'El caso Sloane': Demasiada verborrea

Tuve un compañero de clase que se las daba de erudito. Empezó a fumar pronto porque tener un cigarrillo entre los dedos le hacía sentirse importante. En vez de pedir fuego se acercaba a las chicas y les pedía que le proporcionaran una pequeña brizna de la Fragua de Vulcano para incinerarse un pequeño conglomerado cilíndrico de materia oleácea, así que no se comía una rosca. Luego era un fenómeno, porque lo mismo te contaba los pormenores del mito romano que te recitaba de carrerilla Pazos, Ballester, Iborra, Canós, Lico, Llompart y te decía que era la alineación del Elche que jugó la final de la Copa del Generalísimo en 1969. Era un buen tipo. Y cuando no se le iba la pinza tratando de apabullar con su verborrea, era una buena compañía. Te divertías con él.

Viendo en el cine “El caso Sloan” sentí como si mi amigo de juventud se hubiera convertido en Jonathan Perera, guionista de la última película de John Madden y verdadero responsable de que se empleasen más de 60 minutos de metraje y cientos de páginas escritas para presentarnos a Elisabeth Sloane, una ejecutiva agresiva que decide apoyar una propuesta de ley para el control de armas en Estados Unidos. Sé que hay muchos espectadores que la han disfrutado más, incluidos algunos de mis compañeros de redacción, pero a mí me indigestó una hora de incontinencia verbal, muy alejada del Sorkin al que tantos han recordado tras el estreno, y la película me resultó tediosa.

En cualquier caso y tal y como le pasaba a mi colega, si superas ese empacho inicial hay que reconocer que la producción tiene algunos aspectos muy positivos. Para empezar una dirección más que correcta de John Madden, responsable de las dos entregas del Hotel Marigold, de “La deuda” y de “Shakespeare in love”, pero sobre todo unas extraordinarias interpretaciones encabezadas por una Jessica Chastain para la que necesitaría que mi compañero de clase me prestara adjetivos. Ella lleva el peso de toda la película con una presencia casi permanente en pantalla creando un personaje de una fuerza abrumadora. Nominada al Globo de Oro como mejor actriz dramática por este papel, dicen las malas lenguas que quedó fuera de la carrera de los Oscars por tratarse de una película maldita al criticar a los poderosos lobbys norteamericanos. Junto a ella secundarios de mucho prestigio como Mark Strong, Gugu Mbatha-Raw, John Lithgow y dos habituales de Sorkin: Alison Pill y Sam Waterston.

Pero que no les engañen. En los guiones de Sorkin la acción avanza a la misma velocidad que hablan sus personajes, mientras que en “El caso Sloan” se estanca sin que la trama evolucione y provocando que bastantes espectadores salieran con un rostro que me recordaba al de las compañeras de clase cuando les pedía fuego mi amigo.

Texto: Santi Abad.

LO MEJOR: Jessica Chastain

LO PEOR: Hablar Por hablar.

VALORACION:

Fotografía: 6

Banda Sonora: 6

Interpretaciones: 10

Guión: 5

Dirección: 6

Satisfacción personal: 5

NOTA FINAL: 6,33

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