Si te dicen: vamos a ver una película japonesa de zombies, que costó 25.000 USD; que fue rodada como trabajo especial de seminario de cine, que es la ópera prima del director tras varios cortos y que los actores tuvieron que pagar por estar en ella, probablemente, gran parte del público pueda decir... ufff, paso, mejor pruebo con otra cosa, utilizaré mejor estos 90 minutos viendo una serie, o saliendo a tomar una cerveza...
Si aún así empiezas a verla, y tras los primeros 5 minutos, tienes tentaciones de levantarte y salir de la sala, no te lo reprocharía nadie, ya que ver a actores casi amateurs hacer una ópera prima, rodada cámara en mano, y con bastantes defectos, entiendo que tira para atrás...
Pero... si pese a todo, sigues ahí, resistiendo, y la sigues viendo, descubrirás una auténtica experiencia diferente y una lección de cine que difícilmente olvidarás.
Los primeros 30-35 minutos de la película están rodados en un delicioso y genuino plano secuencia, y en ese momento empieza la locura, y los giros van llegando uno tras otro, y los ojos se van abriendo, incrédulos ante lo que vamos viendo, llevándonos a un final realmente satisfactorio, que ata absolutamente todos los cabos sueltos que al ver el larguísimo plano secuencia nos van surgiendo.
El director y guionista de esta maravillosa locura es Shinichiro Ueda, y la película trata sobre el rodaje de una película de bajo presupuesto de zombies en un edificio abandonado de la Segunda Guerra Mundial, donde al parecer los científicos japoneses hacían experimentos y las cosas empiezan a ir mal... Pero a partir de aquí todo cambia, y lo que hace es mantenernos enganchados a la butaca para saber el porqué de las cosas.
Por supuesto también hay espacio para hablar de las relaciones sociales, de las clases sociales (aunque poco), y de la familia (fundamental); pero, sobre todo, de la perseverancia y la resiliencia, y de no dar nada por perdido en la vida.
Si a esto ahora añadimos que con esos 25.000 USD de presupuesto, ya ha recaudado más de 250.000, que ha ganado más de 15 premios internacionales, que se ha exhibido en medio mundo, y que han hecho ya algún spin off en TV, podemos decir sin temor a equivocarnos que estamos ante una pequeña gema, valiente e imprescindible, que nos enseña el cine desde dentro del cine, y una creatividad en su máximo nivel, aunque con algunos fallos, pero sin duda, 100% recomendable.
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LO MEJOR: La capacidad constante de sorprender y por supuesto el maravilloso plano secuencia.
LO PEOR: Quizás le sobran algunos minutos a mitad de película.
VALORACIÓN:
Banda sonora: 7
Fotografía: 8
Dirección: 9,5
Interpretación: 7,5
Guión: 9,5
Satisfacción: 9
VALORACIÓN: 8,5
