Fotografía de Anna Saura y su madre
La exposición se podrá ver hasta el 10 de septiembre

A los once años, Carlos Saura fabricó su primera cámara de fotos, se la colgó al cuello y jamás se volvió a separar de ella. Solía decir que en el momento en el que se aprieta el obturador ya es el pasado y el aragonés no era muy dado a ponerse a rebuscar en él. Sin embargo, lo hizo, y como resultado «Carlos Saura fotógrafo. Una vida tras la cámara», una exposición que se presentó en 2019 en el Teatro de Bellas Artes de Madrid y que ahora, y hasta el 10 de septiembre, captura la Lonja de Zaragoza a través de 118 instantáneas en un viaje por su vida a través del objetiva en una exposición impulsada por PhotoEspaña.

La muestra se podrá ver hasta el 10 de septiembre

Una vida en la que todo era fotografiable desde los pasajeros de un Cercanías de Madrid de camino al trabajo hasta unos niños en la escuela de un pueblo perdido de Cuenca o un grupo de segadoras en Sevilla. Al Carlos Saura fotógrafo no le hacía falta irse lejos ni capturar los más bonitos paisajes, simplemente no concebía la vida y su cotidianidad sin la cámara. En la exposición se pueden ver diferentes apartados, desde el «Primer laboratorio» del cineasta en el que hacía fotografía en casa y utilizaba recurrentemente de modelos a su propia familia. Unos modelos que, a veces y entre risas, no estaban muy conformes como aseguraba Anna Saura este jueves en la presentación de la exposición.

«Cuando veíamos a mi padre con la cámara siempre huíamos porque estaba a cada minuto diciendo que nos colocásemos en un sitio o en otro, de diferentes maneras para sacar fotos de todo», ha reconocido Anna Saura, añadiendo que la muestra haría «muy feliz» a su padre por hacerlo en un edificio que le gustaba tanto como La Lonja.

El cineasta ejerció como fotógrafo profesional en el Festival de Música de Granada a mediados de los 50. Luego se pasó al cine, pero jamás abandonó la fotografía. En la exposición se puede ver esa parte de «Saura documental» en la que recorrió España captando la realidad de un país en plena construcción. Fue en 1959 cuando realizó «Los golfos», su primer largometraje y entonces comenzó a rodar. Y también a hacer fotos de rodajes. «Descanso en el rodaje de Ana y los lobos» en Madrid en 1992 y un buen puñado de instantáneas más componen la parte de la exposición dedicada al «fotógrafo cineasta».

Y es que la muestra «no habla de un cineasta que hizo fotografía sino de un fotógrafo que también hizo cine», tal como ha reconocido el comisario de la exposición, Chema Conesa. «Cuando hablamos de Carlos Saura hablamos de un hombre del Renacimiento, fascinado por el arte y que utilizaba la fotografía para todo. Capturaba desde un detalle de una calle cualquiera en una ciudad cualquiera hasta a las mujeres de su vida de manera recurrente», explicaba Conesa.

Precisamente las mujeres de su vida, desde Geraldine Chaplin en su casa conjunta en Madrid a «Lali» (Eulalia Ramón) con su hija Anna ocupan una parte fundamental en la última parte de la exposición dedicada al «Universo Saura». El visitante también podrá ver una pieza documental que se rodó ex profeso para la inauguración de la exposición en Madrid en 2019 y una selección de sus conocidas fotografías pintadas, «fotosaurios».

«Con esta exposición lo que pretendemos es, además de rendirle homenaje, que el público se acerque a ese Carlos Saura que vivía con la cámara colgada al cuello y fotografiaba todo sin ningún motivo en concreto, simplemente para él, a modo de recuerdos a los que no le gustaba volver mucho pero que hoy permiten conocer su vida», ha asegurado Anna Saura.

HORARIO

La exposición se podrá visitar de manera gratuita de martes a sábado de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 y los domingos y festivos de 10.00 a 14.30. Además, también hay visitas guiadas los sábados y domingos en julio y septiembre a las 11.00. Son gratuitas y hasta completar aforo y es necesario inscribirse en el teléfono 976 72 49 12

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