Picasso y Goya, unidos en una misma exposición en Fuendetodos

Para esta exposición se han seleccionado cinco momentos singulares de su creación
photo_camera Para esta exposición se han seleccionado cinco momentos singulares de su creación

Hasta el próximo 29 de septiembre se puede disfrutar en la sala Ignacio Zuloaga en Fuendetodos de”Picasso-Vilató-Xavier. Una línea familiar”. En esta muestra podrá verse por primera vez que la obra del artista malagueño Pablo Picasso expuesta junto a la de sus sobrinos Javier y Xavier Vilató.

Esta exposición reúne un total de 47 estampas, de las que seis son obra del genial pintor malagueño, 24 de su sobrino Javier Vilató y 17 del hijo de este, Xavier Vilató.

El comisario de exposiciones y director del Museo de Grabado español contemporáneo de Marbella, Germán Borrachero, ha asegurado estar muy contento por “exponer puerta con puerta con la casa natal de Goya”. “Si hay dos artistas grabadores que destacan en cualquier manual de obra gráfica, sea en EEUU o en Japón, son Goya y Picasso”, ha señalado.

El comisario ha destacado que se trata de “una selección de estampas muy distintas que buscan potenciar que las imágenes muevan una atracción no solo estética, sino real y que tengan también un cierto virtuosismo”.

Pasión por el grabado

Pablo Ruiz Picasso fue tío de Javier Vilató Ruiz, y este, a su vez, padre de Xavier Vilató Lascaux. La exposición aborda la obra gráfica de esos tres artistas centrándose no en su relación familiar, sino en una más que notable transmisión entre ellos de la pasión por el grabado.

Los tres son creadores que vivieron y respiraron en los talleres de estampación y que desarrollaron de manera personal y sin límites las posibilidades y los recursos de las diferentes técnicas de grabado. La muestra pone el énfasis en cómo la “espontaneidad mediterránea” de estos artistas hace que en sus obras la frescura se imponga sobre la técnica –aun cuando los tres son indiscutibles conocedores del oficio–.

La “Mona Lisa” de esta exposición 

Según Borrachero, “Buste de femme au chapeau blue” (1955) es la “Mona Lisa” de esta exposición. Asegura que “no es el típico cartel litográfico de Picasso, ya que intervino directamente en él y por eso lo firmó a lápiz y la numeró en una edición muy corta de tan solo 100 ejemplares”.

Asimismo, destacan también los aguafuertes súper trabajados de Javier Vilató o la litografía de Xavier, con una pieza colosal, de 120 x 160 cm, llamada “Un temps d’arrêt”.

Cinco momentos de Picasso 

La obra gráfica de Pablo Ruiz Picasso (1881-1973) es inabarcable tanto en número como en cantidad de recursos: exceptuando la serigrafía, el genio malagueño practicó en todo tipo de matrices de estampación y, en muchas ocasiones, llevando al máximo tanto las técnicas para crear imágenes en los soportes como para estamparlas sobre el papel. Por eso su producción como grabador solo es equiparable a la de Goya y Rembrandt.

Para esta exposición se han seleccionado cinco momentos singulares de su creación: una prueba de estado de uno de los aguafuertes realizados para ilustrar la ‘Metamorfosis de Ovidio’ por encargo de Skira en 1931 ; un buril realizado en 1939, pero no editado hasta 1969 por Gustavo Gili, con texto surrealista incluido; una litografía a color firmada conjuntamente con los talleres litográficos de Mourlot; otra litografía, realizada mediante reporte, en ‘offset’ litográfico en 1959 y proveniente del libro ‘Dibujos y escritos’, editado en 1960 por Camilo José Cela; y dos aguatintas al azúcar de la serie ‘Tauromaquia’ (1959) que suelen aparecer reproducidas en cualquier manual sobre técnicas de grabado como ejemplo perfecto de combinación entre frescura y perfección técnica y que Picasso realizó en un genuino trance creativo, que le llevó incluso a usar las dos caras de las planchas matrices, porque el empuje inventivo le impedía esperar nuevos metales.

Javier Vilató, un pintor con multitud de registros 

En la obra gráfica de Javier Vilató Ruiz (1921-2000) se descubre una amplia capacidad de registros formales dentro de la calcografía: desde el uso vibrante del buril, del punzón de la punta seca o del estilete del aguafuerte, hasta el uso de la auténtica manera negra. Junto a las estampas se presentan en la exposición una plancha matriz y diversos útiles, algunos de ellos fabricados por el propio artista.

En lo formal, la obra estampada de Vilató se caracteriza por una cierta imaginería pospicassiana, con una rica elaboración tonal. Sin embargo, esta generalidad aporta brillantes excepciones con trabajos lineales no exentos de ritmo, sea usando solo el aguafuerte o solo la aguatinta.

Xavier Vilató, un  gran conocedor de los talleres parisinos 

Concluyendo la saga familiar, la exposición muestra las estampas de Xavier Vilató Lascaux (1958), un artista que practica un juego interminable que le lleva desde las litografías en gran formato hasta las miniaturas litoescultóricas pasando por la punta seca calcográfica y que alcanza la clasificación de desbordante en su apasionante bibliofilia –que no se contenta con las encuadernaciones de estampas litográficas–. Se trata de un juego que ha tenido diversos escenarios, porque Xavier es gran conocedor de los talleres parisinos: Frélaut Lacourrière, Franck Bordas, Leblanc, Tazé…