Ágatha Ruiz de la Prada: "La vida sin trabajar es una mierda"

Ágatha Ruiz de la Prada
photo_camera La empresaria ha presentado su autobiografía en Zaragoza. Foto: RRSS Ágatha Ruiz de la Prada

Tiene el útero en forma de corazón y, sin saberlo, diseñó uno fucsia que dio la vuelta al mundo en bolígrafos, libretas, colonias, jerséis, mochilas, bolsos y miles de objetos más. Ágatha Ruiz de la Prada es diseñadora, una de las musas de Movida, marquesa de Castelldosríus, baronesa de Santa Pau, grande de España y cualquier cosa que se le ponga por delante. Todo menos una mujer invisible. No lo decimos nosotros y es que así se define ella misma en "Ágatha Ruiz de la Prada. Mi historia", su tercera novela autobiográfica que ha presentado este martes en el Museo Pablo Gargallo de Zaragoza acompañada por la vicealcaldesa y concejal de Cultura del Ayuntamiento, Sara Fernández, y por la experta en marketing y moda, Genel Romero.

La diseñadora ha presentado su libro en Zaragoza

Sin tapujos ni censura y siguiendo la estela de "la mujer más poderosa del mundo" (Kim Kardashian) la diseñadora se lanza a contarlo todo sobre su vida porque "era eso o nada". Ella pone la historia "con el corazón en la mano" y Pedro Narváez se encarga de escribir el libro. "Contarlo todo y esa manera de vaciarte es bastante terrible pero a la vez es lo que hay que hacer hoy en día. De Coco Chanel habrá como 250 biografías pero antes, hace 40 años, la gente se compraba un traje y ya está. Nadie se preocupaba ni tenía interés de si Christian Dior tenía novio, novia, un gato o un perro. Pero eso ha cambiado ahora. Ahora lo queremos saber todo y la mujer más poderosa del planeta es precisamente la más poderosa por contar las ordinarieces más grandes que te puedas imaginar", ha reconocido Ruiz de la Prada.

Y para contentar a todos aquellos que quieren adentrarse en sus secretos más íntimos, la empresaria se desnuda. De sus inicios en el mundo de la moda hasta sus desencuentros con "El innombrable" (Pedro J. Ramírez) pasando por sus relaciones con personalidades de la realeza, del mundo de la cultura o de la política. Un libro "salvaje" que nadie sabía que iba a salir a la luz y que escondía debajo de maletas para que su "novio abogado" no lo descubriese. "Imaginaos si un abogado lee esto en qué lo deja, tendría el libro quince páginas no más", ha comentado entre risas en el Pablo Gargallo.

La realidad es que los dos meses previos a que su autobiografía saliera a la luz, Ágatha se convirtió en una Ágatha "borde, malhumorada, antipática y arisca". "No quería que nadie supiese que iba a salir ni siquiera mis mejores amigas. Lo que empezó siendo como un libro más profesional acabó conmigo contando toda mi vida pero, oye, si no lo hago a los 62 no lo hago. Ha sido súper salvaje esto del libro".

Los estampados, las formas geométricas y el color componen una marca reconocible allá donde va. Más de 30 años en la industria de la moda han hecho de Ágatha Ruiz de la Prada una de las diseñadoras más icónicas de los últimos tiempos. Ella, dice, siempre estuvo rodeada de arte y es que su familia fue mecenas de Goya y del mismísimo Gaudí. Y precisamente por donar 8 Goyas que pertenecieron a su familia, Ágatha Ruiz de la Prada ha pedido que la hagan Académica de Bellas Artes.

"Si tú quieres que pase algo tienes que soñarlo porque inconscientemente así lo vas a perseguir y vas a trabajar duro por ello. Las cosas no pasan si no las sueñas". Ella consiguió muchas cosas, algunas las soñó y otras le vinieron por casualidad. De todas ellas está agradecida porque "la vida sin trabajar es una mierda". "Yo vengo de una familia en la que cuando era pequeña nadie trabajaba. Mi bisabuela tenía ocho idiomas y era una mujer listísima pero nunca trabajó porque era riquísima. Mi padre, que era arquitecto, sí lo hacía y me di cuenta de que era mucho más feliz la gente que trabajaba que la que no. Por eso, trabajar es un lujo tan extraordinario. Cuando estás deprimido o triste lo único que te ayuda a no estarlo es el trabajar. Por eso la gente que no ha conocido lo que es el trabajo aspira a no trabajar", reconoce.

Se considera "muy feminista" porque ha leído Simone de Beauvoir y "muchos libros de mujeres" y en su familia "el feminismo se daba por sabido". "Casualmente las mujeres han sido más ricas que los hombres en mi casa. Cuando una mujer es mucho más rica que el hombre manda más y no hay sometimiento. Para mí ser feminista es que se valore igual a un médico que a una médica o a un escritor con una escritora", explica.

A pesar de ello, reconoce que le interesa "mucho más la lucha por el medioambiente porque tenemos que parar el destrozo que estamos haciendo con el planeta. Si tuviera que priorizar una lucha, entre la feminista y el medioambiente, priorizaría el medioambiente", ha culminado.