Zaragoza tiene más de 3.226 calles y la gran mayoría de ellas esconden historias detrás de personajes ilustres que cambiaron el rumbo de la historia y que fueron un antes y un después, no solo para Zaragoza, sino para el conjunto de la humanidad. María Agustín, Joaquín Costa, Isaac Peral o Manuela Sancho esconden auténticas historias que merecen ser contadas.
PASEO ECHEGARAY Y CABALLERO
El emblemático paseo situado en el margen derecho del río Ebro es uno de los más curiosos ya que, aunque pueda parecer que Paseo Echegaray y Caballero sea una misma persona, lo cierto es que se trata de dos personajes históricos. Por un lado, debe su nombre al dramaturgo Miguel Echegaray y Eizaguirre. De familia aragonesa, dominaba varios idiomas y entre sus zarzuelas más famosas destacan Gigantes y Cabezudos o El dúo de la Africana, ambas con la música de nuestro siguiente protagonista, Manuel Fernández Caballero.
El otro personaje histórico que conforma el nombre de este paseo es el compositor Manuel Fernández Caballero. Es considerado uno de los maestros del género chico y compuso algunas zarzuelas del siglo XIX. Fue su obra Los bandos de villafrita la que consolidó su carrera ya que fue la obra más representada en España durante todo el siglo.
CALLE ALFONSO
La calle Alfonso es sinónimo de historia, aunque lo cierto es que fue construida en 1865. Detrás de esta emblemática calle se encuentra Alfonso I, rey de Pamplona y Aragón entre 1104 y 1134. Fue uno de los reyes aragoneses más relevantes, especialmente en lo relativo a la consolidación y expansión del reino. El que pasaría a la historia como Alfonso el Batallador nace cerca de Siresa en el año de 1073, hijo del monarca Sancho Ramírez y que tuvo de segunda esposa a Felicia de Roucy.

PASEO MARÍA AGUSTÍN
Es uno de los paseos más concurridos de la ciudad y aunque muchos puedan pensar que está dedicado a la figura de Agustina de Aragón, nada que ver. La verdadera protagonista de esta heroica historia es María Agustín, una vecina del barrio zaragozano de San Pablo, defensora de la ciudad durante los Sitios de Zaragoza. Durante el asedio, ayudó en la logística suministrando a los soldados aragoneses agua, alimentos y munición y cuando estaba ayudando en el frente, cerca de la Puerta del Carmen, fue herida en el cuello. A pesar de todo, continuó con su cometido, por lo que se le considera una de las heroínas de los Sitios. En el año 1815, el general Palafox, reconoció sus méritos y le concedió el Escudo de Distinción por el Primer Sitio de Zaragoza y una asignación vitalicia de dos reales diarios.
CALLE DOCTOR CERRADA
Es una de las calles más céntricas de la ciudad ya que se extiende desde el Paseo Pamplona hasta Gran Vía, pero, ¿quien fue el Doctor Cerrada? Félix Martín Cerrada, más conocido como el Doctor Cerrada, fue un médico, político y catedrático que nació en Hernani, pero su origen es aragonés. Llego a ser presidente del Colegio de Médicos de Zaragoza y entre sus producciones científicas destaca La fiebre tifoidea en Zaragoza, una obra en la que pone de manifiesto la necesidad de mejorar el alcantarillado y el sistema de abastecimiento de aguas de la ciudad.
CONDE ARANDA
El Conde Aranda fue uno de los aragoneses más ilustres e influyentes de la historia de España. Se llamaba Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez y fue un noble, militar y estadista ilustrado español que llegó a ser el secretario de Estado de Carlos IV. Este aragonés era amigo de Voltaire y aplaudió la independencia de Estados Unidos. Desde que nació en 1719 en la localidad de Siétamo tuvo multitud de cargos y de hecho, fue llamado por Carlos III para que asumiera la presidencia del Consejo de Castillo. En lo referente a la comunidad autónoma, apoyó continuar las obras del Canal Imperial de Aragón.
CALLE ISAAC PERAL
El 1 de junio de 1851 nació en Cartagena Isaac Peral, el inventor del primer submarino propulsado con baterías. Ingresó en la Armada en 1866 y durante su juventud viajó por todo el mundo y en esa época anotaba sus observaciones en un diario personal. No sería hasta 1890 cuando el submarino fue capaz de navegar durante nueve kilómetros a diez metros de profundidad.

PASEO SAGASTA
Este señorial paseo de Zaragoza ha obtenido bastantes nombres a lo largo de su historia, aunque lo cierto es que finalmente se puso en honor a Práxedes Mateo Sagasta, un político miembro del Partido Progresista, Constitucional y Liberal- Fusionista. Algunas de las medidas que introdujo en el régimen y que le dieron credibilidad y flexibilidad suficientes fueron: repuso a los catedráticos expulsados de la universidad por sus ideas políticas (1881), amplió la libertad de imprenta (1883), estableció la libertad de asociación que permitió el desarrollo del sindicalismo obrero (1887), reguló el juicio por jurados (1888) y restableció definitivamente el sufragio universal (1890).
CALLE JOAQUÍN COSTA
Nacido en Monzón (Huesca) en 1846 fue un político, jurista, economista e historiador español y uno de los aragoneses más ilustres. Se trasladó a Huesca y con grandes esfuerzos continuó estudiando. Escribió mucho sobre la educación y se preocupó por ella porque consideraba que era la solución a los problemas de España. Su lema favorito era “Escuela y Despensa”. Durante toda su vida se empeñó en resolver los problemas económicos, sociales y políticos de su tiempo y fue nombrado diputado del Gobierno. A modo de curiosidad, debido larga barba y su ferocidad a la hora de defender sus ideas le llamaron “El león de Graus».
CALLE MANUELA SANCHO
Manuela Sancho fue una de las grandes heroínas de los Sitios de Zaragoza. Nacida en Plenas, vivió la guerra de Independencia de Zaragoza y luchó contra las tropas francesas de Napoleón. Manuela participó como muchas otras mujeres en tareas de avituallamiento. Suministró pan, rellenaba las cantimploras ya que, por ser mujer, no le dejaban coger un arma. No sería hasta el segundo sitio, en 1808, cuando pasaría a la acción y participó en la defensa del Convento de San José. Por todo ello, le hicieron un homenaje en la ciudad de Zaragoza donde le pusieron su nombre a la calle en la recibió el disparo durante el conflicto y tiene además una placa en la plaza del Portillo. Todo un personaje literario del que el mismo Benito Pérez Galdós la mencionaba en su novela ‘Zaragoza’ y la describía como “una muchacha delgada, intrépida, grandiosa, imagen de la serenidad trágica”.

CALLE BASILIO BOGGIERO
El Padre Boggiero fue uno de los más ilustres escolapios de Zaragoza. Maestro infatigable y uno de los aportes más importantes de la pedagogía del siglo XVIII. Aunque su origen era italiano, participó en los dos sitios durante la Guerra de Independencia Española. Tras el primer sitio, se convirtió en uno de los símbolos de la resistencia y obtuvo gran fama. Desgraciadamente, fue asesinado el 22 de febrero de 1809 junto a Santiago Sas y el barón de Warsage. Sus cuerpos fueron tirados al río Ebro por los franceses y en la actualidad, un monumento sobre el puente recuerda dichos sucesos.