Aragón quiere vacunar a 350.000 personas con la cuarta dosis frente a la Covid este otoño

Los usuarios de las residencias son el objetivo prioritario | Foto: Laura Trives
photo_camera Los usuarios de las residencias son el objetivo prioritario | Foto: Laura Trives

La cuarta dosis frente a la Covid ya ha llegado a Aragón. Lo ha hecho de la mano de la vacuna contra la gripe, que se inoculará de forma conjunta. 350.000 aragoneses están llamados a recibirla, un grupo que abarca las residencias, los mayores de 80 años; a partir del 10 de octubre, el personal sociosanitario y otros casos vulnerables.

En la residencia Elías Martínez de Torrero-La Paz, donde ha arrancado la campaña de vacunación, 25 mayores esperaban a recibir la nueva dosis. Marina, de 78 años, y Manolo, de 87, han sido los primeros. Ella cuenta que las anteriores vacunas contra la Covid no le han producido reacción, no así la de la gripe. Además, reconoce que pasó la enfermedad. “Hay que ponérsela”, tiene claro él, que no la ha sufrido.

La vacuna conjunta, ha dicho Repollés, busca proteger a estas personas, las más vulnerables, de un factor de riesgo como es contraer ambas al mismo tiempo. No solo están citados los residentes, también los cerca de 6.000 trabajadores a su cargo a lo largo de los 280 centros de la Comunidad. Con casi “cuatro millones de inversión”, las previsiones apuntan a que se alcanzará el 75% de inoculación conjunta del año pasado, como ha indicado la consejera.

BROTO SE REMITE A SANIDAD PARA RETIRAR LAS MASCARILLAS DE LAS RESIDENCIAS

El uso de la mascarilla en las residencias continuará hasta que el Ministerio de Sanidad recomiende lo contrario. Es el mensaje que ha trasladado la consejera de Ciudadanía y Servicios Sociales, María Victoria Broto, a pregunta de los periodistas. Si bien los residentes ya no la llevan, algo ha celebrado, los visitantes y el personal sanitario debe seguir llevándola.

Es una forma de mantener la “prudencia” respecto a la enfermedad, aunque Broto ha valorado que ya está “normalizada”, en parte gracias a la vacunación. “Todo en la vida tiene una cara y una cruz. Ya la hemos vivido, y la cara ha sido precisamente la ciencia, para que en tiempo récord pudiéramos tener una vacuna que nos libre de esta grave enfermedad”, ha declarado.

Lejos queda, ha recordado, el 31 de diciembre de 2020 en el que comenzaron los pinchazos. Y poco tiene que ver la imagen, más cercana a la normalidad sin mascarillas y recuperando la vida comunitaria que imposibilitaba el virus.