Grabado de Goya
Los Grabados se han restaurado con complejos procesos químicos

El Goya pintor es majestuoso y se ha estudiado tanto que parece que no quedan más cosas por saber de él. Igual lo es el Goya grabador que hizo de Los Caprichos, La Tauromaquia o Los Desastres de la Guerra obras cumbre en la historia del genial pintor aragonés. Ahora, la matriz, el origen y la visión original que el de Fuendetodos tuvo de Los Grabados podrán verse en Zaragoza en 2025 a través de las planchas con los que los creó en el siglo XIX. Una exposición que se verá por primera vez en el Museo Goya y que es «excepcional», tal como ha reconocido el director general de Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo Escrig.

«Es un hecho magnífico porque por primera vez se podrán ver esas planchas tal como las trabajó Goya en el siglo XIX. No solo veremos la obra artística final hecha con esas planchas sino que estas se convierten en arte», explicaba Escrig. Todo esto gracias a la restauración integral que han sufrido estas planchadas de cobre en un complejo proceso conjunto entre la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y Fundación Ibercaja.

Concretamente se ha trabajado en las planchas de Los Caprichos, Los Desastres de la Guerra, Los Disparates y la desconocida serie de Los cuadros de Velázquez con el objetivo de recuperar el cobre original y eliminar los niquelados y acerados que le están afectando. Un complicado proceso que la restauradora, Silvia Viana, considera como magia. «Es un baño disódico en el que esa sustancia quelante está atrapando las partículas de hierro y vemos cómo el líquido atrapa el hierro, se convierte en una sustancia de color negruzco y el líquido se empieza a transformar en un tono amarillento y, de repente, aparece el cobre», ha explicado.

Las de los Disparates y Los Caprichos ya están finalizadas y ahora se trabaja en Los Desastres y en la desconocida serie de los Cuadros de Velázquez. 101 planchas de un total de 188 (Las 40 de la Tauromaquia no se pueden restaurar) ya han sufrido su restauración integral. Desde la Academia de Bellas Artes de San Fernando han explicado este viernes que este proceso de recuperación ha sido fruto de una laboriosa investigación acerca de aquellas técnicas químicas que no afectan directamente al cobre de la plancha. Y es que el principal objetivo es detener las lesiones provocadas por la corrosión entre el cobre de la matriz y las capas metálicas superpuestas, producido de forma natural y favorecido por la humedad ambiental.

De todos Los Grabados, El Bobalicón es una de las más deterioradas y la única en la que se van a registrar daños permanentes pues el proceso químico no logrará eliminar toda la corrosión. El resto, no presentaban daños estructurales lo cual evidenciaba la calidad de los materiales con los que trabajaba Goya.

Lo que empezó siendo un proceso químico para recuperar esas planchas de Los Grabados acabó significando el descubrimiento de un nuevo Goya. «Siempre hemos visto la parte final de su arte, pero no la matriz, no ese lugar desde el que salieron Los Grabados. Descubrimos ese proceso de creación de la estampa por parte de Goya en toda su integridad. Además, podemos analizar mucho mejor todos esos procesos que el pintor utilizó a lo largo de su vida», ha explicado Alfredo Pérez de Armiñán, vicedirector-tesorero de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

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