a modificar la planificación inicial de Sanidad
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En una nueva sesión de la Comisión de Estudio sobre la Red de Centros Asistenciales de Mayores en Aragón, el presidente de la Fundación Rey Ardid, Alfonso Vicente Barra, ha propuesto una serie de medidas destinadas a ofrecer una mejor atención a los mayores en residencias, entre las que se encuentra la realización habitual –al menos cada diez días- de pruebas a los trabajadores de los centros para detectar posibles asintomáticos.

“No digo de hacerlas todos los días, pero sí al menos un test rápido cada diez”, ha sugerido, resaltando la necesidad de llevarlo a cabo para evitar que un empleado contagiado introduzca el virus en la residencia, donde podría causar estragos. Además, el presidente de la Fundación ha solicitado modificar los ratios de personal que trabaja en las residencias, de tal manera que se garantice un servicio de calidad a los mayores. En su caso, trabajan fundamentalmente con usuarios dependientes y que requieren mucha atención.

“La media de edad de nuestros residentes es de 86 años y cada uno tiene entre tres y siete enfermedades diferentes”, ha cuantificado Vicente, recordando que estas personas “tienen muchas necesidades” y que el ratio de personal actual “no sirve”. “Hay que cambiarlo si queremos prestar un buen servicio, algunas residencias doblan el ratio exigido, lo que se traduce en la explotación de los trabajadores”, ha aseverado.

Actualmente, la Fundación gestiona 16 residencias en Aragón, que serán 18 antes de que acabe el año tras incorporar las de Burgo de Ebro y Calamocha. Cinco de ellas están en zonas urbanas y las restantes en el medio rural, que se reparten a partes iguales las aproximadamente 1.300 plazas que gestiona la entidad. Solo hay médico propio en cuatro de esas residencias y ocho centros cuentan con personal de enfermería.

Sin embargo, Vicente ha destacado que la existencia o no de personal “no es determinante” a la hora de contener o detectar los brotes del virus, ya que la residencia más afectada en la primera oleada contaba con médico y enfermeras. “La clave es la colaboración estrechísima con el Salud, y debemos ir a otro modelo de atención: maximizar las medidas de prevención y unificar los protocolos”, ha subrayado Vicente.

“En la segunda oleada hemos tenido ocho o nueve residencias sin ningún caso y en las demás uno o dos, menos en otra que hemos tenido 120 y distorsiona todos los datos”, ha expuesto Vicente, lamentando que en este centro “había médico, pero una mala estructura”. En este sentido, ha destacado la importancia de habilitar convenientemente espacios para aislar positivos, a la par que ha vinculado la localización del centro a los posibles contagios: “si en esa zona sanitaria hay muchos casos y hay transmisión comunitaria, el virus entra en la residencia”, ha lamentado.

Ozanam pide mayor atención para los no dependientes

No obstante, el subdirector de la Fundación Federico Ozanam, José María Lamana, ha rechazado la creación de un modelo universal de cuidados, apostando por “abrir el abanico de respuestas para dar a cada persona la atención que necesita en cada momento”. Además, ha expresado su preocupación por las personas no dependientes, “los grandes olvidados de la situación”. “Es una parte importante de los usuarios de residencias y las ayudas de las que disponen suponen un máximo de 188 euros por persona”, ha señalado.

En este sentido, Lamana ha solicitado impulsar medidas orientadas a que estos mayores puedan mantener el contacto social con la comunidad y evitar el aislamiento, tratando de que “en la medida de lo posible, sigan siendo miembros activos de la sociedad”. Otra de las iniciativas propuestas es la creación de pisos tutelados con servicios comunes, un plan concebido a largo plazo y que, según el subdirector, “es complicado” ya que excede la duración de una legislatura.

Rey Ardid trabaja en un estudio sobre aerosoles

El presidente de la Fundación Rey Ardid ha adelantado que la entidad se encuentra trabajando, en colaboración con la Escuela de Ingenieros, en un estudio sobre la transmisión del virus por aerosoles. “Ya estamos midiendo el CO2 para saber cómo está el aire y nos estamos llevando alguna sorpresa”, ha expresado. Además, ha avanzado que ya han encargado aparatos que limpian el aire, algo que “se puede hacer” ya que “son baratos”. “Es una línea que hay que potenciar, siguiendo las indicaciones”, ha concluido.