El Teatro Principal recuerda los detalles y la sutileza de la danza única de Alicia Alonso

Lázaro Carreño y Mayda Bustamante, maître y responsable del espectáculo // Elena Albiac
photo_camera Lázaro Carreño y Mayda Bustamante, maître y responsable del espectáculo // Elena Albiac

La grandeza y reconocimiento de toda vertiente artística repercute en la creación de un sello propio con el transcurso de los años. El tiempo simula la fragilidad de los movimientos de la danza y la sutileza de Alicia Alonso. Considerada una de las personalidades más relevantes en la historia de la danza a nivel mundial, el Teatro Principal de Zaragoza se ha propuesto homenajearla en el centenario del nacimiento de la artista con la ayuda de estrellas internacionales que han sido educados con la influencia de Alonso. El próximo fin de semana, el sábado y domingo a las 19.00 horas, la huella y el prestigio de Alicia Alonso se dejará ver en el Principal por un precio de entre cinco y 25 euros.

Los artistas que participan en la gala recrean parte del repertorio de la danza clásica donde Alicia Alonso brilló con una técnica, estilo y atribución propia. El elenco está formado por estrellas del Ballet Nacional de Cuba y del Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires, además de otros bailarines de la danza de España y Perú. Con la coreografía de Alberto Alonso, esta cita doble entre el recuerdo de Alicia y el compromiso de los artistas promete ser un auténtico homenaje.

El propio gerente del Patronato de las Artes Escénicas, José María Turmo, ha definido el espectáculo como un “caso único”. Alicia Alonso estuvo ejerciendo su pasión hasta una edad avanzada; ni siquiera sus problemas le impidieron seguir bailando. “Alicia Alonso fue invidente y bailó. Para los que conocen la danza tienen que saber lo difícil que puede ser para una bailarina girar sobre un mismo punto. El primer desprendimiento de retina lo tuvo con quince años”, ha explicado la amiga de la artista y responsable artística del espectáculo, Mayda Bustamante.

Alicia Alonso es considerada una artista única // Elena Albiac

“Cuando hablamos del repertorio que se va a presentar en la gala, que es parte de lo que Alicia bailó, hay que tener en cuenta que solo ella podía interpretar esto. Es un reto enorme para los bailarines”, ha manifestado el maître, ensayador y regidor, Lázaro Carreño. El espectáculo no es una gala de danza al uso; además de contar con el legado de Alicia, Mayda Bustamante ha adelantado que a los asistentes les espera una muestra audiovisual que será “una auténtica sorpresa”.

Alicia Alonso

Alicia Alonso nació en La Habana en 1920; con tan solo once años inició sus estudios en la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical, una decisión que la acabaría convirtiendo en la figura más longeva de la historia de la danza. Posteriormente, continuó su formación con Enrico Zanfretta, Alexandra Fedórova y varios profesores de la School of American Ballet. Fue la intérprete principal en el estreno mundial de obras con una relevancia internacional evidente, como “Fall River Legend” o “Theme and Variations”, y también actuó como primera bailarina en numerosos países con American Ballet Theatre. En 1943 llegaría su interpretación más emblemática con Giselle en el Metropolitan Opera House de Nueva York.

Unos años más tarde fundaría el actual Ballet Nacional de Cuba, precisamente el lugar del que han salido los artistas que ahora, más de 70 años después, la homenajean a ella. Reconocida a nivel mundial, sus versiones se han bailado en compañías como los Ballets de la Ópera de París, la Ópera de Viena, la Ópera de Praga, el Teatro alla Scala de Milán o el Real Ballet Danés.

La gala en honor a Alicia Alonso se materializa en dos horas de recuerdos, sensaciones y movimientos que están teñidos de una identidad propia. Durante el 8 y 9 de mayo a las 19.00 horas el Teatro Principal continúa con su apuesta por recordar la labor de los artistas más recordados; el turno de Alicia llega con la fragilidad y los detalles que ella misma depositó en el Ballet Nacional de Cuba.