'Madre!': La madre que parió a Aronofsky... Y a todos nosotros

A la salida de la sala, tras ser sometido a dos horas de batalla cerebral, el espectador que ha visto ¡MADRE! sale transformado, tenso, en busca de explicaciones, en los corrillos que se forman en los pasillos del cine la pregunta que más se escucha es: ¿Por qué?, nadie entiende nada, “¡Yo había venido a ver una película de terror!” se oye a lo lejos… Y es que Darren Aronofsky, realiza una de las propuestas cinematográficas más excéntricas del cine comercial de los últimos años.

Por mucho que te avisen los que ya la han visto, ¡MADRE! no se puede imaginar. Ni viendo el trailer, ni mucho menos viendo el elenco, (Jennifer Lawrence, Javier Bardem, Ed Harris, Michelle Pfeiffer, entre otros) ni siquiera conociendo el estilo del director. Y es que cuando se apagan las luces y vemos el dulce despertar de la Lawrence, estamos a punto de presenciar una historia que conocemos muy bien, aunque posiblemente no nos demos cuenta de ello. Porque lo mejor de todo, es que todas y cada una de las cosas que suceden en la película, tiene una explicación lógica… Y lo mejor es la sensación que tienes cuando la entiendes .

Mi experiencia personal con esta película iba desde pensar que estaba viendo una especie de “El Ángel Exterminador” (con la diferencia que en la de Buñuel no pueden salir y en ésta no paran de entrar), con toques de la “La Semilla del Diablo”, hasta que llegó una secuencia en medio de un cúmulo de situaciones aparentemente sin sentido que iban sucediendo que me abrieron los ojos. Me di cuenta que lo que estaba viendo tenía una intención y no estábamos en medio de nada surrealista, sino más bien de algo místico, simbólico y metafórico. Aronofsky no está tan loco como uno puede pensar después de ver ¡MADRE! tampoco nos ha querido tomar el pelo. Simplemente juega con nosotros y da su punto de vista sobre algo que tenemos bastante interiorizado y que cualquiera conoce.

¡MADRE! son varias películas. La que imaginas, La que ves, la que sientes y la que razonas. En cada una ellas las sensaciones son distintas, y depende de cada espectador con cual se quiere quedar. Particularmente, yo, me quedo sobre todo con el proceso que va desde el visionado hasta el razonamiento de las imágenes. Me gusta que una película se mantenga en la mente del espectador más allá de su metraje. Es por eso que sin considerarla una obra magistral, mi recuerdo de esta película siempre va ser positivo y va ir acompañado de una sonrisa.

En el capítulo interpretativo, me gustaría destacar al denostado por un sector concreto de la sociedad española y sin duda por motivos extra cinematográficos, Javier Bardem. A parte de sus cualidades interpretativas, la edad le está esculpiendo un rostro de facciones rudas como cortadas a hachazos que le da una presencia en pantalla muy potente. En esta película hay momentos en los que me recuerda físicamente al gran Anthony Quinn y se apodera de todos y cada uno de los planos en los que aparezca sea quien sea su partener.

Un delgadísimo Ed Harris sigue estando correcto, en mi opinión, es uno de los actores que a pesar de haber tenido una buena carrera tengo la sensación que ha sido desaprovechado, ya que tiene talento para haber sido uno de los más grandes. Michelle Pfeiffer, a la que hace poco hemos visto en un buen telefilm de HBO sobre el estafador Bernie Madoff junto a Robert de Niro, brilla con esa luz propia que tiene desde que era cortejada por Al Pacino con acento cubano y pasado de coca o elevaba los niveles sensualidad al máximo cantando tumbada encima de un piano tocado por un embobado Jeff Bridges. Espero que se prodigue más en pantalla.

He dejado para el final a la protagonista de la película, Jennifer Lawrence, a la que sigo defendiendo a pesar de la lamentable saga juvenil que ha protagonizado durante los últimos años y que interpreta al personaje con el que el espectador se siente más identificado. El que no entiende absolutamente nada. No puedo recomendar encarecidamente ¡MADRE! posiblemente muchos de los que vayan a verla se marcharán de la sala indignados, lo único que pido es que por el amor de Dios le den una oportunidad a la película y si no han entendido nada después de verla, busquen la explicación, se quedarán con la boca abierta.

Texto: Ricard Martí.

LO MEJOR: Cuando descubres el significado de lo que estás viendo.

LO PEOR: Que se pueda abandonar antes de encontrarle sentido

VALORACIÓN:

Banda sonora: 7

Fotografía: 7

Iinterpretación: 7

Dirección: 7

Guión: 8

Satisfacción: 7

NOTA FINAL: 7,2