Que en un bosque lleno de pinos seamos capaces de admirar el verde de las hojas, el marrón de los troncos y los tonos azules del cielo es, simplemente, ciencia. Las diferencias entre cómo captamos un color y otro responde a algo tan técnico como una frecuencia. Pero esa frecuencia significa mucho más: la sensación. El blanco, sosiego, el rojo, pasión, el azul, calma, el verde, paz. Los colores significan tanto que muchas veces cuentan historias y la que llena estos días el CaixaForum Zaragoza es una sobre un viaje alrededor del mundo visto a través del objetivo y teñido de cientos de tonos. 63 instantáneas de fotógrafos de National Geographic divididas en siete colores (blanco, naranja, rojo, amarillo, violeta, azul y verde) toman la sala de exposiciones en «Colores del mundo» para mostrar la viveza de los tonos y su significado en cada rincón del Planeta.

Y es que así como el rojo se usa en Occidente para hablar de pasión y fogosidad, en Japón describe la pureza y en India es el color del luto. Diferentes concepciones para un mismo color que se detallan en una exposición que arranca, precisamente, con un color que no es tal: el blanco. O sí, porque el blanco es el todo y la nada, la ausencia de color o la mezcla de todos ellos con una tonalidad cegadoramente brillante que anula todo lo demás. Como en la imagen del Salar de Boneville de Estados Unidos en la que solo se ve un aura brillante. El blanco, además, está en el plumaje del pingüino rey adulto de Georgia del Sur, en el Thynga de Birmania o en los calamares que vende un pescador artesanal en Tanzania.

Las instantáneas, firmadas por fotógrafos de prestigio como Steve McCurry, Joel Sartore o Lynn Johnson, se van sucediendo a través de las diferentes tonalidades. Del naranja se dice que es el color olvidado pues muchas veces cede el protagonismo al rojo o al amarillo y queda en un segundo plano. El naranja se ve en la exposición en el crepúsculo sobre el río Zambeze, en las brasas del fuego, en las túnicas de los monjes budistas en Camboya o en el impresionante volcán Nyiragongo.
La calidez envuelve al visitante cuando pasea por la zona del rojo y el amarillo a través de de fotografías como la de un marinero que trepa por la jarcia de un barco al caer el sol, de una rana dardo que avisa de su peligro con un brillante color rojo o de la sangre que cubre la espalda de un devoto durante la celebración del día del Ashura. Y del calor al frío a través de una foca en Groenlandia que descansa sobre el hielo bajo un cielo crepuscular teñido de violeta o de una tormenta de rayos en el cielo de Santa Fe.
Azules turquesa, verdosos, celestes, índigos… componen un color que es relajante en los lagos y apabullante al dar cuenta de la inmensidad del cielo o el mar y que en la exposición se refleja a través de la fotografía de un monte submarino en la costa de San Diego o de un León Marino en California. «La exposición viene a decir que todos percibimos el color pero no todos lo hacemos de la misma manera. Una persona que ha nacido en la costa o en una isla es capaz de diferenciar muchos más tonos de azul que otro que ha nacido entre verdes», explicaba el jefe de Exposiciones de Ciencia de la Fundación La Caixa, Javier Hidalgo.

Y las tonalidades del verde se abren como la vida misma a través de una planta que acaba de brotar en un terreno árido, de la cosecha del primer té del año en Japón o de un bosque amazónico. También como el revoloteo de las alas de unas mariposas piéridas en Bolivia o de un queztal guatemalteco. «No cualquier persona trabaja en National Geographic por eso la calidad de las instantáneas llega al público y le provoca sensaciones, cualesquiera que sean. Es una exposición que tiene una mirada científica también social, artística o medioambiental», ha asegurado Hidalgo.
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
La exposición «Colores del mundo» se podrá ver hasta el 29 de octubre y tiene visitas comentadas desde el 15 de julio y hasta ese día. Estas serán los miércoles a las 18.00 horas, los sábados a las 19.00 y los domingos a las 12.00 horas.
Además, también se ofrecen visitas en familia para explicar «¿Por qué el cielo no siempre es azul?» los sábados del 15 de julio al 28 de octubre a las 12.00 horas.