'Señor, dame paciencia': Que alguien me deje un lanzallamas

Pocas veces un título ha sido tan acertado, máxime cuando estamos acostumbrados a que las traducciones de los títulos al castellano sean en su mayoría deficientes. Evidentemente estamos frente a una producción española por lo que los traductores están eximidos de tal labor. Como le decía estamos ante -probablemente- uno de los títulos de película más acertados de lo que llevamos de año y no precisamente por resumir la temática del film (que también) sino fundamentalmente por expresar de una manera tan acertada la sensación casi indescriptible que sentí durante su visionado. –Primera imagen de Chuck

Paciencia y mucha, es la que se necesita para soportar el último trabajo presentado por Álvaro Díaz Lorenzo (su tercer trabajo tras ‘Café solo o con ellas’ y ‘La despedida’) y producida por A3Media. ‘Señor, dame paciencia‘, comedia coral protagonizada por ese estupendo actor, dramaturgo y guionista que es Jordi Sánchez Zaragoza (que gran segundo apellido) y a quién seguro todos reconocerán por su popular personaje de Antonio Recio en la serie ‘La que se avecina’ resulta una vorágine mal interpretada, mal dirigida y aburrida al máximo –Segunda imagen de Chuck-. Volviendo a Jordi… Es un actor más acostumbrado a teatro (no en vano sus obras teatrales han sido estrenadas en multitud de países) y escrituras de textos (‘Krampack’ o ‘Excusas’) y al que la previamente mencionada serie le otorgó la categoría de personaje público y rostro muy reconocible por el país estero.

Jordi Sánchez, quien por cierto no es nada futbolero, se pone en la piel de un personaje de carácter machista, homófobo y dictatorial, fan acérrimo del R. Madrid, a quien tras el sorprendente fallecimiento de su esposa (Rossy de Palma), le es encargado por deseos de su difunta la misión de unir a la familia: una familia que tenía francamente disgregada y sin muestras de cariño dada su adversa personalidad. Ahí empiezan los ‘males’ del protagonista, quien debe de conocer y aproximarse en la medida de lo posible a las parejas de sus 3 hijos (Megan Montaner, Eduardo Casanova y Silvia Alonso), quienes evidentemente son de personalidad completamente contrapuestas a la del cabeza de familia. El reparto es completado con las parejas de cada uno (Salva Reina, Boré Buika y David Guapo), algún que otro personaje que aportan poco o muy poco a la historia (Paco Tous, Andrés Velencoso) y lo más destacable, Antonio Dechent como empático guardia civil.

Probablemente el público busque lo que la película ofrece. Quizás el público quiera olvidarse de la realidad e imbuirse en el mismo tipo de bromas cansinas sobre los mismos temas una y otra vez. Quizás el público disfrute reiterativamente y en bucle con los chistes regionalistas que hemos oído hasta la sociedad. Probablemente Álvaro Díaz Lorenzo crea que su público es tonto y que con cualquier cosa se conforme, de ahí que su guion sea un vergonzoso remedo/copia de la francesa ‘Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?’ fundamentalmente y que recuerde también irremediablemente a otros films nacionales como la más lejana ‘Ocho apellidos vascos’ o la más reciente ‘Es por tu bien’ -tercera imagen de Chuck-.

Quizás desean que la problemática -es evidente que lo es- referente a la unidad del país aparezca de manera continuada tanto en nuestra vida social y real como en las supuestas carcajadas cinéfilas. No lo sé. Pero lo que sí les puedo garantizar es que a quien les escribe le cansas sobre manera el aguantar de manera reiterada (en los últimos años pero incluso dentro de la propia película) cómo se bromea con poca gracias sobre los mismo asuntos de siempre -léase homosexualidad, interracialidad, gusto futbolístico (siempre me opondré a quienes desean que todo sea cosa de 2) o tendencia política-. Astiado y cansado mientras veía la película solo venía una escena a mi mente, esa en la que el héroe de acción ochentera y mito de las artes marciales Chuck Norris usaba un lanzallamas para escapar preso en Vietnam en el clásico de la Cannon ‘Desaparecido en combate 2’. Imaginen… -cuarta imagen de chuck-.

Se nota no obstante que a la producción se la ha dotado de capital suficiente para presentar un diseño aseado y de que la utilización de los recursos musicales y de encuadre son correctos -también se le presupone-, incluso se denota ese punto económico en la presencia de un amplio reparto. Sin embargo y amén de un guion absolutamente deficiente, veo un serio problema en la dirección de actores. Me resultaba francamente increíble presenciar como una vez tras otra ciertos intérpretes del film ponían en su boca frases totalmente absurdas, fuera de tono, reiterativas, incoherentes y con muy poco garbo. Mención especial merece la interpretación de David Guapo, un chaval simpático, músico aseado y divertido en sus monólogos, contra el que no tengo nada pero que al que mi lado oscuro de crítico cinematográfico no le permite salir vivo. La falta de gracia de sus diálogos y la ausencia de timing cómico en cámara cortan y frenan cualquier sentido de ritmo y simpatía en cada una de las conversaciones en las que aparece. Quizás la dirección de casting pensó que podrían encontrar en él a una versión 2.0 del archipopular Dani Rovira. Horrible -quinta imagen de chuck-.

No obstante no es él solo quien baja el nivel. Paco Tous está muy flojo como un cura new age muy particular (la iglesia no podía faltar en este film de A3Media), Velencoso solo sale por su innegable belleza masculina e incluso la pareja compuesta por Silvia Alonso/Salva Reina tampoco sale a flote (a pesar de que este último lo intenta de todas las formar y colores). Ni siquiera a Eduardo Casanova se le aprecia cómodo en sus diálogos a pesar de su innegable presencia escénica y de su veteranía como intérprete -comenzó a corta edad gracias a la fabulosa y televisiva ‘Aida’-, quizás más pendiente de terminar su notable debut cinematográfico (‘Pieles’, de la que hablamos días atrás en la web y en el podcast).

En cuanto Jordi Sánchez diré que lo veo mejor en papeles más corales y con aportaciones más discontinuas que portando la bandera del protagonista (por ejemplo en las recientes ‘Ahora o nunca’ o ‘Cuerpo de élite’). A pesar de ello sabe como sacar provecho de cada línea de diálogo explotando el sentido y el tono cómico que arrastra desde ‘La que se avecina’ y a pesar de quererse desmarcar de las líneas básicas del personaje -aquí no hace de catalán sino de madrileño-. También cumplen con cierta nota Megan Montaner y Boré Buika. La aragonesa demuestra soltura y mucha más espontaneidad en sus instantes en pantalla a pesar de que su pareja de ‘baile’ (David Guapo) se lo pone francamente dificil; en cuanto al actor español de origen guineano diré que cumple sin estridencias y sin salidas de tono. Bien, correcto.

En definitiva una de las peores películas que he visto en los últimos 10 años pero que con casi toda seguridad obtendrá unos buenos números en taquilla por su divertido tono de partida y el buen reparto que dispone. Por mi parte despedirme apelando a la compasión de su parte pues no encontré lanzallamas por ningún rincón. Da igual, siempre nos quedará Chuck Norris.

Texto: Alfonso Asín.

LO MEJOR: Megan Montaner. Lo aseado de la producción.

LO PEOR: El guion es deplorable. David Guapo.

VALORACION:

Fotografía: 5

Banda Sonora: 5

Interpretación: 2

Guión: 0

Dirección: 0

Satisfacción personal: 0

NOTA FINAL: 2