El Disc-jockey ha regresado a Zaragoza con una sesión muy especial. FOTO: Ramón Comet.

Probablemente los romanos cuando construyeron su teatro en la antigua Caesaraugusta, allá por el siglo I d.C., no habrían imaginado el espectáculo que ha albergado su escenario cientos de años después. La música electrónica ha resonado este miércoles en sus paredes de la mano de DJ Nano, que ha ofrecido una sesión desde la capital aragonesa en formato streaming.

El Disc-jockey ha regresado a Zaragoza tras varios meses actuando en distintos escenarios nacionales. No era la primera vez que venía a Aragón, lo lleva haciendo 20 años, pero nunca de esta forma. “Tengo mucho cariño a Zaragoza, primero por como siempre me ha acogido desde hace muchísimos años”, comentaba el artista minutos antes de comenzar a pinchar.

Para esta sesión tan especial el artista ha escogido “Oro Viejo”, un show que lleva realizando desde hace 18 años. “Es la historia musical de mi vida y la historia del baile de España”, ha explicado. DJ Nano viene de actuar frente a cientos de personas en el Wizink Center de Madrid y ahora lo hace en un escenario vacío, pues sus seguidores estuvieron detrás de las pantallas, disfrutando de la sesión virtual.

Aunque el calor del público es muy necesario para la música en directo, DJ Nano ha querido alabar este nuevo formato: “En estos dos últimos años he hecho muchas cosas en digital con unos resultados fantásticos donde me ha conocido mucha gente que a lo mejor jamás habría venido a un concierto mío, me ha estado viendo desde sus casas, desde sus móviles”, comentaba el artista.

DJ Nano lleva más de tres décadas pinchando, “debe ser buena genética”, bromeaba al ser preguntado por ese secreto de estar por encima de las modas musicales. Ahora ha presentado un proyecto bastante diferente al de la mesa de mezclas: su propia novela autobiográfica “Al otro lado de la cabina” donde disecciona su carrera musical. “En él me abro muchísimo, no solamente cuento mi vida profesional, también mi vida personal. La gente lo ha captado y lo ha entendido, eso es lo más bonito. Estoy muy orgulloso”, concluía el músico antes de abrir su sesión en el Teatro Romano de Zaragoza.

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