El calor del hogar y la vuelta al lugar de origen es siempre una sensación reconfortante. Precisamente este sentimiento de arraigo y de apego hacia el hogar es el que desprende el escritor Miguel Mena en su libro “Zaragoza. Historias de ida y vuelta”, en el que recopila 52 historias de zaragozanos que han vuelto a su pueblo para trabajar después de años fuera.
Este manuscrito, impulsado por la Cátedra DPZ sobre Despoblación y Creatividad, recoge testimonios de profesores, músicos, arquitectos, ingenieros, periodistas y otras tantas personas con profesiones muy diversas que han cambiado su vida en el extranjero o en las grandes ciudades para regresar a su localidad natal. Como resalta el escritor, volver al pueblo no es sinónimo de fracaso, ya que todas las personas que han tenido que “inventarse una nueva vida” con valientes emprendimientos o retomar el negocio familiar.
En total, en este manuscrito se recoge la historia de personas de 45 municipios diferentes, con profesiones muy diversas. Respecto a las edades, se trata principalmente de la generación de los 80, aunque también existen testimonios de personas de hasta 78 años.
“A mí estas más de 50 personas me han enseñado mucho sobre el apego, sobre la fuerza de voluntad, la cercanía y la proximidad. También me han enseñado que la idealización de casi todo es una tontería. Lo idílico no existe ni en el campo ni en la ciudad”, ha mencionado el autor.
EL ARRAIGO NO LO ES TODO
Las más de medio centenar de historias tienen algo en común: la vuelta a sus orígenes de sus protagonistas, quienes han decidido hacerlo por causas laborales o personales. Una de las historias que se recoge en este libro es la de Victoria Arévalo, que tras haber estudiado Turismo y haberse formado en diferentes programas internacionales, decidió volver a su pueblo Aniñón y montar su propia consultoría estratégica de marketing. De ello hace ya 10 años.
Como ha señalado Arévalo, no todo ha sido un camino de rosas por las dificultades en cuanto a servicios en el mundo rural, por lo que, ha indicado que «el arraigo no lo es todo». No obstante, la aniñonense se muestra muy contenta con su elección. “Tomar la decisión de irte al pueblo es difícil. La mayoría de gente de tu alrededor te da más ‘noes’ que ‘sies’ cuando les dices que vas a emprender en el mundo rural. Luego, la realidad de los pueblos es dura. Hay servicios que son básicos y necesarios como el trabajo, tiendas para ir a comprar, un colegio para llevar a los niños o una actividad cultural o social que vaya más allá de lo que haces en tu día a día de trabajo”, ha señalado Victoria, remarcando que no es tan diferente vivir en un pueblo que en una ciudad.
Otra de las historias que recoge este libro es la del ingeniero de Castejón de Valdejasa, Ignacio Sancho. Cuenta que hace años renunció a su puesto de trabajo en Zaragoza para abrir junto a su hermano una empresa para comercializar el producto típico del municipio, el conejo escabechado. “Los primeros años fueron muy duros, pero ahora estamos encantados. A día de hoy, hemos creado más negocios aprovechando la herencia familiar agrícola con la plantación de olivares para hacer nuestro propio aceite de oliva y también tenemos un proyecto de bodega de vinos para crear nuestro propio vinagre”, ha comentado. «Siempre he vivido en la ciudad, pero yo sabía que mi vida estaba en el pueblo», ha concluido
El libro “Zaragoza. Historias de ida y vuelta” ya está disponible en librerías. La presentación se realizará este miércoles 15 de marzo a las 19.00 horas en el antiguo salón de plenos de la DPZ. El acto estará conducido por la diputada delegada de Cultura de la DPZ, Ros Cihuelo, y también intervendrán el autor, Miguel Mena; el director de Cátedra de la DPZ, Vicente Pinilla; y la editora de Pregunta Ediciones, Reyes Guillén. La entrada, por la calle Cinco de Marzo 50, será libre hasta completar el aforo.