Un caso que tuvo lugar en Aragón y que puede sentar un precedente. El Tribunal Constitucional ha avalado este martes la decisión de vacunar frente a la Covid a una menor de la Comunidad, de 11 años, en contra de la postura de su madre. La sentencia, firmada por la vicepresidenta Inmaculada Montalbán, concluye que, “si bien la vacunación afecta directamente al derecho de integridad” de la niña, las decisiones judiciales fueron dictadas “con pleno respeto a las garantías exigidas por el propio Tribunal” ante la inoculación de la dosis.
El caso arrancó con la denuncia de la madre, quien consideraba que la vacuna se encontraba en una fase experimental temprana “y podía generar efectos adversos graves”, de acuerdo al texto. Fue a petición del padre, quien sí estaba a favor, por lo que la Justicia autorizó el pinchazo apoyándose en distintos informes de las agencias europea y española del medicamento, el Consejo Interterritorial de Salud y la Asociación Española de Pediatría, entre otros.
Ahora, la sentencia explica también que para regular el consentimiento existe la posibilidad de que sea dado “por quienes representan a la persona menor de edad que carezca de capacidad intelectual o emocional para comprender el alcance de la intervención”. De vuelta al caso aragonés, los dos padres asumieron desde el comienzo que su hija no disponía de esa “madurez” y por tanto les correspondía tomar la decisión, algo en lo que coinciden con el Tribunal Constitucional.
Así pues, el Pleno de la institución avala que se siguieron las directrices correctas “de los organismos oficiales autorizados” en materia de vigilancia sanitaria, dentro de la lucha contra la pandemia.