Imagen de Jorge Pardo
Jorge Pardo lleva nueve años al frente de la Escuela Museo de Origami de Zaragoza

Sin cortes ni pegamento. Así es el arte del origami que, pliegue tras pliegue, halla obras de arte únicas en un simple trozo de papel. Esta es una técnica ancestral japonesa que se ha popularizado en todo el mundo, incluido Zaragoza. Uno de los mayores exponentes de la capital aragonesa en el arte de la papiroflexia es Jorge Pardo, director de la Escuela Museo de Origami de Zaragoza.

Ingeniero de profesión, el zaragozano comenzó a cultivar su pasión por la papiroflexia durante la mili, donde hacía barcos y aviones de papel. No obstante, su interés se agudizó en la Expo de Sevilla de 1992 al ver la exposición del plegador japonés Akira Yoshizawa. Fue entonces cuando empezó a asistir a convenciones de origami y a recabar nuevas técnicas y modelos.

Años más tarde, tras la crisis de 2008, Jorge Pardo se quedó en paro y empezó a dedicarse a su hobby. Organizó varias exposiciones de papiroflexia en el Centro de Historias y, tras el éxito que alcanzaron, el zaragozano se dio cuenta de que era el momento de ir más allá. Así surgió la Escuela Museo del Origami.

Este espacio se puede visitar de manera gratuita durante este viernes, 11 de noviembre, con motivo de la celebración del Día Mundial del Origami.

La Escuela Museo del Origami de Zaragoza realiza exposiciones, cursos, talleres y diversas colaboraciones

PREGUNTA.- ¿Qué es la Escuela Museo del Origami de Zaragoza?
RESPUESTA.- La Escuela Museo del Origami surgió en diciembre de 2013. Vamos a cumplir ahora 9 años y somos los primeros de Europa en tener un espacio dedicado a la papiroflexia. Nuestro contenido cambia cada tres meses, tenemos una primera parte fija en la que contamos la historia o a técnicas y el resto de salas acogen obras de otros artistas. La que tenemos ahora es de la artista Beth Johnson. Además, nuestro fondo de figuras lo usamos para hacer exposiciones fuera de Zaragoza. Ahora mismo tenemos una en Jaca y otra en Salamanca. Nuestro objetivo es exportar la idea del museo de origami a otros lugares.

«Mi técnica es juntar muchos papeles y formar figuras. Sin cortes ni pegamento, tan solo con los pliegues»

P.- Además de ser el director de la EMOZ, usted también es un gran aficionado a la papiroflexia. ¿Cómo es el proceso de elaboración de sus piezas?
R.- Cada uno tiene su forma de crear. Yo voy jugando o veo algún modelo que me gusta y lo intento adaptar. Mi técnica es juntar muchos papeles y formar figuras. Sin cortes ni pegamento, tan solo con los pliegues. El modelo más famoso que tengo es el Flexiball, que tiene una unión de papeles con pliegues bastante fuerte y se puede cambiar de forma. Yo creo que este arte lo podemos comparar con la música. Están los que crean las melodías nuevas y luego están los que lo interpretan. Al final vas tomando y creando modelos y vas adaptándolos a tu técnica.

Su técnica con el origami se basa en juntar cientos de papeles con pliegues para formar obras de arte

P.- ¿Cuántos pliegues se pueden llegar a hacer para crear una pieza?
R.- Antiguamente se hacían con poquitos pliegues. A día de hoy se puede utilizar el ordenador para crear algún tipo de modelo y se pueden llegar hacer cientos e incluso miles de pliegues en un mismo papel. Lo mío es más de juntar muchos papeles, pero con el hiperrealista o geométrico se pueden llegar a hacer 800 o más de mil pliegues.

P.- ¿Se puede decir que la digitalización también ha llegado a la papiroflexia?
R.- Sí, hay un artista de origami, Robert Lang, que también es ingeniero y ha trabajado para la Nasa con el despliegue de las antenas en el espacio. Él creó un programa de ordenador que te ayuda a hacer la primera vista del patrón de plegado. A partir de la creación de este programa y su evolución, mucha gente en el mundo lo utiliza para hacer estos plegados. Es un avance bastante importante.

P.- El origami ha tenido presencia en series como La Casa de Papel, ya que había escenas en las que el profesor se ponía a doblar pajaritas o grullas. ¿Esta representación ha ayudado a que la gente tuviese más interés en el origami?
R.- La personalidad del personaje del profesor era un poco metódica y quizá compulsiva, y está muy bien que se incluyan esas escenas con la pajarita, que es la típica figura española. Otra película que ha tenido mucha repercusión en el sector del origami es “Mientras dure la guerra” de Alejandro Amenábar porque Miguel de Unamuno era un gran aficionado a la papiroflexia y uno de los pioneros en España. Todas las escenas de papiroflexia en la película fueron asesoradas por Juan Gimeno, que es del grupo zaragozano de papiroflexia. Cuando Amenábar vino aquí me comentó que la papiroflexia era como unas tornas dentro de su película y que le habían dado una importancia muy grande en su película. Entonces creo que la representación dentro del cine nos ayuda mucho a generar ese interés por la papiroflexia en el origami.

P.- ¿Cuáles son los próximos proyectos de EMOZ?
R.- Queremos seguir cambiando cada tres meses las exposiciones, seguir enseñando a los niños y jóvenes que vienen, así como seguir haciendo exposiciones fuera de Zaragoza. También pensamos que es muy importante colaborar con otras entidades locales, como la que haremos dentro de poco con el Acuario de Zaragoza. Lo que si nos gustaría a medio-largo plazo es abrir delegaciones del museo en alguna ciudad española o del resto del mundo. Nosotros somos el primero de Europa y el más antiguo, pero cuantos más museos haya por el mundo, podremos colaborar y continuar creciendo.

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