Aragón despide al artista Joaquín Carbonell en la capilla ardiente instalada en el Pablo Serrano

La capilla ardiente ha sido instalada en el museo Pablo Serrano
photo_camera La capilla ardiente ha sido instalada en el museo Pablo Serrano

El museo Pablo Serrano ha acogido este domingo la capilla ardiente de Joaquín Carbonell por la que han pasado numerosos ciudadanos que se han acercado a dar el último adiós al cantautor turolense fallecido este sábado por coronavirus. Durante toda la jornada se han despedido de Carbonell tanto representantes de la cultura y la política como amigos, vecinos y seguidores del músico.

Los primeros en acercase allí, además de la familia, han sido, entre otros el presidente de Aragón, Javier Lambán; el alcalde de Zaragoza; Jorge Azcón; la vicealcaldesa, Sara Fernández; el Justicia de Aragón, Ángel Dolado; la delegada del Gobierno en Aragón, Pilar Alegría; el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada; el alcalde de Alloza -localidad natal de Carbonell-, Miguel Ángel Aranda; la presidenta de la comarca Sierra de Arcos, Marta Sancho; la consejera Maru Díaz; el portavoz de IU en las Cortes, Álvaro Sanz y el portavoz de Ciudadanos en las Cortes, Daniel Pérez.

El presidente de Aragón ha calificado de dolorosa la muerte de Carbonell al que, ha confesado, consideraba un amigo. “Joaquín siempre fue un luchador, fuente de vitalidad que ha demostrado resistiéndose a morir hasta el final pero el maldito virus ha podido con él”, ha dicho. Para Lambán “fue el mejor cantante de finales de los 70-principios de los 80” y su obra “es impactante desde muchos puntos de vista”. “Aragón pierde a un hombre muy importante y en los próximos años se irá alabando su figura, que la tierra le sea leve y ojalá digamos, año tras año, que cada día Joaquín canta mejor”, ha concluido.

La siguiente en pasar por el féretro ha sido la delegada del Gobierno, Pilar Alegría, que ha reconocido a Carbonell como un “aragonés de pro y orgulloso turolense”. “Con su muerte todos nos hemos quedado un poco huérfanos”, ha dicho.

El presidente de las Cortes, Javier Sada, ha reconocido que una parte de su vida estuvo unida a Carbonell y sus conciertos “tanto desde el punto de vista de la reivindicación como del amor por Aragón”. “Hoy se ha ido un cantautor por excelencia que ha contribuido a construir el Aragón que somos hoy”, ha afirmado Sada.

Para el justicia de Aragón, Ángel Dolado, “todos los tenemos como un referente”. En su caso se ha remontado a su época de instituto para concluir con un emotivo “viva Carbonell, viva Aragón”. También se han acercado a rendir homenaje y trasladar sus condolencias a la familia el alcalde de Alloza -localidad natal de Carbonell-, Miguel Ángel Aranda y la presidenta de la comarca Sierra de Arcos, Marta Sancho, que han agradecido lo que ha supuesto para el pueblo y la comarca contar con un artista como él que siempre ha tenido esta tierra en mente.

También representantes del Ayuntamiento de Zaragoza se han acercado hasta el museo Pablo Serrano a despedir al polifacético artista. El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha descrito este día como “triste para Zaragoza, Aragón, España y el mundo de la cultura” por el fallecimiento de Carbonell que fue “un referente global de la cultura en nuestra tierra”. Azcón ha recordado el último concierto de artista el mes de diciembre en el Teatro Principal en el que recordó sus 50 años en los escenarios. “Hoy se lo agradecemos y lo recordaremos”, ha dicho. También la consejera de Cultura, Sara Fernández, ha recordado ese último concierto. “Su recuerdo seguirá vivo entre nosotros. Muchas gracias Joaquín”, ha pronunciado.

También Maru Díaz ha aprovechado esta ocasión para animar a “valorar nuestra tierra y nuestro arte como él hizo”. “Aragón hoy es un poco más feo y menos divertido”, ha dicho Álvaro Sanz. También el portavoz de Cs, Daniel Pérez, ha apelado al recuerdo y legado que queda del artista.

Más de 50 años sobre las tablas

Joaquín Carbonell nació en Alloza (Teruel), en 1947. Con 15 años abandona los estudios para dedicarse a la hostelería, y los retoma años más tarde, en el Instituto Nacional de Bachillerato Ibáñez Martín de Teruel (1967-1969), donde fueron profesores suyos José Antonio Labordeta, Eloy Fernández y el valenciano José Sanchis Sinisterra, luego consagrado como un gran dramaturgo. En el instituto ganó el primer premio de la canción, sin apenas saber tocar la guitarra, con “Crying in the Chapel” de Elvis Presley, en versión española de Francisco Heredero. Formó parte del grupo de teatro La Balumba, que quedó segundo en el concurso nacional celebrado en Orense, con “La zapatera prodigiosa” de García Lorca. En ese Teruel nació, de la mano de Labordeta, el movimiento de la nueva canción aragonesa, que incluye a Tomás Bosque, La Bullonera o al propio Carbonell, que en aquel entonces ya comenzaba a componer.

En 1976 editó su primer disco en RCA, “Con la ayuda de todos”, y desde entonces ha grabado más de 15 discos, dos de ellos dedicados a la figura del cantautor francés Georges Brassens, en español. Como músico ha creado canciones relacionadas con el club de fútbol Real Zaragoza, como Corazón de León, Zaragol o el himno oficial del septuagésimo quinto aniversario. Actuó en 1980 un par de veces en La Mandrágora, legendario bar de la madrileña Cava Baja, en una de ellas cantando canciones de Brassens y acompañado a la guitarra por Joaquín Sabina. Actuó en nueve ocasiones en el mítico programa de TVE “Si yo fuera presidente”, que dirigió Fernando G. Tola, y en el que coincidió con Joaquín Sabina y Javier Krahe. Además, dirigió y presentó varios programas de televisión en TVE en Aragón y, en colaboración con José Miguel Iranzo, realizó un par de documentales biográficos: “José Iranzo, el Pastor de Andorra” y “José Antonio Labordeta, con la voz a cuestas”.

Cultivó la faceta de escritor desde todos los ángulos posibles: poesía, biografía, novela y ensayo. Desde 2015 formaba parte del grupo Los 3 Norteamericanos, formación que tocaba canciones de los años 60, mezcladas con presentaciones cargadas de humor. Con ellos grabó dos discos en directo. A lo largo de estos 50 años, cantó en numerosas ciudades españolas y, por supuesto, en casi todos los lugares de Aragón, donde destacan cuatro actuaciones en la plaza del Pilar ante más de 200.000 personas, y un entrañable concierto en Salcedillo (Teruel), un pueblo de 9 habitantes, considerado el segundo más pequeño de España. Viajó en cuatro ocasiones a Argentina, invitado a radios y televisiones nacionales y para actuar en numerosas salas de conciertos de Buenos Aires, Rosario, La Plata; también en Uruguay, Chile, Costa Rica y República Dominicana.