Pedro Simón: "Todo el mundo puede ser protagonista de una novela, solo hay que abrirse"

Pedro Simón
photo_camera El escritor y periodista Pedro Simón ha presentado este jueves en Zaragoza su última novela "Los incomprendidos"

En muchas ocasiones, el silencio abismal se cuela entre las sobremesas familiares con preguntas vacías y respuestas de cortantes monosílabos. Un silencio que se vuelve más profundo cuando el niño de la casa se transforma en adolescente a pesar de que su cabeza está abarrotada de ruido, miedos e inseguridades. En contraposición se encuentran unos padres que, apabullados por la rutina, el trabajo y la culpa, dejan pasar los días y, con ellos, la vida. Así, padres e hijos se convierten en unos completos desconocidos que ya no son capaces de entenderse como antes. Pasan a ser unos incomprendidos. Y precisamente de ello se encarga de hablar el escritor y periodista Pedro Simón (Madrid,1971) quien, con el corazón en el puño, narra una historia desgarradora sobre una familia dividida por un trauma que todavía no se ha dejado atrás. Esta historia es "Los incomprendidos", la tercera novela del autor que se ha presentado este jueves en Zaragoza.

Simón es periodista de El Mundo y ha recibido múltiples reconocimientos como el Premio Ortega y Gasset en 2015, el Premio al Mejor Periodista del año de la APM en 2016 o el Rey de España de Periodismo en 2021. En su última obra, el también escritor se abre en canal para hablar de lo que todo el mundo tiene el común: el dolor.

PREGUNTA.- ¿De dónde nace la historia de “Los incomprendidos”?
RESPUESTA.- Nace de muchas cenas con amigos en las que siempre terminamos hablando de los hijos, y si son adolescentes acabamos hablando con más fiebre, más frustración, más incomprensión. Quería construir una novela que anudase todas esas cosas por lo que cuento la historia de una familia de clase media formada por los padres Javier y Celia, y los hijos, la adolescente Inés y el pequeño Roberto. Hay una tragedia en la familia, hay un trauma del que no se quiere hablar y la novela se va debatiendo en un juego de espejos entre el padre y la hija.

Para mí es una novela que habla de los silencios, de cómo las cosas que no decimos lo van ocupando todo. Otro gran tema es el de la culpa, los padres siempre educamos con culpa, es una cosa muy viscosa que siempre está ahí. También analizo la gestión del trauma, que hacemos después de que nos pasa algo gordo en la vida y también está tema de la incomprensión generacional anudado con todo este trauma y esta forma marciana que tenemos de relacionarnos los padres con nuestros hijos.

P.- Los personajes conforman una familia muy normal con la que todo el mundo podría sentirse identificado...
R.- Yo creo que todo el mundo puede ser protagonista de una novela, hay una parte de la vida de cada persona que daría para una novela pero no queremos contarlo. Abrirse y mostrar debilidad da miedo y reparo. Creo que lo cotidiano es maravilloso, familias que aparentemente son normales, rascas en ellas y hay alguna cosa encriptada que daría para una novela. Todas sienten amor, dolor, incomprensión, felicidad, celos…

Novela Los Incomprendidos de Pedro Simón
Pedro Simón narra en "Los incomprendidos" una historia de una familia normal dividida por un trauma familiar, las diferencias intergeneracionales y la culpa

P.- Un tema recurrente en la novela es la incomunicación intergeneracional. ¿Es más difícil ser adolescente actualmente?
R.- Sí. El padre hace una reflexión en la novela sobre qué adolescencia es más dura, si la suya en los años 80 o la de su hija. Él concluye que la de su hija y yo también lo creo. Hay un momento de la novela en el que la niña dice “la adolescencia puede ser un infierno, basta con el cielo de los otros”. Basta que en Instagram veas que tus amigas tienen más amigos y que son estupendas para que tú consideres que lo tuyo es una birria en una época en la que la autoestima ni la personalidad está formada. Ese efecto espejo es horrible. El tío que te hacía la vida imposible en los 80, a las cinco de la tarde desaparecía mientras, que ahora está constantemente a través de las redes. Yo no sé cómo sería si hubiese tenido un móvil en mi adolescencia, sería dinamita.

P.- ¿Cómo ha sido meterse en la cabeza de una adolescente?
R.- Yo tengo dos hijos adolescentes, uno de 15 y otro de 18. No me era muy difícil meterme en la mente del padre porque lo soy, pero me interesaba ponerme en la piel de la chica. Porque los adolescentes sufren, quieren hablar aunque no puedan, sienten culpa, les gustaría ser más afectivos pero no les sale. Hay muchos perjuicios con los adolescentes, les insultamos muchas veces llamándoles “ninis” y creo que es al contrario, creo que son lo mejor que tiene este país. Creo que de alguna manera la adolescente de la novela se siente maltratada, no por sus padres, sino por la sociedad en general. Es un mundo muy áspero para los jóvenes.

Lo que nos iguala en la vida, más que la felicidad, es el dolor

Pedro Simón, escritor y periodista

P.- ¿Cuál ha sido el mayor reto al escribir este libro?
R.- Desnudarse. Yo creo que escribir consiste en que la gente vea tus heridas, tu ridículo, lo más vulnerable y que te dé igual. La literatura es poder contar el momento justo en el que cae la gota y el vaso se derrama. El reto era que fuese de verdad, ya no tanto la historia, sino los sentimientos. La sensación de culpa, de soledad, de querer, que no te entiendan. Cuando hablas de los sentimientos de la gente desde tu yaga, la gente se siente atraída por tu verdad.

P.- Uno de los personajes más curiosos es tía Clara, la aliada de Inés en medio de la tormenta. ¿Qué se puede rescatar de este personaje para traerlo a la vida real?
R.- Yo creo que no envejecemos con el paso del tiempo sino cuando dejas que te aplaste el dolor. Hay gente de veinte años muy vieja porque ha dejado que el dolor le haga papilla y hay gente de 60 que parece muy joven porque ha sabido gestionar muy bien las ostias. ¿Qué pasa con tía Clara? Que ella tiene su propia mierda, pero la ha gestionado muy bien e incluso parece más joven que su sobrina. Es un personaje muy luminoso que me apetecía incrustar dentro de una historia dura y es un homenaje a todos esos tíos y tías que no tienen hijos, que tenemos casi todos. Muy generosos, dispuestos a escuchar, que son un modelo a seguir… Son como tíos “prime”, casi como hermanos mayores. Entonces de tía Clara podríamos rescatar todo eso, la manera de afrontar los problemas y la generosidad.

P.- ¿Qué cree que ha aportado el periodismo a su perfil como escritor?
R.- El periodismo o el reporterismo tiene que ver con eviscerar al otro y yo creo que la literatura tiene que ver con eviscerarte a ti mismo. Creo que el hecho de tener delante a gente rota que tú has eviscerado y se ha desnudado delante de ti hace que sepas que el dolor es común a todos. Todos tenemos un dolor pequeño o grande, ya sea en el alma o en una rodilla. Lo que nos iguala en la vida, más que la felicidad, es el dolor. Y yo creo que en mí el periodismo me ha ayudado a que yo sepa destilar ese dolor.