Sole Giménez, Itziar Miranda, Silvia Marsó y Marta Fernández alzan la voz y hablan de mujeres en el Auditorio

Foto de grupo de la charla
photo_camera La charla ha estado llena de anécdotas y reflexiones

La charla se llamaba "Mujeres al habla. Conversaciones distendidas para temas trascendentales". Y aunque la cómica y monologuista María de Rada estaba convencida de que no hay nada más trascendental ahora mismo que lo de Shakira y Piqué, la realidad es que lo que ocurría esta tarde en el Auditorio de Zaragoza iba más allá de un desengaño amoroso (por muy interesante que este sea). Cuatro mujeres "extraordinarias", como las ha definido la periodista Susana Luquín, que "nunca han tenido miedo de alzar la voz" y por eso, Sole Giménez, Itziar Miranda, Silvia Marsó y Marta Fernández han hablado de mujeres, igualdad, estereotipos y lucha conjuntas en una sala Luis Galve abarrotada de un público fundamentalmente femenino.

Al ritmo de "Cómo hemos cambiado" de Presuntos Implicados arrancaba una conversación en la que la que fuera cantante del grupo, Sole Giménez, reconocía haber tenido que cuadrar con la agenda de giras y conciertos el quedarse embarazada. La actriz Itziar Miranda decía lo propio con "Amar en tiempos revueltos" y "Amar es para siempre". "Había que cuadrarlo con el guion, claro"…, decía en tono ácido arrancando las risas de las asistentes. A la periodista Marta Fernández, sin embargo, le habían asignado la categoría de sospechosa "porque qué otra cosa va a ser una mujer que no tiene hijos". "Claro como una no tiene hijos pues ala ponte tú a trabajar en agosto y a presentar los informativos de Nochebuena, Nochevieja, Navidad…", decía entre risas.

La charla distendida ha sido y los temas trascendentales también. "Estamos todas un poco hartas de esa conciliación que no es nada más que que las mujeres reducimos nuestra jornada laboral y nuestro sueldo para poder cuidar a los niños. Si hubiera una corresponsabilidad no haría falta que nosotras conciliáramos porque lo haríamos juntos", ha explicado Itziar Miranda. El ayer también ha salido en la conversación y es que "gracias a las que lucharon entonces nosotras estamos aquí", ha reconocido Marta Fernández. "A las mujeres en los 70 se les vendió que podían trabajar, que podían quitarse el sujetador, ser libres y ponerse flores en el pelo. Pero se les engañó porque no se les dijo que luego, al volver a casa, tendrían que poner la lavadora y cuidar a los niños", ha explicado la periodista.

El humor ha sido el hilo conductor de la charla a pesar de que a María de Rada más de uno le haya dicho que es demasiado graciosa para ser mujer. También demasiado grosera o demasiado poco guapa o un sinfín de demasiados que parecían no importarle. Como para importarle siendo ella la inigualable voz del tranvía de Zaragoza, la presentadora de un programa de Aragón TV que emitían un sábado a las ocho de la mañana, la coach sexual de Corinna o la redactora de los discursos de Rajoy. Ahí es nada. Sea como sea, la cómica, monologuista y "mito erótico" ha hecho estallar en aplausos y carcajadas a un Auditorio lleno.

La charla también ha dado para hablar de los proyectos personales de las invitadas. Desde el recital de poesía y música de Silvia Marsó (jueves 15 de marzo en el Centro Cívico Delicias) sobre aquellas mujeres que le inspiraron, hasta los cuentos de Itziar Miranda sobre mujeres olvidadas en la historia pasando por esa recuperación de canciones escritas por mujeres que Sole Giménez se encarga de sacar a la luz. "¿A que nadie sabe quién escribió 'Bésame mucho'?, preguntaba la cantante. Y aunque algún despistado se animaba a decir que Ana Belén, la realidad es que fue Consuelito Velázquez. "Todo el mundo conoce a Serrat o a José Luis Perales pero poca gente sabe que Mari Trini estaba a la altura de ellos como una de las voces más importantes del país. Y es una pena".

Y así, entre mujeres de hoy, ayer, estereotipos, prejuicios y una igualdad "que todavía no existe" se ha sucedido una charla en la que Sole Giménez, Itziar Miranda, Silvia Marsó y Marta Fernández han enseñado lo bien que sienta no callarse nunca y alzar la voz por lo que uno cree.