Prohibido no tocar: la nueva sala “Entre Luces” del Pablo Gargallo vive la cultura accesible

Se acabaron las miradas por acercarnos demasiado a un cuadro o escultura en un museo en la nueva sala “Entre Luces”
Una nueva sala permitirá al visitante tocar varias réplicas de obras de Pablo Gargallo | Foto: Laura Trives
photo_camera Una nueva sala permitirá al visitante tocar varias réplicas de obras de Pablo Gargallo | Foto: Laura Trives

Se acabaron las miradas por acercarnos demasiado a un cuadro o escultura en un museo. Al menos en la nueva Sala “Entre Luces” del Museo Pablo Gargallo de Zaragoza. En tan solo unas semanas acercarse a la obra del escultor aragonés será una experiencia más inmersiva que nunca. Y es que este espacio va a permitir a sus visitantes tocar y acariciar réplicas de algunas de sus obras realizadas, en esta ocasión, por el alumnado del Grado Profesional de soldadura, calderería y construcciones metálicas del Centro San Valero.

“Pequeña Bailarina española”, “Buey” o “Silueta de Muchacho” son algunas de las esculturas inspiradas en la obra de Pablo Gargallo con las que se ha trabajado, pero no las únicas. Todas ellas se han llevado a cabo con los materiales originales y recreando todo el proceso de elaboración de esculturas en chapa metálica, permitiendo al alumnado formarse en un oficio a través del arte.

En definitiva, meses de trabajo, esfuerzo y dedicación. "Para nosotros ha sido un cambio totalmente diferente. De estar soldando pletinas o chapas a pasar a conformar cobre y soldar que es un proceso complicado ya que es un material que enseguida se calienta y se funde", ha explicado una de las alumnas, Lucia Acerete.

ACCESIBILIDAD

El objetivo de esta sala es el disfrute del arte y la cultura a través de los sentidos para todas las personas independientemente de su condición o capacidades. Para ello, cuenta con múltiples recursos realizadas en colaboración con ONCE, Atades, Fundación DFA o el Colegio La Purísima. Para ello, además de tocar, las obras también podrán escucharse o leer en braille.

"Es muy agradable porque te llevas la satisfacción de haberlo hecho y haber aportado tu granito de arena en este proyecto que además es muy bonito. Va dirigido a personas a las que a veces no nos ponemos en su piel y es duro ir a museo y no poder llegar a verlo o a tocarlo sin tener otros medios", ha incidido Vasán Thuraisingham, otro de los alumnos participantes.