La danza volverá a llenar de ritmo aragonés el Teatro del Mercado con “Pies, para qué los quiero”

Hasta el momento ya se han inscrito una veintena de actores profesionales para profundizar en su estilo
photo_camera Hasta el momento ya se han inscrito una veintena de actores profesionales para profundizar en su estilo

Bajo el estandarte de la referente feminista Frida Khalo, “Pies, para qué los quiero”, la nueva edición del Festival de Danza Hecho por Mujeres presenta una docena de representaciones escénicas, entre las que brillan con luz propia “Ofelia” y “Banzai – Diez mil años…”. Un elenco de directores y actores de marcada presencia aragonesa, ya que todos, o bien han nacido en Zaragoza, o bien han estudiado en la ciudad.

La obra “Ofelia” constata una de las propuestas más arriesgadas, donde la artista zaragozana Julia Romero mezcla danza urbana y contemporánea. Al atender al personaje de Shakespeare, el nombre de Ofelia se presenta como un símbolo del romanticismo y, a su vez, como un simple nombre de mujer que permitiría englobarlas a todas.

Se trata de un “work in progress”, que la técnico de proyectos del Centro de Danza, Gema Maldonado, ha descrito como “una pieza inacabada, que non está cerrada del todo”. Además, analiza lo absurdo de lo culturalmente establecido como patrón de conducta y estética en los cuerpos de las mujeres, que el público podrá degustar el sábado a las 20.30 horas en el Teatro del Mercado.

Tras ella, “Banzai – Diez mil años…” se presenta como una alegoría temporal que apela a la resistencia femenina y su persistencia en las reivindicaciones sociales a cargo de la actriz reconocida internacionalmente, Mónica Cervantes. Su acompañante, Ariadna Llussá, interpretará durante 20 minutos esta función.

La propia Cervantes se encargará de impartir el domingo un taller especial para actores y actrices, gratuito y dividido en dos secciones. La primera parte se basa en una clase de danza contemporánea, la cual se desarrolla en crescendo, al iniciar y activar el cuerpo a través de la improvisación e investigación.

La finalidad es llevar al bailarín a diferentes límites físicos y emocionales, preparándolo así para las combinaciones técnicas del estilo personal de Móncia Cervantes influenciado por el coreógrafo Gustavo Ramírez. La segunda parte del taller está orientada al trabajo coreográfico, combinando repertorio y creación.

Las doce obras impregnarán a partir del viernes la atmósfera del Teatro del Mercado de movimientos y expresiones corporales que demuestran el arte de la danza.