La esperanza de vida de los españoles se ha duplicado en apenas cuatro generaciones. Entre 1910 y 2009 la ganancia de un recién nacido ha sido de más de 40 años respecto a la expectativa que tenía su bisabuelo cuando era un bebé*. Estos 40 años son el doble de la vida media de una persona hace un siglo. Datos que bien se pueden extrapolar con pequeñas variaciones a cualquier país del denominado ‘Primer mundo’. Esta estupenda noticia ha provocado no sólo que las farmaceúticas se forren a vender Sintrom sino que en los últimos años haya proliferado una especia de sub género donde, las otrora grandes estrellas del cine, tienen su pequeño nicho laboral donde enarbolarse la bandera del ‘todavía podemos’ . Un canto a la esperanza y que anima a permanecerse activo a pesar de los muchos años que puedan llevar en la mochila.
‘Un golpe con estilo‘ se trata de un remake -no pensarían que iba a ser original ¿no?- de la película homónima ‘Going in style’ de 1979, ópera prima del gran Martin Brest (‘Superdetective en Hollywood’, ‘Esencia de mujer’ o ‘¿Conoces a Joe Black?’) y protagonizada por George Burns, Art Carney y Lee Strasberg. Para la versión actual, New Line Cinema y Warner Bros, contaron con la presencia de tres intérpretes de nivel como son Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin, conformando ellos mismo suficiente aliciente para, aún sabiendo que no derribará los límites de la historia del cine, supondrá un ameno y ligero entretenimiento primaveral para todo aquel que se quiera animar a verla. Así pues, ‘Un golpe con estilo‘ es una feel-good movie que persigue la fórmula de películas como ‘Red’, ‘Atraco’ o ‘Plan en Las Vegas’ en cuanto a la esencia de personas jubiladas que quieres hacer o resolver algo sin tener en cuenta la edad, es decir una película ligera y bien intencionada donde los espectadores disfrutaremos de una sonrisa sin dejar de lado una liviana mala baba hacia temas de mayor calado.
Joe (Caine), Willie (Freeman) y Alfred (Arkin) son tres jubilados que disfrutan de largas mañanas en el parque, partidas de petanca del club de jubilados y reuniones de viejas glorias. Mientras uno hace de abuelo y padre para su nieta, otro se compadece de no tener cerca a la suya mientras lleva en secreto su enfermedad. Por otro lado, el tercer miembro del trío sufre el ‘acoso’ de una vecina ligona. Tres viejas glorias que se compadecen de sí mismo y recuerdan tiempos pretéritos mientras su pensión de jubilación le es congelada por problemas de la empresa pagadora. Esa situación hace de enzima catalizadora para la propuesta de uno de ellos: atracar una oficina bancaria. La película evidencia un tono de imposibles con demasiada amabilidad, algo que enseguida se comprende y se perdona mientras se disfruta de la presencia de tres actores de gran nivel autoparodiandose y demostrando que aún pueden dar mucha guerra. A la estelar tripleta protagonista, el actor y ahora director Zach Braff (‘Algo en común’ u ‘Ojalá estuviera aquí’) les secunda con Matt Dillon, Ann-Margret, la joven Joey King, John Ortiz y el genuino Christopher Lloyd.
Remake aseado y eficiente con el que se empatiza y al que se perdona la brocha gorda. Film poseedor de una banda sonora pegadiza a cargo de Robert Simonsen (‘Foxcatcher’ o ‘Nerve’) que recuerda las melodías típicas de comedias que confecciona el bueno de Theodore Saphiro.
Texto: Alfonso Asín.
Lo mejor: La secuencia del teléfono entre el trío protagonista. El susto del desenlace. Ver a Christopher Lloyd.
Lo peor: Que los protagonistas sean tan mayores. Matt Dillon.
VALORACIÓN:
Banda sonora: 6,5
Fotografía: 5
Interpretación: 6,5
Guion: 5
Dirección: 5
Satisfacción: 6,5
NOTA FINAL: 5,75