Estas son las fotografías que podrían traer un Goya a Aragón

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Comparten el nombre con los premios más prestigiosos del cine español pero los Goya de Fotografía y Video Profesional nacieron algo antes, en 1983. Lo hicieron, como no podía ser de otra manera, en la tierra del ilustre pintor, y cada dos años reconocen a los mejores trabajos del panorama nacional en diferentes categorías. Apenas quedan unas horas para que se descubran cuáles son y es que este sábado se celebra la gran gala en el Centro de Historias de Zaragoza. De los 60 finalistas de este año, cuatro son aragoneses (Diana Cebrián, Arancha Benedí, Javier Cerdán y María José González) y los nervios ya empiezan a notarse, pues hacerse con un Goya de Fotografía es algo a lo que cualquier profesional del sector aspiraría.

Y es que una de las particularidades de estos Goya es que solamente fotógrafos y videógrafos profesionales pueden presentar sus obras. Hasta hace poco estas debían de ser inéditas pero como ya se sabe que con las tecnologías eso es complicado, la norma se ha relajado y los candidatos solo tienen que limitarse a presentar aquella que más les guste. En el caso de Diana Cebrián eso se traduce en la fotografía en blanco y negro de dos bebés. Un trabajo especial que la ha llevado a convertirse en una de las diez nominadas en la categoría de Infantil.

"Para cualquier fotógrafo ya solo estar entre los nominados es todo un orgullo y ya aspirar a hacerte con el Goya un sueño. Cuando el jurado me comunicó que estaba entre los nominados me hizo muchísima ilusión y todo el mundo dice que la foto es muy bonita así que quizás sí que tenga alguna posibilidad", ha explicado Diana Cebrián.

La fotógrafa compite en la categoría de Infantil con otra aragonesa, María José González, que aspira a un Goya por partida doble ya que también está nominada en la categoría de Comunión. Un jovencísimo limpiabotas es la apuesta de Javier Cerdán dentro de la categoría Libre y la crudeza de la realidad la de Arancha Benedí en la categoría de Gráficos.

Dice Salvador Palos, presidente de la Asociación de Fotógrafos y Videógrafos Profesionales de Aragón, que las bodas parecen una cosa sencilla pero que en realidad tienen una gran dificultad. Y quizás por eso estén presentes en el certamen tanto en foto como en vídeo aunque, este año, ningún fotógrafo ponga el toque aragonés en estas categorías. Dice también que estos premios tienen alguna que otra singularidad y que la más llamativa es que los galardonados no reciben nada. Nada si quitamos el prestigio y la emoción de recibirlo, claro, pero no hay dotación económica. De hecho, son los futuros premios Goya los que pagan por recibirlo.

"Los participantes pagan una inscripción y es con eso con lo que costeamos la gala cada dos años. Quizás eso hace que todavía tenga más mérito porque la gente que se inscribe es porque realmente le importa ese galardón y sabe el prestigio de recibirlo", ha reconocido el presidente de la asociación.

Así, seis fotógrafos y dos videógrafos (de las ocho categorías diferentes) descubrirán en apenas unas horas si su obra es la mejor de España en una nueva gala de los Goya.