No hay nada más refrescante para el cinéfilo actual que afronta cada semana una cartelera en la que, como mínimo, se estrenan ocho títulos, que uno de ellos sea una película de terror. Al menos para mí, si hay un film del género en el lote semanal, es un plus porque me divierten mucho. Y si además en la producción está el nombre de Guillermo del Toro, la expectación es mayor. Peligrosa, si, porque puedes exigirle más que a otros productos de mero consumo, pero tienes la seguridad de que lo que se te ofrece tiene una mínima entidad y dignidad. Y el director ganador de un Oscar por La forma del Agua sigue fiel a sus tendencias originales y participa como guionista y productor de este simpático titulo.
El film sitúa la acción en el Halloween del año 1968, cuando la guerra de Vietnam se encontraba en su punto álgido y estaban al caer unas elecciones que llevarían a la victoria a Richard Nixon. Todo esto no parece afectar, en principio, a un grupo de jóvenes que celebran la fiesta planeando la venganza contra el matón que se la fastidia año tras año. En este juego de bromas y revanchas acaban colándose en una mansión que acarrea una antigua leyenda urbana y de las que sustraen un libro que contiene historias escritas por una niña que vivió en aquella casa. Este acto desencadenará sin embargo unos sucesos que afectaran a los chicos implicados y que iniciará una carrera contra reloj para poder salvar sus propias vidas.
Parece que el género está cambiando y se está normalizando. Antes los protagonistas siempre eran jóvenes guapos compuestos por un perfil bastante definido y repetido hasta la saciedad. El deportista, la casquivana, la pareja guapa pero más modosa ( estos solían quedar vivos al final, ella al menos..). La irrupción de una serie como Stranger things cuyos protagonistas principales para nada pueden considerarse unos triunfadores o unos guaperas ha tenido bastante influencia en las nuevas tendencias, como también lo es la moda retro, pues la historia se sitúa a finales de los años 60, de gran importancia para la sociedad estadounidense por los cambios políticos y sociales que experimentaron.
Los chicos protagonistas de estas Historias son una chica solitaria con una situación familiar difícil que aspira a convertirse en novelista, un chaval hispano atrapado en una comprometida situación, dos nerds o pardillos y la hermana de uno de ellos.. y por supuesto, un matón, ese personaje al que todos estamos deseando que reciba su merecido. La presencia de la guerra de Vietnam, que acarrea un patriotismo exacerbado ( todavía predominaba la idea de matar comunistas) y el rechazo de la inmigración y a todo que sea diferente reflejan el espíritu de un país perfectamente extrapolable al momento Trump actual y que planea sobre la trama sin apoderarse de ella aunque el mensaje tenga vital importancia en la resolución final.
En cuanto al argumento, una vez presentados los personajes y sus circunstancias, y enmarcado el contexto histórico, lo que hace Del Toro y el grupo de guionistas (Dan Hageman, Kevin Hageman, John August, Marcus Dunstan, Patrick Melton)es engarzar una serie de historias y leyendas urbanas recogidas en un libro por Alvin Schwartz y encuadrarlas dentro de una de ellas que actúa como la principal y dirige el hilo argumental. A partir de aquí la película sigue un poco el esquema normal del género de terror ( los protagonistas tendrán cada uno su momento de gloria y sufrimiento) y empezará una carrera contra reloj para frenar la maldición que han desencadenado. De esta manera se suceden una serie de relatos que parecen cuentos infantiles de terror pero que, escenificados, dan miedo gracias al planteamiento dentro de la historia y al notable despliegue de efectos especiales.
Lo positivo del film es que llegas a querer a los personajes, lo cual es peligroso porque a ( casi) ninguno de ellos le deseas nada malo. Los distintos relatos de terror que integran el argumento parecen ser una variante del nuestro “ hombre del saco”, historias con las que se pretende infundir miedo a los niños para evitar que hagan algo no permitido o que no viene bien a los adultos. Y aunque ninguna es realmente aterradora, la forma del presentarlas es vistosa y original; por supuesto que en algunos momentos se echa mano de la música para incrementar la sorpresa o provocar el susto, pero todas están bien engarzadas en el hilo argumental, en esa lucha por encontrar la verdad por parte de los jóvenes protagonistas.
El conductor del film, André Ovredal, aspira a convertirse en un buen director del genero de terror como lo demuestran sus anteriores títulos Troll Hunter y La autopsia de Jane Doe. Aquí dirige con oficio e incluso con brillantez una historia más de intriga que de puro terror en la que se huye del gore. El sello de Del Toro esta presente en los escenarios de mansiones góticas encantadas, en la presencia de seres rechazados por ser diferentes o especiales y en el trasfondo político y social que critica que se eche mano de un cabeza de turco para encubrir a los realmente culpables.
Zoe Margaret Colleti, Michael Garza, Austin Zajur, Gabriel Rush o Kathlen Pollard son los jóvenes protagonistas, destacando entre los adultos a Dean Norris, famoso por la serie Breaking Bad, Gil Bellows o Javier Botet, imprescindible a la hora de encarnar monstruos y que ya trabajo con del Toro en El laberinto del fauno.
Historias de miedo para contar en la oscuridad es un refrescante titulo que gustara a los aficionados al genero pero que da cabida a los no habituales al presentar una trama que abarca el terror, la intriga y la critica política y social de un país que parece querer repetir sus mismos errores una y otra vez.
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LO MEJOR: El trasfondo nostálgico le va bien a la historia. Que los chicos protagonistas no parezcan estúpidos. Que los autores de la película y los espectadores seguro demandan una continuación.
LO PEOR: Quizás no sea tan aterradora como uno espera.
VALORACIÓN:
Fotografía: 6,5
Banda Sonora: 6,5
Interpretaciones : 7
Dirección: 7,5
Guión: 7
Satisfacción: 7
NOTA FINAL: 6,92
