El director japonés Yoji Yamada parece querer especializarse en sus últimos trabajos en el análisis de la moderna familia urbana nipona. Hace unos años se atrevió a remakear el clásico de Yasujiro Ozu “Cuentos de Tokio” y lo hizo con buena fortuna, recogiendo en “Una familia de Tokio” la esencia de aquella. Ahora vuelve a contar con el mismo reparto e incide sobre el tema en “Maravillosa familia de Tokio”, apostando claramente por la comedia mas física para seguir hablando de esta institución. Y como no hay dos sin tres, para este año se anuncia la llegada, al menos en su país, de la secuela de este film que ahora se estrena en nuestras pantallas.
En un barrio residencial de la capital japonesa viven tres generaciones de una misma familia. Los abuelos y dos hijos, uno de ellos soltero y el otro con su mujer y dos vástagos. La tercera hija vive independizada con su marido. El patriarca esta jubilado, se dedica a jugar al golf y a beber sake, y la abuela disfruta de su recién descubierta faceta de escritora. Con motivo de su cumpleaños, pedirá a su marido un regalo que revolucionará a toda la institución familiar: que le firme un formulario de divorcio.
Esto pasa antes de los títulos de crédito. Y en este punto, nos posicionamos desde ya junto a esa alegre pero decepcionada anciana, dado que su marido se presenta como un viejo cascarrabias, egoísta, malhumorado, desagradable.. A partir de aquí veremos como esa curiosa petición repercutirá en cada uno de los miembros de la familia. Y Yamada opta por el tono de comedia ligera, acudiendo incluso en muchos momentos al slapstick, para tratar el tema.
Una vez más el tema central de esta comedia familiar es la necesidad de alimentar las relaciones cada día, de demostrar el amor y el cariño, de no dormirse en los laureles, de pensar mas en la otra persona antes que en uno mismo. No basta con trabajar y traer dinero a casa. Y a pesar de la sorpresa general ante la noticia, observaremos estas conductas arcaicas y machistas se repiten en otros miembros del clan como sucede con el hijo mayor. Solo el pequeño de la familia, a punto de independizarse, arroja cierta esperanza en cambiar los comportamientos e iniciar una nueva vida en igualdad con su pareja.
El problema, desde mi punto de vista , es que el planteamiento se queda en eso, en un mero apunte en el que no se profundiza, queda como una simple anécdota que se resuelve con una palmadita en la espalda. La mujer esta para recogerle los calcetines sucios al marido que previamente ha arrojado al suelo, a prepararle el baño, la comida, aguantar su malhumor, ser ignorada y encima darle conversación y recibirlo con una sonrisa. Decepcionante. Sin embargo, en la sociedad actual, las japonesas, han pasado de la ciega obediencia al hombre a impulsoras del cambio, y continúan su batalla por un espacio legal, político, económico y social recientemente conquistado, más allá de su papel como responsables de la transmisión de los valores tradicionales.
Respecto al tono del film, la comedia parece ser un genero apropiado para un tema así, aunque en ocasiones se opta por la comedia más física, cercana al histrionismo, y lo que para ellos puede parecer divertido, para nosotros puede resultar excesivamente infantil; caídas, subrayados musicales, situaciones alargadas. A mi me pareció soportable pero no estamos ante Blake Edwards o el primer Woody Allen. Es algo mas coyuntural a los japoneses: parece ser, y esto es un hecho cierto, que un pueblo que trabaja tantas horas al día, necesita desconectar de manera radical al salir del trabajo. Es por ello que las televisiones están llenas de programas absurdos tipo “Humor amarillo”, con un humor muy físico, chusco, poco inteligente.
Yamada ha recuperado el casting integro de “Una familia de Tokio”. Shatoshi Tsumabuki es el hijo pequeño, como él mismo dice en un momento del film, “el pegamento de la unidad familiar”, uno de los personajes mas simpáticos y “modernos” del film. Yu Aoi es su prometida, enfermera, y representante de la mujer trabajadora. Kazuko Yoshiyuki es la hasta ahora sufrida esposa del jubilado interpretado por Isao Hashizume, veterano interprete a quien pudimos ver recientemente en “Después de la tormenta”. Un reparto poco conocido para nosotros pero presente en las ultimas películas de este director.
Lo mejor de Maravillosa familia de Tokio quizás sea que posee un ritmo ágil que la hace más asequible para el publico occidental y que la comedia siempre es un buen medio para tratar cualquier tema por árido que parezca. Lo peor es que peca de infantil en algunos momentos y todo el tema planteado para mi queda en agua de borrajas. Con todo, resulta entretenida y puedes empatizar con esta familia de cuyas andanzas parece ser que seguiremos teniendo noticias.
Texto: Luis Arrechea.
Lo mejor: La reunión familiar para hablar del divorcio.
Lo peor: La resolución final al conflicto
Valoración:
Banda sonora: 5,5
Fotografía: 6
Interpretación: 6
Dirección: 6
Guion: 5,5
Satisfacción: 6
NOTA FINAL: 5,8