Llega a su fin ( al menos sobre el papel, quizás la taquilla diga lo contrario) una trilogía que pretendía ser una precuela de la clásica película de Franklin J. Schaffner de 1968 “El planeta de los Simios”. El “origen”, el “amanecer” y ahora la “guerra” elucubran con los acontecimientos que conducen a este nuestro planeta Tierra a convertirse en un mundo dominado por una especie evolucionada de Simios frente a una raza humana que por el contrario ha ido progresivamente involucionando. En esta época llena de franquicias, hay que reconocer a Twentieth Century Fox el cuidado que han mostrado en conseguir un producto de calidad, encomendando primero a Rupert Wyatt y luego a Matt Reeves la dirección de esta saga. Quizás el recuerdo del remake que hizo en 2001 Tim Burton, que no funcionó mal en taquilla pero que fue masacrado por la critica, ha pesado bastante.
La ciencia ha actuado en contra de la raza humana. Las investigaciones para encontrar una cura contra el alzheimer, probadas en primates, fracasaron pero sorprendemente los monos vieron aumentar sus habilidades hasta parecerse, aun si cabe mas, a nosotros. Por contra, un virus se extiende por el planeta y solo unos pocos humanos sobreviven a él. Se inicia así unas luchas entre ambas razas, unos buscan la guerra y la destrucción del otro, y otros persiguen la paz y la convivencia.
El hilo conductor de esta saga es Cesar. Principio de todo, el simio más evolucionado, y ahora en este titulo se convierte en el líder y guía de la manada. Cesar es Andy Serkis, el gollum de “El señor de los anillos” o el King Kong de Peter Jackson. Es increíble lo que la técnica y el talento de este actor han conseguido en esta entrega. Como simio mas inteligente, ha adquirido una expresividad casi humana, sus ojos transmiten toda una gama de sentimientos de amor, ira, tristeza, deseo de venganza y dolor. Mucha gente reclama nominación al Oscar para este actor desde hace ya tiempo. Del trabajo de maquillaje en los títulos de los sesenta y setenta hasta una creación totalmente informática pero perfeccionando, no solo la estética sino también la humanidad de estas criaturas.
Junto a este trabajo en el plano de los efectos especiales, merece la pena destacar ( y recomendar) el visionado del film en tres dimensiones. Matt Reeves ha concebido la creación de esta película en este formato, trabajando más en la profundidad de campo que los efectos facilones en los que se arrojan cosas al publico. Cada efecto climatológico, lluvia, nieve o las cenizas de un incendio, traspasan la pantalla del cine. Y es mas meritorio crear esta sensación tridimensional cuando buena parte de las escenas transcurren de noche o en subterráneos.
Argumentalmente, la película me produce confusión. Así como ensalzo los valores técnicos y artísticos, la historia avanza a un ritmo para mi gusto no demasiado ágil. Como espectador, esperaba unas escenas de acción mas largas y elaboradas, pero da la sensación de que todo el rato te quedas con la miel en los labios. Con todo, hay escenas como la persecución por la cascada o a través de los impresionantes paisajes nevados, de gran potencia visual. Reeves ha hecho prevalecer la carga dramática, lo cual alegrara a los críticos, pero habría agradecido un poco mas de equilibrio. En 140 minutos hay tiempo para todo. Por otro lado, el largo segmento en la frontera es mas una anécdota dentro de un argumento que esperaba discurriese por otros derroteros.
Lo que destaca en el guion es de que manera se muestra que la diferencia entre humanos y monos es solo una cuestión de pelaje. Encontramos animales llenos de humanidad que buscan la paz, otros que persiguen la guerra, unos son cobardes y otros quieren salvar su propio pellejo. Como los seres humanos.
El espectador cinefilo disfrutara con las continuas referencias a títulos míticos de la Historia del Cine. El western esta presente con “ Valor de Ley” e hilando quizás demasiado fino, la presencia de la niña ( la debutante Amiah Miller) recuerda a Newt, la huerfana que ha perdido el habla en “Aliens” de James Cameron. La parte que se desarrolla en la frontera tiene trazos de “Espartaco”, de “La gran evasión” y, sobre todo, de “Apocalipsis now”, máxime cuando el personaje interpretado por Woody Harrelson recuerda tanto física como animicamente al Coronel Kurtz, aparte de escuchar de fondo a Jimmie Hendrix y leerse en una pintada “Apecalipsis now”. Cesar es, a lo largo del metraje, John Wayne, Kirk Douglas y Charlton Heston en “Los diez mandamientos”. E incluso Reeves homenajea a la película de Heston en las escenas en que el grupo protagonista cabalga por la playa. Parece que de un momento a otro se van a encontrar con….y también hay referencias a la realidad actual, materializadas en ese muro que se pretende construir por parte del Coronel.
Hablando de Harrelson, su personaje reúne la maldad y la crueldad del ser humano aunque también las debilidades. Al Coronel y a Cesar les unen muchas cosas y sucesos en sus vidas pero el mono tiene mas fuerza y humanidad. No hay mas personajes humanos que destacar. En el aspecto simio destaca sobre todo el rol de “Simio malo”, interpretado por Steve Zahn, un actor en las antípodas del personaje que interpreta, y cuya creación recoge lo peor de cada especie.
Acompañando buena parte del metraje esta el excelente score realizado por Michael Giacchino, con un estupendo tema principal para la parte mas conectada con el western. A Giacchino lo escucharemos de nuevo en las salas este mes de julio pues ha compuesto la banda sonora del nuevo Spiderman. Michael Seresin ha realizado también una gran fotografía, de variados y espectaculares paisajes naturales, consiguiendo que no tengamos que forzar la vista en las escenas nocturnas, que son muchas en el film.
A pesar de mis recelos para este ultimo titulo a nivel argumental, La guerra del planeta de los Simios constituye un digno colofón para una trilogía que ha mantenido buen nivel de calidad y de ambición, dando personalidad a cada titulo, con una intensidad dramática y un nivel artístico y técnico que la hacen merecedora de un visionado. Eso si, en pantalla grande.
Texto: Luis Arrechea.
LO MEJOR: La expresividad de Cesar, talento de Andy Serkis. El uso del 3D. La música de Giacchino.
LO PEOR: El giro argumento en su segunda mitad. La escasa duración de las escenas de acción.
VALORACIÓN:
Fotografía: 7,5
Banda sonora: 8
Interpretación: 8
Dirección: 7,5
Guión: 6,5
Satisfacción: 7
Nota Final: 7,5