Como ser un patriota y no morir en el intento

En las últimas semanas dos grandes del cine que hicieron las delicias de los cinefilos en las décadas de los ochenta y noventa, han vuelto a las salas para demostrar que todavía se encuentran en plena forma y con ganas de dar guerra. Un Paul Verhoeven cañero despertaba la polémica con su extraordinaria “Elle” dividiendo a cinefilos decepcionados y fascinados por partes iguales con este caramelo explosivo protagonizado por una venenosa Isabelle Huppert. Y un Oliver Stone algo más calmado pero no por ello igual de combativo se atreve a narrar unos hechos de la historia reciente de Estados Unidos ya llevados a la pantalla y con gran éxito crítico y artístico en forma de documental.

Mucho criticamos a los estadounidenses por su bajo nivel cultural, por mirarse el ombligo ignorando al resto del mundo. Pero aparte de comernos con patatas todo el cine que llega de allí ignorando el nuestro propio ( algo que afortunadamente está empezando a cambiar tímidamente), también nos han enseñado lecciones que aquí no aplicamos. Se puede ser critico con tu partido político, como Colin Powell que ha manifestado que votará a Hilary Clinton en vez de Donald Trump ( en España es poco probable que alguien de fuera o dentro del PP cuestione a su líder). Y también se puede ser de izquierdas y amar a tu país. Oliver Stone luchó en la guerra del Vietnam, ha cuestionado las políticas de su país, sus políticos, su historia reciente, pero sin dejar de manifestar su respeto hacia su tierra y sus conciudadanos.

Aunque al igual que en Citizen four, el documental de Laura Poitras ganador del Oscar, el punto de partida del film son las declaraciones que Edward Snowden hizo a Luke Harding, reportero de The Guardian, en un hotel de Hongkones en 2013, en su último trabajo Stone se apoya también en el libro escrito por Anatoly Kucherena, abogado ruso de Snowden, para enriquecer los hechos de Hong Kong con el relato de los acontecimientos que le llevaron a denunciar los abusos del gobierno norteamericano. Asi vemos evolucionar a Snowden de patriota republicano, aspirante a defender a su país en las contiendas bélicas generadas por el 11S, a espectador, participe y denunciante del programa secreto de vigilancia mundial de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional).

No voy a ser yo quien ensalce el documental de Poitras frente al film de Stone. Lo puede ver con un subtitulado pésimo y eso impidió que lo entendiera correctamente. Eso me ha permitido disfrutar mas del trabajo de Stone, que compone una película entretenida y didáctica al mismo tiempo. Es cierto que ha perdido el brío del pasado, esa furia de montaje que le permitió perpetrar obras maestras como “JFK”, esa histeria de trabajos como “Nacido el 4 de julio” o “Asesinos natos” que parecían ejecutados bajo el influjo de alguna sustancia ilegal. Es un Stone mas calmado, más irregular, pero igual de reivindicativo.

Stone explica con claridad y convicción el proceso que llevó al analista a tomar esa importancia decisión. Una persona segura de sus convicciones, con un cerebro privilegiado que la CIA no podía dejar escapar. Joseph Gordon Levitt lo interpreta con convicción. Estaría mas cerca del Kevin Costner de JFK que del resto de los personajes de la filmografia de Stone, que siempre parecen estar al límite. Y de una manera clara para el espectador nos enteramos de los movimientos del gobierno americano para controlar, primero los pasos de los posibles elementos terroristas que puedan atacar su país, para luego extender la amenaza a los propios estadounidenses y llegar al resto de los ciudadanos del mundo. De una manera tan simple como investigar si alguien ha leído un mensaje de nuestro whastup. Lo cual le da un matiz escalofriante al hecho de que estemos tan controlados. De esta manera se añaden al film elementos propios del Thriller que se acrecientan en la parte final.

Como suele suceder en los films de Stone, el plantel artístico es de primera. Shailene Wooley, una de las mejores actrices emergentes de los últimos años, encarna a la novia de Snowden, activista en el film y en la vida real, un buen reclamo para el publico joven. Zachary Quinto, Melissa leo y Tom Wilkinson encarnan a los periodistas que acompañaron a Snowden en la grabación del documental en el hotel de Hong Kong. Un irreconocible y perturbador Rhys Ifans junto a un Nicolas Cage, por fin alejado de sus films alimenticios, encarnan a los mentores de Snowden, cada uno ubicado en una perspectiva distinta de la estrategia que estaba desarrollando el gobierno americano.

Snowden es un buen complemento a “Citizen Four” que seguramente llegará a más público que este documental. Recupera a Stone para la gran pantalla en un tono más calmado pero igualmente reivindicativo. Y nosotros como publico somos plenamente advertidos de lo que tenemos encima.

Texto: Luis Arrechea.

LO MEJOR: La descripción clara y sencilla del modo en el que TODOS estamos controlados. Las escenas en las que el personaje de Ifans descubre el potencial de Snowden.

LO PEOR: Que en el fondo la sociedad en su mayoría permanezca apática ante estos temas. Nos da igual que nos espíen o nos roben.

VALORACIÓN:

Banda Sonora: 6

Fotografía: 7,5

Interpretación: 8

Dirección: 7,5

Guión: 7,5

Satisfacción: 7

Nota Final: 7,25