Cine amable

Uno de los calificativos tópicos que más me gustan a la hora de valorar un film es el de amable. Lo usa mucha gente para decir que una película entretiene pero que no va a pasar a la historia. Son medianías que por su rollo buenista (otro tópico más moderno) gozan de más respuesta por parte de un público ansioso por evadirse de la realidad con un par de sonrisas y un discreto llorico (que a nadie se le olvide que soy maño, por favor).

“Mañana empieza todo” es una de estas películas. Remake de un exitazo mejicano titulado “No se admiten devoluciones”, nos cuenta la historia de Samuel, un playboy que vive en la costa francesa trabajando de guía en un barco y corriéndose juergas nocturnas. Ahí vinieron mis primeras lágrimas. De envidia. Todo el día al sol y tomando gin tonics. En fin, centrémonos. Una vez presentado el personaje principal, Hugo Gelin, director de la película que contaba en su haber con dos trabajos apenas conocidos fuera de su Francia natal (“Como hermanos” ganó en 2013 el Cesar a la mejor opera prima del año) presenta el primer giro de guión, mil veces visto, que conduce a la película en dirección a “Tres solteros y un biberón”. Alguna sonrisa, nada nuevo, pero un tramo de la película entretenido gracias fundamentalmente al carisma de un Omar Sy, cómico francés que con “Intocable” se dio a conocer internacionalmente y que viene repitiendo personaje desde entonces corriendo el riesgo de convertirse en el Will Smith europeo, como muy acertadamente comenta José Antonio Alarcón en nuestro blog hermano “Séptimo escenario”. Aquí vienen más lágrimas. La emoción de recordar las copas y las conversaciones compartidas con Jose. Incluso a veces de no recordar las conversaciones por culpa de las copas. En fin, centrémonos de nuevo. Traspasado el ecuador de la película llega el segundo giro de guión que nos lleva a un sucedáneo malo de “Kramer contra Kramer”. Aquí es cuando “Mañana empieza todo” cae estrepitosamente. Primero porque no resiste la comparación con la maravillosa película de Robert Benton. Seguramente tampoco lo pretendía, pero ya saben ustedes lo que pasa cuando a uno se le mete una idea en la cabeza. No hay forma de extirparla y menos en un corto plazo que nunca supera la duración de una película. Y segundo porque la estrella en torno a la que pivota todo este trabajo se mueve con menos comodidad a medida que se va alejando de su zona de confort que es la comedia.

Un final al uso y a casa con el recado. No entro en aspectos técnicos porque, como decía al principio, ni molestan, ni destacan. Entrar a elucubrar sobre ellos sería pretencioso.

Texto: Santi Abad.

LO MEJOR: La amabilidad.

LO PEOR: No aporta nada nuevo.

VALORACION:

Fotografía: 5,5

Banda sonora: 6

Interpretación: 6

Guión: 4

Dirección: 6

Satisfacción personal: 5,5

NOTA FINAL: 5,5