Nacieron casi por casualidad cuando Lady Raquel y Jorge Roy coincidieron en los lares de las bandas de música. Al principio no salió del todo bien y es que arrancaron con un proyecto que se fue al garete, como tantas otras cosas, durante la pandemia. Dicen que su esencia es no detenerse nunca y seguir aunque las cosas malas de la vida se empeñen en paralizarlo todo. Y haciendo gala de ello, estos dos jóvenes zaragozanos se unieron, él como guitarrista y ella como vocalista, y empezaron a escribir, componer e imaginar una futura banda a la que llamarían "Luna de Marte". Pero para para hacer una "big band" en condiciones necesitarían a cuatro integrantes más: Samuel Esteban (guitarra), Edu Pérez (teclado), Edu Benavente (bajo) y Laura Martínez (batería). Y así, estos jóvenes de entre 17 y 28 años comenzaron con una andadura que se materializa hoy en "Transparente", su primer disco.
"Transparente" es verdad y autenticidad con sonidos que recuerdan a La Oreja de Van Gogh, Amaral y letras influenciadas por Fito Cabrales y Vetusta Morla. Ocho canciones de las que destaca "Anhelo" que, a pesar de ser una "canción de amor muy ñoña", es especial por ser el "salto a algo nuevo, desconocido", como cuenta la vocalista de Luna de Marte, Lady Raquel. Esa fue la primera canción que compuso en castellano y, muerta de vergüenza y sin apenas mirarle, se la cantó a su compañero y amigo Jorge. "Vamos a hacer la maqueta, ¿no?" En ese momento se dio cuenta de la "magia" de contar con un grupo en el que "dos más dos no son cuatro sino que cuando uno pone un trocito de sí mismo en lo que hace se multiplica por 5000", explica.
Su día a día como banda es "caótico y maravilloso" y la vocalista recuerda con especial cariño los momentos en los que se van a "cualquier restaurante italiano" y los seis se ponen a bromear. "Tenemos mucha conexión y un sentido del humor bastante parecido a pesar de que hay mucha diferencia de edad entre el integrante más joven y el más mayor". Todos trabajan, estudian o ambas a la vez y, por ello, los ratos en el local componiendo y grabando se aprovechan al máximo. "Tener el grupo es sentir que alguien vio algo especial en lo que hacíamos de primeras Jorge y yo y decidiera unirse para hacer algo todavía más grande", cuenta Raquel.
Su inspiración parte de las emociones y las situaciones reales y con sus letras quieren transmitir todo y nada a la vez. "Las letras son algo bastante personal, es una forma de autoterapia porque cuando hay algo que no sé gestionar, lo escribo, lo saco y así es una forma de procesar lo que llevo dentro", explica la cantante. Es también una forma de asumir que la vida tiene sus partes oscuras y es de ahí precisamente de donde viene el nombre del grupo.
"El grupo está inspirado en la mitología. Marte, el dios de la guerra, tiene dos hijos: Fobos y Deimos que son también las dos lunas que orbitan alrededor de Marte. Fobos y Deimos encarnan las emociones negativas que van antes y después de la guerra. El miedo y todo sentimiento negativo que viene antes de que pase algo malo es Fobos y Deimos es el dolor, la pérdida…Las lunas van dando vueltas alrededor de Marte y esto funciona como metáfora de las cosas malas que pasan en la vida pero sin embargo nunca se detienen. Y la esencia de Luna de Marte es un poco eso, no detenerse nunca, no dejar que las cosas malas nos frenen sino aceptarlas como una parte más de la vida que nos hace aprender", explica Raquel.
Después de participar en eventos como el FestiValero y hacer algún que otro concierto, la banda ya prepara otro encuentro con el público para mayo. Un camino que ahora da sus frutos pero en el que se han encontrado algunas dificultades. "Hay tanta gente haciendo tantas cosas bien que es muy difícil destacar porque tú puedes tener muy buen producto y muy buena música pero necesitas conocer a gente o ser muy pesado para darte a conocer", explica.
Por el momento, el grupo seguirá orbitando alrededor de Marte para seguir dedicándose a eso que les apasiona. "Poder dedicarte a la música, que es algo que está ahí y fluye de manera natural y que tú solo canalizas…Ojalá pudiéramos hacerlo toda la vida", culmina Raquel.
