Todo pasa por algo, o no...

Pocas veces el título le viene tan bien a una historia, pocas, casi nunca se le puede llamar al espectador semejante epíteto tan a la cara y que además, paguemos por hacerlo. Sí, han acertado vds. queridos lectores. He sido víctima de una infame forma de tratar al espectador, con una historia plana, previsible, sin chispa, sin gracia, vamos, una película que por mucho que intente defender el cine patrio, me lo ponen muy difícil. Imposible con estos mimbres. Cuando en una reunión de amigos no relacionados directamente con nuestro mundillo propones que alguien vea alguna de las joyas con las que nos regala últimamente nuestras productoras y te espetan ¿Española?, con esa cara propia que todos imaginamos…Pues si encima les obligas a entrar a ver este pastel, (y no es de Pera con Lavanda, que ya les gustaría), ya no hay invitación a cerveza que palie el daño hecho. En fin, a mirar mejor la próxima vez.

Sara (Verónica Echegui) es una joven madrileña un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos, a ella le gusta planificar y que todo salga perfecto. Cansada de su vida, decide embarcarse en la aventura de convertirse en plumista. Abre una tienda y comienza a elaborar curiosos y exóticos tocados y complementos a base de plumas.

Pero su vida se vuelve un caos cuando, en la misma semana, llegan para quedarse en su piso su padre deprimido y recién separado, su novio al que hace un año que no ve, y su hermana rebelde con su excéntrico prometido Aarón, que fue su amor del instituto. ¿Qué ha hecho mal Sara para que el karma le devuelva todo esto?

Dirigida por María Ripoll (Ahora o nunca, Tortilla Soup), esta comedia romántica es una adaptación de la novela No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas de Laura Norton, con guión de Carlos Montero (Combustión, El comisario) y Breixo Corral (Anacleto. Agente Secreto, Tres bodas de más). El reparto está formado por los actores Verónica Echegui (La gran familia española), Álex García (Kiki, el amor se hace), David Verdaguer (100 metros) y Alba Galocha (El hombre de las mil caras).

Intenta, y en mi opinión no consigue, explicar algo de lo que estoy convencido desde hace mucho tiempo, todo pasa por algo, nuestra relación con el Universo y con cada uno de los mortales que nos movemos a diario condicionan el devenir de nuestras vidas, cualquier simple decisión, cualquier palabra dicha de una u otra forma, hace girar nuestro mundo. Pero ni de coña llega a ser tan profunda, con unos diálogos de patio de Insti, ni de lejos se acerca a conseguir expresar mínimamente un concepto en el que mucha gente cree y otros, simplemente, creen que son gilipolleces.

Texto: Fran Camacho.

Lo mejor: Buffffff, que compromiso. Para convencidos de la comedia ¿? Romántica, para románticos convencidos y para los hacedores de milagros que saben leerlas señales del destino.

Lo peor: Simpleza argumental, plana y que no consigue que no entres en la historia,

VALORACIÓN:

Fotografía: 6

Banda Sonora: 4

Interpretación: 4

Dirección: 4

Guión: 2

Satisfacción: 2

NOTA FINAL: 3,7