«Tolkien»: Orígenes de un mito

En un agujero en el suelo, escribía Santi sus críticas. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con más críticos de cine y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-callejón de la música y eso significa buena música y gin tonics de calidad.

Santi era un crítico acomodado y respetable, de los que nunca solían escribir sin antes haber visto la película. Santi, como el resto de los críticos, vivía en Habladecinetown, un lugar acogedor que existía en Mañolandia. Era tranquilo y hogareño y llevaba un tipo de vida que le satisfacía, totalmente previsible, sin discusiones con su jefe, saliendo de copas, sin altibajos, sorpresas ni disgustos... al menos hasta ese momento.

Hemos dicho que Santi era un crítico de habladecine. Es necesario aclarar esto: un crítico de habladecine no es un entendido ni un erudito. El Gran Público como nosotros solemos confundirlos a menudo. Los críticos de habladecine son espectadores ávidos de buen cine, que tienen unos gustos tan personales como cualquier otro y cuyas opiniones no tienen por qué ir a Misa.

Santi rondaba ya los cincuenta años de edad cuando el viernes por la noche, después de tomarse un gin tonic, el jefe Asín se presentó delante de él para decirle: "Mañana tienes que hacer la crítica de “Tolkien”.

Nuestro pobre Santi, que tenía la intención de salir a cenar con una morena que quitaba el hipo, intentó sin éxito rechazar la orden del jefe. Media hora después, sin que hubiera podido evitarlo, se encontró en la sala 14 de los cines Aragonia para ver la película en versión original.

“Tolkien” arranca desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial donde se encuentra luchando el conocido escritor. Rodeado de los muertos que van cayendo en la terrible Batalla de Somme, Tolkien empieza a recordar su infancia y su juventud. Con una narración clásica que va tirando de flashbacks con cierta frecuencia, y una impecable fotografía, la película capta la atención del espectador inmediatamente. En apenas tres minutos nos resume la infancia del protagonista confirmando la huella indeleble que en cada uno de nosotros dejan los acontecimientos que vivimos de niños. El grueso del film se centra en su etapa de estudiante, un periodo que con cierto tufillo a “El club de los poetas muertos” hace inevitable que compares la juventud británica de principios del siglo XX, convencida de que puede cambiar el mundo con reuniones en las que charlan sobre ética, lenguaje, mitología y música clásica, y a las que acuden vestidos con impecables trajes de tres piezas, con la juventud española de principios del siglo XXI obsesionada con saber quién es el último eliminado de “Supervivientes” y soñando con ser tronista de “Mujeres, hombres y viceversa” para hacerse selfies en los que se vean sus pantalones cagados mientras escuchan reggaetón de manera ininterrumpida.

En “Tolkien” vemos cómo se va creando en el interior de su protagonista todo ese Universo particular que desde la Tierra Media se extendió por todo el mundo. Y lo vemos sin subrayados, con detalles sutiles que pueden dejar insatisfechos a los fanáticos del “Hobbit” y “El señor de los anillos”, pero que revalorizan el trabajo de guión de David Gleeson y Stephen Beresford. Tres detalles más a destacar: la evocadora la banda sonora compuesta por Thomas Newman; la potencia de Lily Collins, actriz y personaje, en el seno de una sociedad machista; y el esfuerzo de Nicholas Hoult para dar vida a un primer espada de las letras y tratar de evitar las comparaciones con un trabajo tan reciente como “Rebelde entre el centeno” en el que interpretaba a otro genio de la literatura mundial, Salinger.

Si todavía sigues leyendo, quiero que sepas que me hace feliz que estés aquí conmigo. Aquí, al final de todas las cosas, querido lector. www.habladecine.com

LO MEJOR: La banda sonora

LO PEOR: Puede dejar insatisfechos a los incondicionales del autor

VALORACION:

Fotografía: 8,5

Banda Sonora: 9

Interpretación: 7

Guión: 7,5

Dirección: 7

Satisfacción personal: 7,5

NOTA FINAL: 7,75