El Pirineo achaca la baja ocupación al escaso margen de reacción ante el desconfinamiento provincial

Los hosteleros muestran confianza ante una Semana Santa para la que aumentan las reservas
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Los hosteleros del Pirineo señalan como una de las causas de la baja ocupación que han tenido este fin de semana al escaso margen de tiempo que ha tenido la sociedad aragonesa desde que se anunciaron las aperturas provinciales (el pasado miércoles) hasta los días festivos. “Con tan poco tiempo, la gente ya había hecho sus planes para el fin de semana y no los iban a cambiar”, lamentan.

Los empresarios del Pirineo aragonés coinciden en que la ocupación de este fin de semana no ha cumplido con las expectativas creadas cuando el presidente aragonés, Javier Lambán, anunció las nuevas medidas. “La ocupación subió en parte, pero tampoco lo que se escuchaba por ahí antes de que llegase el fin de semana”, manifestaba el director comercial de la Asociación de Empresarios de Comercios y Servicios de la Jacetania (Acomseja), Alejandro Carbonell.

Según explicaba, a algunos hoteles de Jaca “no les daba tiempo a abrir” porque antes tenían que realizar algunos trámites como sacar a sus trabajadores de los ERTE. No obstante, Carbonell ha valorado que posiblemente tampoco les saliese rentable abrir en caso de hacerlo puesto que, ha dicho, el porcentaje de ocupación de estos hoteles con personas procedentes de Aragón es, en las mismas fechas de otros años, alrededor del 15%. En los establecimientos que sí abrieron se registró un repunte en las reservas, “pero no la avalancha que se preveía”, ha apuntado.

Por su parte, la portavoz de SOS Pirineos, Ainhoa Lozano, es también la propietaria de Casa Arcas, un hotel ubicado en la localidad de Villanova, a menos de diez kilómetros de Benasque. Allí, la ocupación hotelera “ha sido cero” y la de los restaurantes ha sido total, teniendo en cuenta que el aforo máximo permitido es del 30%, una apreciación que también ha hecho Carbonell.

“Hablando con otros compañeros del sector, coincidíamos en que esperábamos más movimiento”, lamentaba Lozano, opinando que a mucha gente de Huesca le habrá echado para atrás el miedo a la masificación a la hora de subir al Pirineo. En su caso, otra de las causas de la baja afluencia de visitantes ha sido que la estación de esquí de la zona, Cerler, está cerrada. “Eso nos perjudica porque no somos un destino tan atractivo como puede serlo Astún, que sí que tiene las pistas abiertas”, explicaba.

Confianza en una Semana Santa para la que aumentan las reservas

Ambos han coincidido en señalar que las previsiones para el próximo fin de semana, a pesar de que la gente tenga más tiempo para planificar, no son mucho mejores. Sí lo son, en cambio, para la Semana Santa. Quedan dos semanas para este puente festivo y los hosteleros se muestran esperanzados ante el aumento de las reservas que han recibido. “Parece que se está empezando a mover un poco la cosa”, señalaba Carbonell.

“Algo de movimiento sí que esperamos para este fin de semana, pero es cierto que la economía está resentida y, si la gente decide salir de su ciudad, van a esperar unos días y en lugar de pasar fuera este fin de semana, pasarán los tres o cuatro días de la Semana”, adelantaba Lozano.