El Gobierno de Aragón pretende declarar Bien de Interés Cultural el Círculo Católico de Huesca

Las ruinas del Círculo Católico conservan ejemplos de la arquitectura romana desde los siglos I a.C. al II-III d.C.
photo_camera Las ruinas del Círculo Católico conservan ejemplos de la arquitectura romana desde los siglos I a.C. al II-III d.C.
El Departamento de Educación, Cultura y Deporte va a declarar Bien de Interés Cultural el Círculo Católico de Huesca, una protección que servirá para seguir impulsando este espacio como lugar turístico de primer orden. Así lo ha manifestado este miércoles el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, en una visita que ha realizado al espacio junto al alcalde del municipio, Luis Felipe.

Las ruinas del Círculo Católico evidencian la importancia que tuvo la antigua Osca y conserva ejemplos de la arquitectura romana desde los siglos I a.C. al II-III d.C. Los restos son, asimismo, representativos de lo que debió comportar el proceso de romanización de las tierras aragonesas. Tal y como recoge la Ley del Patrimonio Cultural Aragonés, se declaran Bienes de Interés Cultural “los bienes inmuebles más relevantes del Patrimonio Cultural Aragonés que configuren una unidad singular”.

El Círculo Católico se encuentra en la zona de San Pedro el Viejo de Huesca, y ha sido objeto de excavaciones arqueológicas durante diferentes campañas dirigidas por varios arqueólogos que se iniciaron en 1991 y se prolongaron hasta 2006. Estas intervenciones han puesto al descubierto importantes restos, detectando ocupación del solar desde época romana (íbero-romana y romana imperial) pasando por la Edad Media (islámica y cristiana) hasta llegar a la Edad Moderna y Contemporánea.

De todas las intervenciones arqueológicas realizadas en el casco histórico de Huesca, son las excavaciones en el antiguo solar del Círculo Católico las que han supuesto un salto cualitativo y cuantitativo en el modo de ver la arqueología urbana en esta ciudad. Los trabajos realizados en la zona han permitido el descubrimiento de una potente secuencia estratigráfica, desde la prehistoria hasta la Edad Media, así como las estructuras y los materiales más representativos asociados a cada fase de ocupación, todo ello en un sector de la ciudad que representa la zona más rica y representativa de la arqueología oscense.

Los elementos que hoy pueden verse “in situ” suponen un magnífico conjunto de arqueología urbana de una ínsula ubicada en el área sur de la Osca romana. En ellos puede leerse con claridad parte de tres calzadas romanas, el arranque de los muros de un pequeño templo o sacellum in antis situado en el cruce de dos calles romanas, cuyo culto pudo estar asociado al dios Dionisos-Baco, a juzgar por algunas de las piezas de carácter excepcional recuperadas en su entorno inmediato.

Además, fueron expuestas en el Museo de Huesca dentro de una muestra que se realizó para mostrar al público la importancia del Círculo Católico. En el lugar se encuentran los restos de una domus con pavimentos en opus signinum y opus spicatum, además de otros añadidos y modificaciones de época islámica principalmente.