Los objetos olvidados de nuestra infancia cobran vida en “La casa por el tejado”

"La casa por el tejado" se podrá disfrutar en el Teatro del Mercado hasta el próximo 16 de abril
photo_camera "La casa por el tejado" se podrá disfrutar en el Teatro del Mercado hasta el próximo 16 de abril

El tiempo se lleva a una gran velocidad los recuerdos. La memoria nos inunda de ráfagas que luego nunca resultan ser como las recordamos aunque, por más que nos traicione, es el hilo sobre el que se conduce nuestra vida. Todas esas memorias toman forma de aquella taza polvorienta del desván, de la foto rasgada por el paso del tiempo, de aquel utensilio del que ya ni siquiera recuerdas su nombre. Todos ellos esperan su turno dentro de una caja abandonada para contar su historia, para recordarnos que no seríamos nada sin lo que algún día estos inertes e inanimados seres fueron.

Ahora tienen la posibilidad de contar su historia en “La casa por el tejado”, una obra en la que estos objetos cobran vida para explicarnos que en otro tiempo fueron útiles. El hilo conductor es una casa aragonesa en la que abuela y nieta irán descubriendo y recordando todas esas historias que hay detrás de los objetos que habitan en el desván. La obra, que lleva por subtítulo “Los hilos de la memoria”, se estrena hoy en el Teatro del Mercado y se podrá disfrutar hasta el próximo domingo 16 de abril. Dirigida por Jesús Arbués, que se basó en su propia experiencia vital para escribir esta historia, nacida mientras recogía su casa del pueblo y se dio cuenta que detrás de esos objetos había también historias de una manera de vivir.

Durante la presentación, el gerente del Patronato Municipal de las Artes Escénicas, José María Turmo, le ha dedicado unas palabras al director asegurando que se trata de “un hombre de gran trayectoria que ha realizado esta pequeña delicadeza que volverá a ser un éxito seguro”. Una brecha generacional trasladada al escenario, tiempos contrapuestos que se unen para que sepamos cómo se ve la vida de las mujeres rurales desde nuestros días. Por su parte, una visión de cómo se vería nuestra época desde la perspectiva de nuestras abuelas.

Bucear en los objetos abandonados de una casa aragonesa que en palabras de Arbués “la memoria es el olvido a veces” y con esta historia se transmite ese sentimiento de los aragoneses de la casa no solo como piedras sino como “un hilo que conecta generaciones”, recalcaba Arbués haciendo alusión a una canción de la Ronda de Boltaña. Además, el director explicaba que esos objetos se acaban convirtiendo en títeres y dando mucha importancia a la memoria de unas mujeres que es algo “muy esencial porque es una memoria de las casas que ahora también se han olvidado y es una manera de entender cómo se estructura el mundo”.

Una de sus protagonistas, la actriz Laura de la Fuente, contaba que como intérprete supone toda una oportunidad ya que durante la obra actúa, canta y maneja títeres. En definitiva, “empezar a jugar que es al final de lo que va el teatro, de jugar y de conectar”, concluía. Por su parte, la otra protagonista es la actriz Blanca Lainez, que se mete en el papel de la nieta y que siente que la obra “engancha a los críos porque les genera esa curiosidad pero también consigue enganchar a los adultos por ese sentimiento de melancolía”.

En esta obra, abuelas y nietas descubrirán y recordarán. Los más pequeños de la casa, sobre cosas que no sabían que en un tiempo existieron, sobre objetos que no conocían, sobre cuentos, usos y costumbres sorprendentes. Para los mayores será una vuelta al pasado, rememorarán cosas que creían olvidadas, perdidas en el cajón del tiempo ido. Un espectáculo con una dosis de humor para reírnos de lo que somos, pero también con un toque melancólico para recordar lo que fuimos.