«Géminis»: Sobre ciencias y letras

Por mucho que mi labor de crítico de cine pueda llevar a error, soy un hombre de ciencias. Los estudios que más me han llamado la atención han tenido siempre relación con las matemáticas, la química o la biología. Ciencias en toda regla. La vida y la evolución del ser humano han llevado posteriormente a la aparición de otro tipo de ciencias, como por ejemplo las ciencias tecnológicas. Ellas nos han ayudado a realizar avances clave en la humanidad basándose en estudios matemáticos y físicos que derivaron en estudios informáticos. Pero… ¿qué tiene que ver todo esto con el cine? Díganselo ustedes al taiwanés Ang Lee.

Los avances e innovaciones tecnológicas siempre han estado al servicio del séptimo arte. Huelga decirlo, eso es así. Son muchas las modificaciones que ha sufrido el cine desde los albores del mismo a finales del siglo XIX. En eso estamos de acuerdo. De hecho Ang Lee es un enamorado de todo esto y fruto de ello contemplamos como últimamente sus películas son grabadas en digital en HDR y nos regala historias repletas de un cuidado aspecto visual, en muchos casos como en ‘Tigre y león’ o ‘La vida de Pi’ como ejemplos de un discurso o de un estilo. Sin embargo y sin desmerecer estos dos notables trabajos mencionados me encuentro más en el otro extremo. En el de preferir unas buenas letras a unas buenas ciencias (al menos en lo que al cine se refiere). Prefiero un guión bien escrito y que nos traslade a una buena historia que un envoltorio visual embriagador falto de contenido. Evidentemente no quiero apropiarme de este discurso ya que la gran mayoría se pasarán a mi barco a pesar de que también los haya, que conciban el cine como un pasatiempo liviano al que les gusta acudir para descubrir elementos novedosos y ‘futuristas’ que la vida no es capaz de transmitir. Primando de esa manera el ejercicio visual sobre el narrativo.

El triplemente oscarizado Ang Lee (nueve nominaciones) ha mostrado de sobras sus grandes capacidades para narras historias: ‘Sentido y sensibilidad’, ‘El banquete de bodas’, ‘Deseo, peligro’ o ‘Brokeback mountain’ son claros ejemplos. Sin embargo en los últimos tiempos ha decidido erróneamente –a mi modo de ver– sacrificar la historia, es decir la letra, por lo visual, es decir la ciencia. ‘La vida de Pi’ gustándome y siendo visualmente embriagadora por momentos no me parece la joya que muchos ven en ella, así como tampoco Billy Lynn, filmada también en HDR. Así pues, y a pesar de cierto desacuerdo en la deriva que estaba llevando la carrera del autor, lo consideraba indispensable. Al menos hasta ahora. Hasta llegar ‘Géminis’.

Géminis’ es una suerte de película completamente esclavizada a lo visual. No la puedo entender fuera de un visionado en 3d+ en HDR. Y no la puedo entender ya que el contenido del guión es paupérrimo. Un devenir de acontecimientos sin más sentido que el lucimiento de ciertos actores o lugares que no ayudan en nada a la narración, el tono o el ritmo. Un desaguisado con una –ciertamente– base argumental interesante pero que no han sabido desarrolla, o que ha sido desarrollado a partir de un guión malo o demasiado retocado. Me quedo con la última.

La historia surgió en la cabeza del guionista y escritor Darrem Lemke (autor de entre otros el guión de la divertida ‘Shreck 4: Felices para siempre’) y fue vendida en 1997 a la Disney para que Toni Scott la dirigiera. Sin embargo el proyecto se paró. Posteriormente se tanteó a Curtis Hanson y a Joe Carnahan y se pensó incluso en que la protagonizaran actores como Harrison Ford, Mel Gibson, Chris O’Donnell, Tom Cruise, Brad Pitt o incluso Arnold Schwartzenegger. Sin embargo la película nunca salió adelante ya que, con toda la razón del mundo, se pensaba que no se tenían todavía los medios tecnológicos necesarios para poder desarrollar correctamente la historia. Además se da la circunstancia de que durante estos veinte años en los que el libreto ha estado guardado en un cajón se han producido múltiples reescrituras, haciendo más que evidente que el refrito era carne de cañón, como así ha sido finalmente.

Finalmente el proyecto cayó en manos de Ang Lee gracias a Skydance Pictures y la Paramount, haciendo a Will Smith de su protagonista. Y el resultado es el que es. Malo.

Géminis’ cuenta la historia de Henry Brogan (Will Smith) un asesino contratado a sueldo que se empieza a considerar mayor para su trabajo, de forma que decide dejarlo (amén del típico lavado moral del personaje que de repente se cuestiona toda su labor). Lo que a priori debería ser fácil, un retiro merecido, se convierte en una auténtica pesadilla: fundamentalmente a partir del momento que descubre que la corporación ha decidido eliminar cualquier cabo suelto, tras averiguar éste que su última víctima no era tan villano como le habían hecho creer. A partir de ese momento la película se convierte en un ‘corre que te pillo’ de su perseguidor –un asesino con una sorprendentes capacidades, solo vistas anteriormente en Brogan– sobre sus perseguidos.

La película o su historia no tiene muchas más historia. Bueno sí, la gracias de ver como digitalmente han desarrollado el personaje de Smith de joven y lo magníficamente que está realizado. Todo esto, así como las absolutamente increíbles secuencias de acción que encontramos, están creadas para ser disfrutadas en HDR 3d+. Sí, técnicamente son un portento. Tanto que, unido al flojo guión y como ya he dicho antes, no tiene sentido visionarse en otro cualquier formato convencional que no sea el mencionado.

La banda sonora corre a cargo del británico Lorne Balfe, un compositor que no para de trabajar últimamente y que hemos disfrutado recientemente en películas como ‘Ad Astra’ o ‘

En definitiva una película que no va a recuperar la gran inversión que ha necesitado (más de 150 millones de dólares) y que la van a colocar como uno de los grandes fiascos del año a pesar de contar en su reparto con rostros conocidos como el propio Will Smith (que hace lo que puede y no se le puede culpabilizar el desastre), una anodina Elizabeth Winstead, un simpaticón Benedict Wong o un lastimosamente venido a menos Clive Owen.

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LO MEJOR: El 3d es un escándalo. Pura innovación.

LO PEOR: Que And Lee esté absorbido por el espíritu de Robert Zemeckis y su obsesión técnica.

VALORACIÓN:

Banda sonora: 6

Fotografía: 7

Interpretación: 5

Dirección: 5

Guión: 2

Satisfacción: 4

NOTA FINAL: 4,8