La simplicidad y el pragmatismo de la Bauhaus llegan al palacio de Sástago por su centenario

La muestra hace un recorrido por los 14 años que duró el movimiento
photo_camera La muestra hace un recorrido por los 14 años que duró el movimiento

Simplicidad y pragmatismo. Líneas rectas y formas geométricas, despojadas de los lujos y la exuberancia que caracterizaba a otros estilos. Son las señas de identidad del movimiento artístico de la Bauhaus, que comenzaron a aplicarse en el ámbito de la arquitectura y que con el tiempo se trasladaron a otras artes como el diseño gráfico, la fotografía, la pintura o incluso la decoración de interiores. Objetos que nacen bajo este particular punto de vista, que conseguían, por ejemplo, que sus formas evocasen la función para la que habían sido diseñados.

Esta corriente artística nació en Alemania en 1919, hace ahora cien años. Para conmemorarlo, el palacio de Sástago acoge durante los próximos tres meses una muestra donde el espectador podrá conocer de primera mano los rasgos más distintivos del estilo, empaparse de su historia y observar algunas de las obras y objetos emblemáticos del movimiento. El título de la muestra es “La Bauhaus: un experimento artístico y pedagógico. 1919-2019” y está comisariada por el antiguo decano de Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, Ricardo Marco.

En la exposición, las obras se repartirán en cuatro grandes ámbitos: arquitectura y enseñanza –que responde al concepto original de la escuela-, talleres –textil, de cerámica, metal, vidrio, pintura o escultura-, monografías sobre temas específicos –caricaturas, teatro, fiestas y juegos- y objetos, diseñados por la escuela para su venta.

“La Bauhaus representa los valores que queremos potenciar desde el área de Cultura de la DPZ”, ha asegurado la diputada delegada de Cultura de la Diputación Provincial de Zaragoza, Ros Cihuelo, presente en el acto de inauguración. “La Bauhaus fue ejemplo de compromiso social y político, sus miembros quisieron romper las imposiciones sociales de clase y tender hacia una unión que se basara en la igualdad”, ha asegurado, en unos valores “alineados con los del socialismo”.

“Este movimiento buscaba un arte total, para ellos era importante no solo el compromiso que adquiría el arquitecto a la hora de construir el edificio sino que también colaboraba con los talleres para vestir, dotar de alma ese edificio”, ha explicado Cihuelo. Una manera de entender y de realizar el arte de la que, según el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, Pedro Joaquín Navarro, “heredamos todo”: “Prácticamente toda la arquitectura moderna se puede decir que surgió de la Bauhaus, fue tan influyente que incluso los que estudiamos en los años 60 lo hicimos con las enseñanzas que la Bauhaus había expresado en su escuela y que se estaban impulsando entonces”, ha reconocido.

Movimiento artístico

Esta influencia en la arquitectura y otras ramas del arte posteriores cobra especial importancia si se tiene en cuenta la brevedad del movimiento, que se extendió únicamente catorce años, hasta 1933. Durante una primera etapa, hasta 1928, se vive un periodo de creación y consolidación del movimiento, que dio paso a la etapa de compromiso social a la que hacía referencia Cihuelo. Por último, durante los últimos tres años se asiste a una etapa de supervivencia y desintegración que desembocó en el final del movimiento, aunque su legado perdura un siglo después de su creación.

La muestra estará disponible hasta el 5 de enero en el palacio de Sástago, en horario de 11.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 21.00 horas de martes a sábado, mientras que los domingos y días festivos se podrá disfrutar únicamente de 11.00 a 14.00 horas. Los lunes permanecerá cerrada.