La Diputación de Zaragoza premia doce guiones audiovisuales con 100.000 euros en total

La edición ha contado con un total de 74 propuestas de guiones de temática, técnica y tratamiento totalmente libre tanto en argumento como en género
photo_camera La edición ha contado con un total de 74 propuestas de guiones de temática, técnica y tratamiento totalmente libre tanto en argumento como en género

La Diputación de Zaragoza ha concedido doce galardones en la primera edición de sus premios Santa Isabel de guión audiovisual, que nacen para incentivar la calidad y la innovación en la literatura audiovisual de la provincia, y que en esta edición inaugural han estado dotados con 100.000 euros en total. Se han recibido más de 70 propuestas de guiones de todo tipo de géneros y temáticas relacionados con la provincia de Zaragoza, y que han sido escritos para documentales, largometrajes y cortos.

El jurado ha estado compuesto por los realizadores Maxi Campo y Elena Cid y por la productora Aurora Lago. Estos tres profesionales del mundo audiovisual han escogido a los premiados de los 12 galardones otorgados por la institución provincial: 10 para guiones escritos para documentales y películas de más de 20 minutos (dotados con 9.000 euros cada uno), y 2 para guiones orientados a producciones de duración inferior a los 20 minutos (dotados con 5.000 euros cada uno).

“Esta primera edición de nuestros premios de guión ha tenido una enorme acogida y ha sido muy celebrada en el sector audiovisual. Desde la Diputación de Zaragoza somos conscientes de que este es un momento muy difícil para la cultura, y es por ello que decidimos hacer un esfuerzo económico tan importante como este”, ha destacado la diputada delegada de Cultura de la DPZ, Ros Cihuelo, en la presentación de los premiados. Además, Cihuelo ha querido recalcar que estos galardones “nacen con vocación de continuidad y con el objetivo de recoger todo el esfuerzo y talento de los guionistas zaragozanos”.

La edición ha contado con un total de 74 propuestas de guiones de temática, técnica y tratamiento totalmente libre tanto en argumento como en género, pasando del suspense a la comedia o el drama, entre otros. No obstante, todas las obras presentadas al certamen debían estar relacionados con la cultura, la historia, el patrimonio, el paisaje o el arte de la provincia de Zaragoza o ser interés social o económico para sus municipios.

“Hay que destacar la altísima calidad de estos trabajos, que ponen de manifiesto el excelente pulso del audiovisual zaragozano, por lo que estamos seguros de que esos doce guiones se van a hacer realidad, y van a ver la luz como algo más grande todavía”, ha subrayado Cihuelo. “Algunos de los premiados son autores ya consagrados, mientras que otros son artistas más jóvenes que están viviendo sus inicios en el sector. Además, estos premios van a servir a su vez para promocionar y poner en valor la provincia de Zaragoza, protagonista esencial de las obras como escenario o como participación en los proyectos”.

Los guiones premiados

En la categoría de guiones para producciones de duración inferior a los 20 minutos, y dotados con 5.000 euros cada uno, los galardonados han sido:

Cangrejo araña, de Santiago Capuz Lamboglia. Considerado por el jurado “una compleja poesía visual que cuenta una historia bella e intimista”. Discurre de forma paralela en un tiempo y en un espacio indefinido, y se solapa con la historia de otro personaje, que al desarrollarse cierra un bonito círculo. La segunda obra Pancho y curro, de Alfredo Andreu Ríos. Una historia de amistad interracial entre dos niños de un barrio obrero en tiempos de pandemia, con giros en su relación y con un trasfondo educativo y social nada cándido.

En la categoría de para guiones escritos para documentales y películas de más de 20 minutos, dotados con 9.000 euros cada uno, los premiados han sido:

1999, de Alejandro Cortés Calahorra. El jurado destacó este proyecto de película por estar “bien armado y en desarrollo”. Ha sido uno de los galardonados porque, inspirado en una época y basado en hechos reales, es un relato crudo y de contrastes donde los tres jóvenes protagonistas y sus entornos muestran un perfil psicológico complejo. Las ideologías extremas, las drogas, la violencia, la música bacaladera, el enfrentamiento entre tribus y las míticas discotecas tienen un papel fundamental en la narración, que a su vez guarda relación con los sucesos de Zaragoza y las Cinco Villas.

También El mundo en sus manos, de Lucas Castán Rasal. Refleja una vida compleja de un personaje bien construido, en una estructura a base de flashbacks y flashforwards que engancha en su lectura. De especial interés la ambientación en una Zaragoza de época que resulta lejana y cercana al mismo tiempo.

El tercer galardonado ha sido Talión de Andrés Chueca Ferrer. Un guion que indaga en las circunstancias de un tema tan complejo como el terrorismo islámico. La psicología de los personajes se construye a base de acciones, que desentrañan un mundo lleno de contradicciones humanas. Se sitúa en una Zaragoza no fácilmente visible. El autor nos permite echar un vistazo al mundo del protagonista, debajo de la superficie y explorar otros mundos incómodos.

La noche gira, de Miguel Casanova Rodríguez, también ha recibido su galardón. El desarrollo es intenso y mantiene la tensión hasta el final. Entre saltos temporales, la historia de los personajes se cruza con el movimiento del 15M de fondo. Además de inspirarse en un suceso real, se cuestionan los límites de la responsabilidad individual, las actuaciones de los cuerpos de seguridad y la veracidad de los medios de comunicación. Quedan bien reflejados los problemas de comunicación entre los padres y sus hijos adolescentes. La acción se desarrolla en la provincia de Zaragoza.

Otro trabajo premiado ha sido Perseidas, de Ignacio Lasierra Pinto. Guion muy trabajado e interesante que se lee rápido y está muy bien escrito, con diálogos y escenas nada forzadas y creíbles. Destaca la construcción del arco de la protagonista, una chef de prestigio afincada en Uruguay que regresa a España al entierro de uno de sus progenitores, cuya relación mantenían rota. Además del valor de la amistad y la huella de la infancia, presenta buenos contrastes: presente y pasado, mar y tierra, calidez y frío, moderno y tradicional…, y pone de relieve los dificultades que en los entornos rurales se encuentran para desarrollarse con plena libertad sexual. Se desarrolla en los Monegros y en un entorno.

El sexto guion premiado ha sido Los últimos días de enero, de Ignacio Estaregui Valenzuela. Sumerge en las circunstancias del personaje y todas sus vivencias en una lectura adictiva, con un marcado género que se atreve a fluctuar por diferentes ambientes. El personaje y su caída al infierno genera sentimientos contradictorios en el viaje del antihéroe.

El séptimo, Los tres usos del cuchillo, de Guillermo Bandrés Bados. Comedia romántica original y arriesgada. Un ejercicio de metacine en la que los protagonistas, un guionista y una actriz que no sintonizan, se ven obligados a reescribir la ficción en la que participan y, sin quererlo, las decisiones que toman tienen repercusiones concatenadas y que saltan en espiral en los distintos niveles de realidad. Plantea recursos argumentales y visuales muy originales.

La memoria en llamas, de Gaizka Urresti de Valderrama también ha conseguido su premio. Historia ambientada en la provincia de Zaragoza y basada en un hecho real. Es un guión bien estructurado y con unos personajes que tienen un arco de evolución interesante y acorde con el avance de la historia.

El guion de El grupo, de Daniel Tejero Hernando ha sido el noveno galardonado. Se trata de una comedia ágil y divertida, con personajes claros y diálogos que enganchan. Tiene una buena estructura que le aporta dinamismo y entretenimiento en un género, la comedia que es especialmente complejo de guionizar.

Y por último, Fleta tenor mito, de Germán Roda Amador. Documental sobre una figura muy interesante para Zaragoza: el tenor Miguel Fleta. Tiene muy buena estructura de narración que te va llevando por la historia del personaje de una manera muy amena sin perder el rigor histórico.