Los Trolls son unos divertidos y multicolores seres cuya vida gira en torno a la felicidad en sus múltiples formas: el baile, las fiestas, el cariño y la amistad que entre ellos se profesan. Viven en una especie de Paraiso en un bosque tan multicolor e idílico, protegidos de sus crueles enemigos: los Bergens, una especie de horribles gigantes sin alma, cuyas vidas están invadidas por la tristeza, la crueldad y la envidia hacia los Trolls. Tanto es así que creen que sólo pueden ser felices devorando a estos optimistas seres.

Cuando los amigos de la princesa troll Poppy: Cooper, Creek, Biggie… son capturados una malvada Chef Berger, ella y su acompañante: Branch, un refunfuñón troll que no quiere cantar ni divertirse emprenderán un arriesgado viaje para rescatarlos. Al llegar a la ciudad de los Bergens, gobernado por el rey Gristle II, encontrarán la ayuda de una inesperada aliada: Bridget, la criada del rey.

Estupenda propuesta de animación musical de Dreamworks Animation codirigida por Mike Mitchell , (Shrek, felices para siempre) y Walt Dohrn (Bob Esponja) y que fue realizada íntegramente en formato digital y por computadora. Por otra parte, estos simpáticos trolls tienen su origen en unos muñecos tallados en madera por un leñador danés llamado Thomas Dam, que fundó debido al éxito de su creación una empresa de distribución de estos muñecos para niños llamada: “Dam Things from Denmark”.

El guión de la película es obra de Jonathan Aibel y Glenn Berger sobre una historia de Erica Rivinoja. El argumento posee reminiscencias de diferentes series de animación como Los Pitufos o incluso Fraguel Rock, pero adaptándolo a la actualidad y con un derroche de imaginación en la creación de los personajes, diseñados mediante una combinación de texturas y colores que harán las delicias de los niños. Mas como en toda película de calidad, no falta la profundidad y el contenido. En ese sentido, Trolls nos muestra los inconvenientes de entender la vida de forma demasiado idealista y despreocupada, todo ello sin perder nunca el buen humor y la sonrisa. Los valores optimistas que transmite están fundados en la necesidad de lograr una armonía vital con los que son diferentes a nosotros, también situando al amor, el cariño y la amistad como sentimientos imprescindibles para alcanzar la felicidad.

No está demás presentar este tipo de propuestas en la actualidad, ya que a mi modo de ver el ser humano es cada vez más Bergen, cree que es más feliz cuando peor le vaya al otro. Por otra parte el planteamiento se hace más previsible hacia el final de la película y se cae (inevitablemente) en la ingenuidad y el buenismo, aunque resuelto de una forma más o menos solvente.

No quiero olvidarme del trabajo de la puesta en escena, con la magnífica, brillante y dinámica fotografía de Yong Duk Jhun , la estupenda edición de Nick Fletcher que combina todo tipo de texturas que recuerdan diseños artesanales, todo ello perfectamente conjuntado con la magnífica, imaginativa y minuciosa dirección artística de Timothy Lamby con una estupenda selección musical entre las que destacan temas como Can´t stop the feeling de Justin Timberlake; The sound of Silence de Simon and Garfunkel interpretada por Anna Kendrick; Hello de Lionel Richie, interpretada por – Zooey Deschanel; True Colors de Cyndi Lauper interpretada por Anna Kendrick and Justin Timberlake o la magnífica y discotequera: . September de Earth, Wind & Fire.
En definitiva, una auténtica inyección de alegría y de vitalismo para todos aquellos que vayan a verla al cine. Sin duda para no perdérsela.

Texto: Juan Murillo.

LO MEJOR: la capacidad de la película para transmitir optimismo y vitalidad de forma dinámica y sincera
LO PEOR: un excesiva carga de buenismo e ingenuidad, incluso tratándose de una película dirigida sobre todo a niños.

VALORACIÓN:
Fotografía: 10
Banda sonora: 10
Interpretación: 7
Guión: 7
Dirección: 8
Satisfacción: 9
NOTA FINAL: 8,5

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