A ritmo de música portuguesa o incluso de Julio Iglesias en francés Valerie Lemercier dirige, coescribe y protagoniza la última comedia francesa en aterrizar en nuestro país. Quizás no sea de las comedias más elocuentes, chispeantes o brillantes de la eficiente comedia francesa pero en más de una ocasión logrará sonsacar más de una sonrisa en los rostros de los espectadores gracias a una mezcla de sátira con ironía que polemiza, con brocha gorda eso sí, sobre la crisis laboral y sentimental de una mujer al llegar a su quinta decena.

Los 50 son los nuevos 30‘ nos cuenta como Marie-Francine (Valerie Lemercier) ve en el corto plazo de unos días como tanto su matrimonio como su puesto de trabajo se esfuman entre sus dedos. A través de un tono de comedia burlesca contemplamos como una protagonista depresiva y muy poca cosa acepta su triste presente y no le queda más remedio que terminar retornando al domicilio de sus padres, unos padres muy sui géneris por cierto. A partir de este momento el film se vuelve algo más previsible y trata de explotar en todo momento el trato que la protagonista recibe de prácticamente todo el mundo, especialmente por una madre que sigue viendo en ella la pequeña que estaba bajo su regazo varias décadas atrás.

Los padres de Marie-Francine provocarán algún acierto del escasamente brillante guión, sobre todo a través de los -muy trillados- métodos que ponen en práctica. Ya sabén, aquello de buscarle trabajo –o montárselo- y por supuesto el muy esperado por habitual momento de la búsqueda de pareja. Sin embargo la vida de la protagonista no parece tener remedio y todo le sale mal, al menos hasta que se cruza -como era de esperar- en su vida y pequeño cocinero portugués de gran corazón y parecido razonable con nuestro adorable Fernando Esteso.

La película apenas provoca sorpresas y resulta previsible, sin embargo hay que saberle sacar el jugo de una historia que a través de la auto parodia y la farsa busca poner el dedo en la llaga de una sociedad montada de tal forma que no le deja a uno más remedio que dar uno o varios pasos atrás en la evolución lógica en el alma de la emancipación humana con el objetivo de salir adelante. La realización del film resulta convincente para lo que cuenta, apostando por la cuidada escenografía en el domicilio paternal. La música conduce y acompaña la trama sin molestar en un film cuyo reparto lo completan Denis Podalydés (recientemente visto en ‘El buen maestro’ de Olivier Ayache-Vidal), Hélène Vincent, el actor argelino Patrick Timsit y Philippe Laudenbach.

Película que resulta poca cosa pero que hará pasar un rato agradable en una sala fresca y cómoda ante la imparable llegada del ardiente verano.

Texto: Alfonso Asín.

LO MEJOR: El personaje de la madre, interpretado por Hélène Vincent. El rebelarse ante sociedad en decadencia.

LO PEOR: Resulta francamente predecible.

VALORACIÓN:

Banda sonora: 6

Fotografía: 5

Interpretaciones: 5

Guión: 4

Dirección: 5

Satisfacción : 5

NOTA FINAL: 5

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