Sacar algo positivo de cualquier situación negativa es una premisa básica que algunas personas nos ponemos como objetivo, nuestro leit motiv, el impulso que nos lleva a bajar de la cama a diario dada la basta experiencia en situaciones negativas que hemos ido acumulando a lo largo de, en mi caso, dilatada trayectoria de don nadie.

Howard Inlet (Will Smith) es un brillante y exitoso ejecutivo de publicidad de Nueva York. Su vida cambia drásticamente cuando una tragedia personal le golpea con fuerza, haciendo que se suma en una profunda espiral de depresión. Aunque sus compañeros más cercanos harán lo posible para lograr que se anime y salga de su letargo, no será tarea fácil. Por ello pondrán en marcha un plan poco convencional, que obligará a Howard a afrontar su sufrimiento de una manera sorprendente y profundamente humana. Pero este plan también traerá consigo resultados imprevistos.

David Frankel (Si de verdad quieres…, El diablo viste de Prada) dirige este drama con guión de Allan Loeb (Peligrosamente infiltrada, Un pequeño cambio), que está protagonizado por Will Smith (Escuadrón Suicida, La verdad duele, El Príncipe de Bel-Air, En busca de la felicidad). Completan el reparto los actores Keira Knightley (The Imitation Game (Descifrando Enigma, Saga Piratas del Caribe,Un método peligroso), Kate Winslet (Steve Jobs, La serie Divergente: Insurgente, Titanic), Edward Norton (Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia), El gran hotel Budapest, American History X), Naomie Harris (Spectre, Mandela: Del mito al hombre), Michael Peña (Marte (The Martian), Ant-Man) y Helen Mirren (Espías desde el cielo, Trumbo: La lista negra de Hollywood, Red, The Queen).

Afrontar un hecho luctuoso para que el que nunca estamos preparados marca un devenir en la vida de cualquier persona, arrancar el dolor o como intentar superarlo es una constante y cuando se entra en barrena, ya no hay nada que mitigue nuestro dolor, que calme nuestra ansia, nuestro vacío. Esa sensación tiene Howard, ya no tiene nada que perder, nada por lo que luchar, nada por lo que vivir, nada por lo que soñar, NADA, y aunque con poca fortuna porque podrían haber sacado mucho más jugo a una historia en la que todos vemos o conocemos situaciones cotidianas más o menos cercanas de nuestro entorno que se han resuelto de forma dispar.

De forma fallida intentan mostrarnos que la vida continúa, que hay siempre algo a lo que agarrarse, algo por lo que luchar y que cada uno de los amigos se ha aferrado a algo para paliar esos vacíos que se tienen en el alma, no por falta de felicidad, no por falta de vitalidad, tan solo por la suma de las decisiones que han ido tomando en su vida. Y hay una Belleza Colateral (título original, bastante más acertado) en cada una de esas situaciones y personas que nos pueden ayudar a superarlas, aunque el hueco en el alma ya no tiene solución. Por momentos llega a hacerme coger un nudo en el estómago por situaciones en las que veo cierta correlación con algunas vividas, aunque afortunadamente muy alejadas de mí.

Texto: Francisco Camacho.

Lo mejor: El intento de hacernos ver la posibilidad que nos da la vida de poder superar un trance negativo y las cascadas de fichas de dominó, toda una metáfora.

Lo peor: que no lo consigue y queda en una reflexión sobre la vida y sus posibles finales.

VALORACIÓN:

Fotografía: 7

Banda Sonora: 6

Interpretación: 5

Dirección: 6

Guión: 5

Satisfacción: 5

NOTA FINAL: 5,75

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