'Mi mejor amigo': El sentido de la vida... perruna

Supongo que Lasse Hallstrom habrá tenido que aguantar durante la promoción de esta película numerosos comentarios sobre su trayectoria artística, y por el hecho de que se diera a conocer en el mundo de Cine con una titulo de prestigio como fue “Mi vida como un perro” y haya acabado haciendo productos como “Hachiko” y éste que nos ocupa, también con perros de por medio. La diferencia de calidad en ambos extremos es notable. Y es que hay que reconocer que la carrera de este director no atraviesa su mejor momento. Reclamado por Hollywod, perpetra en los 90 títulos tan estimulantes como “Querido intruso”, “A quien ama Gilbert Grape?” ó “Las normas de la casa de la sidra”. Ahora en cambio alterna culebrones románticos con algún titulo notable como “La pesca del salmón en Yemen”.

Por supuesto que Hallstrom es un amante de los perros, y así lo ha remarcado en la promoción de esta película y como razón para aceptar este proyecto. Faltaría más. Se nos cuenta la vida, bueno, mejor dicho, las vidas de un mismo ente perruno. Desde su nacimiento, este ser irá pasando por el cuerpo de distintos perros y en todos ellos intentara cuestionarse cual es el sentido de su existencia. Para ello se ha recurrido a la voz en off ( que en la versión original corre a cargo de Josh Gad, Le Fou en “La bella y la Bestia” y la voz de Olaf en “Frozen”), que va relatando sus experiencias, pensamientos e interpretaciones de la realidad que le rodea.

Para empezar nos choca que el protagonista sea un espíritu o alma o como quieran definirlo que vaya reencarnadose en diferentes perros ( todos ellos monisimos, en ningún momento se encarnan en una raza que no sea cinematograficamente adorable, y si lo hace su vida dura poco). Que yo sepa la reencarnación no es un concepto defendido en el cristianismo, por lo que deberemos concluir que los perros son ¿Budistas?. En fin, no se si Bruce Cameron, el autor del libro en el que esta basado la película, se plantea esta cuestión pero aquí ni se menciona.

El tono del film es muy Disney aunque combinado con experiencias vitales dramáticas, con lo que se conforma un batiburrillo en el que acaba venciendo el tono decididamente mas infantil. De esta manera junto a escenas de trastadas provocadas por los perros que seguro no se producen ni en la vida real, se tratan temas como la violencia domestica o la actuación policial.

Si que hay un elemento interesante en la historia y es la conexión mental que se establece entre un perro y su dueño, e incluso la posibilidad de que esa conexión perdure a través de los años, máxime si, como defiende la película, el alma de los perros viaja de cuerpo en cuerpo en cuerpo. Lo malo es que esta interesante trama se desarrolla aquí de manera superficial y solo para lograr que el espectador suelte alguna lagrimita.

Pienso que el grupo de destinatarios de este film es muy reducido. Como he dicho, el tema de la reencarnación se trata con total ligereza. Y por supuesto los amantes incondicionales de los canes pueden pasar un buen rato. Pero cinematograficamente su valor me parece nulo. Es tramposa, sensiblera, infantiloide. Entiendanme, de todo, absolutamente de todo, se puede hace una buena película. Y a todo hay que darle una oportunidad. Pero se puede hacer una gran película, por ejemplo, partiendo de la anécdota de un cerdito que habla ( Babe, el cerdito valiente), y un bodrio como el que nos ocupa con el mismo punto de partida.

Cathryn Michon, W. Bruce Cameron, Audrey Wells, Maya Forbes, Wally Wolodarsky. Cinco, nada mas y nada menos que cinco guionistas han sido necesarios para levantar esta nimiedad. No se ha recurrido a un gran reparto y, aunque esta por ahí Dennis Quaid ( otro que tampoco se encuentra en su mejor momento artístico), su participación en la historia se reduce a los últimos 20 minutos. Mencionar unicamente la presencia de la aun guapísima y estilosa Peggy Lipton, la Norma Jennings de Twin Peaks, presente también en la reciente temporada de esta serie.

Finalmente mencionar que dos semanas antes del estreno americano en febrero de este film, un alma caritativa colgó unas imágenes en las que se mostraba el maltrato de uno de los perros utilizados en la película, obligado a nadar en aguas bravas y que corresponden a la parte en el que se encuentra reencarnado en un perro policía. Las redes sociales siempre alertas para impartir Justicia, su justicia. No sabemos si este escándalo afecto a la vida comercial del film.

A mi me encantan los perros, pero no es mi tipo de película. Una extraña combinación de drama y película disneyana de los tiempos en que Lindsay Lohan era una niña inocente. Perfecta para que padres e hijos amantes de los perros puedan compartir, divertirse con las aventuras perrunas y empezar a ser conscientes de la realidad de la vida de los adultos. Esto mirándolo por el lado positivo. Pero, como ya he dicho, a mi no me convenció el tono y el enfoque del film.

Texto: Luis Arrechea.

LO MEJOR: Pues los perros. No hay uno feo ni malo. La idea de la interconexion entre perros y humanos más allá de la vida juntos.

LO PEOR: Que hayan apostado por un tono mayormente infantil en vez de otro más adulto para enfocar la historia.

VALORACIÓN:

Fotografía: 6

Banda Sonora: 5

Interpretaciones : 5

Dirección: 5

Guión: 5

Satisfacción: 4

NOTA FINAL: 5