Una exposición conmemora el XL aniversario de la mujer en el Cuerpo Nacional de Policía

La inspectora jefa en la Unidad de Coordinación de la Jefatura Superior de Policía, Aurora Rodríguez López, ingresó en el Cuerpo en 1987
photo_camera La inspectora jefa en la Unidad de Coordinación de la Jefatura Superior de Policía, Aurora Rodríguez López, ingresó en el Cuerpo en 1987

Actualmente, son casi 300 las mujeres que trabajan en el Cuerpo Nacional de Policía en Aragón. Este organismo fue el primer cuerpo de seguridad en incorporar a mujeres, en 1979. Hoy, 40 años después, el Patio de la Infanta acoge una exposición que tiene como objetivo conmemorar las cuatro décadas de servicio femenino en el CNP y rendir homenaje a aquellas policías que perdieron su vida en acto de servicio.

“Estos cuarenta años han demostrado que las mujeres también pueden realizar tareas de seguridad y protección al ciudadano”, ha subrayado la delegada del Gobierno de Aragón, Carmen Sánchez. También ha hecho referencia a las 42 mujeres que, hace 40 años, “entraron de puntillas en las comisarías, con un uniforme distinto, hasta que poco a poco fueron incorporándose a las tareas en la calle”, a las que ha definido como “pioneras”, que abrieron camino “para que hoy en día las mujeres estén en todas las unidades del Cuerpo”, ha resaltado.

La subdirectora general del Gabinete Técnico del CNP, Eulalia González Peña, ha pasado por todos los estamentos de la organización y, aunque reconoce que “actualmente no hay ningún problema en ese sentido”, la dificultad que tuvieron las primeras mujeres es “lógica” si se tiene en cuenta “la sociedad de la época”, en la que “si había una mujer policía, en la calle a lo mejor no se creían que era policía, porque no las había”.

“La Policía somos un reflejo de la sociedad: según va evolucionando la sociedad va evolucionando la Policía”, ha añadido González Peña. “Las mujeres aportamos nuestro talento, como en todas los trabajos. Somos el cincuenta por ciento de la sociedad o un poco más, y no podemos vivir dejando a la mitad de la población sin tener un sitio dentro de las profesiones”.

“Cuando ingresé en 1987 vestíamos de marrón, y era muy emocionante porque todavía había muy pocas mujeres y había unidades y provincias en las que aún no había”, ha recordado la actual inspectora jefa en la Unidad de Coordinación de la Jefatura Superior de Policía, Aurora Rodríguez López, también responsable del área de Derechos Humanos e Igualdad. “Estoy convencida de que entras por vocación, aunque las personas que entran simplemente por encontrar un trabajo se quedan porque es una profesión que engancha: es muy ilusionante porque no solo se atienden las necesidades de los ciudadanos sino que hay puestos en los que se atienden las necesidades de los propios compañeros”, ha reconocido.

“En los inicios había muchos ciudadanos a los que les resultaba extraño que hubiera mujeres policías, pero cada día tratábamos de demostrar que podíamos hacer lo mismo que cualquier hombre”, ha rememorado Rodríguez López. Tenía 13 años cuando decidió ser dedicarse a ello y aún no había mujeres en el Cuerpo. “Cuando yo llegue a la edad de ser policía, seguro que ya las hay”, dijo. “Y así fue”.

La visibilidad, uno de los retos de futuro

Para la inspectora, aún quedan pasos por dar en materia de integración. Uno de ellos es el de la visibilidad, porque, ha comentado Rodríguez López, “ciudadanos hay de todo tipo y también hay quien piensa que las mujeres debemos estar relegadas a otros asuntos. Entonces debemos hacernos ver para demostrar que estamos trabajando y que estamos en los mismos puestos de trabajo y con la misma capacidad de decisión que cualquier hombre”, ha concluido.

“Si hablamos de cifras, quedan retos, pero hay veces que no hay que fijarse en los porcentajes y las cifras, son números. Lo que importa es la calidad del trabajo que se está desarrollando, que cada vez es más alto y cada vez hay más mujeres en puestos de responsabilidad”, ha completado González Peña.

La exposición puede verse desde este jueves y durante toda la semana que viene en el Patio de la Infanta de Zaragoza.