Los primeros acordes empezaban a sonar cuando el sol todavía pegaba con fuerza en la capital aragonesa. Apenas daban las 16.00 horas de la tarde cuando los primeros valientes fans iban llegando al recinto Expo para entrar al Vive Latino. Por delante, muchas horas de buena música, la mejor gastronomía, juegos, regalos, premios y alguna que otra sorpresa. Venidos de todas las partes del mundo, el festival se iba llenando poco a poco, aunque todos los asistentes llegaban movidos por un objetivo común: disfrutar de dos días que guardarán en la memoria para siempre.
El recinto de la Expo se ha convertido en un auténtico parque temático en el que además de la música, no faltaban las zonas de ocio. Con el vaso colgado al cuello para llenarlo de agua (o no) la ubicación escogida por segundo año para la celebración del festival acogía con ilusión y ganas a todos los fans de la música indie. Daban comienzo así 48 horas de puro Vive Latino.
EN BUSCA DE SU ARTISTA FAVORITO
En pareja, en grupo de amigos o hasta disfrazados, todo valía con tal de poder disfrutar de sus artistas favoritos. Aunque para muchos era la primera vez, la gran mayoría eran ya veteranos que tenían bien marcada esta fecha en el calendario. “Este año se nota que hay mas pantallas, mas puestos y más actividades para hacer en todo el recinto y se nota que fue bien el año pasado y que han querido apostar por Zaragoza en el Vive Latino una vez más”, comentaba Laura, una de las asistentes.

Muchos de los fans tenían ya las entradas desde el momento en el que salieron y tenían muy claras sus preferencias. Para Nuria si que era su primera vez y aunque le gusta todo el cartel, en especial venía movida por Arde Bogotá y Viva Suecia. Carlos también venía por primera vez aunque tenía muy claro que el que más le gustaba era Andrés Calamaro aunque en general le gustaba todo el cartel que habían preparado. Para su compañero Harry, las motivaciones eran otras más relacionadas con el propio ambiente del festival y la música no le llamaba especialmente, aunque se mostraba abierto a descubrir nuevos artistas.
“Nos gustó mucho la experiencia y hemos repetido”, aseguraba Rubén que llegaba acompañado de su pareja y que venían expresamente por Andrés Calamaro y por Juanes y otros como Arde Bogotá que precisamente descubrieron gracias al Vive Latino.
FANS VENIDOS DE TODAS LAS PARTES DEL MUNDO
México, Argentina, Venezuela o de ciudades algo más cercanas como Barcelona, no existen las barreras para los fans del Vive Latino. Casos sorprendentes como el de Angélica, una mexicana que actualmente vive en Suiza y que no dudo ni un segundo a la hora de coger un vuelo dirección Zaragoza con tal de apoyar a los artistas de su tierra.
Una marea de banderas de todos los colores inundaba cada rincón del festival. July es colombiana aunque actualmente reside en Barcelona. Es su primer año en el Vive Latino y venia muy bien acompañada por amigos de Ecuador, Bolivia o Venezuela y unas grandes banderas que usaban de capa y que resaltaban sus países de origen y todos ellos unidos por la música.

Lucia es de Argentina aunque vive en Lleida y era su primer año en el festival y tal y como ella misma reconocía “todos los artistas son muy buenos y me gustan todos”. A su lado estaba Esther, una gaditana que vive en Teruel y que su artista favorita para el día de hoy era Julieta Venegas. Aunque eran muchos los forasteros, la esencia maña también se hacia notar en el festival. Laura es de Zaragoza y venían en grupo perfectamente conjuntados y era ya su segunda vez en el festival con las expectativas mucho más altas que la anterior. Julieta Venegas, Loquillo, Lori Meyers y prácticamente todos los artistas eran favoritos para el grupo zaragozano que les costaba decantarse por uno solo de todo el cartel.
COMO UN VERDADERO PARQUE TEMÁTICO
Un toro mecánico, un quién es quién a tamaño real, una cámara 360 grados o una cápsula de aire en la que tenías premio asegurado. Las opciones de ocio no han faltado alrededor de todo el recinto. Manuel, era uno de los encargados al frente de una promoción de B Travel en la que estaban regalando diferente tipo de merchandising como toallas, fundas de móviles, calcetines, gafas o hasta tarjetas de descuento para el siguiente viaje.
Otro de los juegos que había preparado Ambar era el mítico juego de Quién es Quién y el grupo ganador tenía el reto de adivinar a los artistas (del Vive Latino como no) y todo ello tenía premio. Gorras, camisetas, llaveros, fundas para el móvil o bolsas con la seña de identidad del festival. También desde Ambar habían preparado un tarotista capaz de leer el futuro a los asistentes y que no cometan el error de que “con la última cerveza correrás el riesgo de llamar a tu ex”.

Uno de los más llamativos era el toro mecánico en el que era imprescindible como nos recordaba David seguir muy bien las normas para evitar hacernos daño. “no subir con zapatos, bebidas ni con tabaco”, explicaba David, quien todavía tenía muchas partidas de este particular toro mecánico por delante.
DIVERSIÓN PERO SIEMPRE CON PRECAUCIÓN
El Vive Latino ha querido hacer una apuesta por la seguridad con la habilitación de un Punto Violeta en el que es posible denunciar cualquier agresión sexual. Además, la Asociación para Personas afectadas por el VIH (Omsida) ha estado presente en el festival.

En representación estaba José Ángel Gil que explicaba que “estamos colaborando con el Vive Latino para promover la prevención el VIH. Hemos preparado un juego para que entre otras cosas nos enseñen como poner un preservativo correctamente”. Para todos los participantes había diferentes premios como cajas preservativos, lubricante o unos monederos donde guardarlos porque lo más importante tal y como decía José Ángel es “divertirse pero protegerse”.
UNA CITA CON LA GASTRONOMÍA
Si hay algo que ha crecido con especial fuerza este año son los puestos de comida. Hamburguesas, pizzas hechas al horno en el momento, nachos, patatas fritas o comida típica de latinoamerica, como no podía ser de otra manera. Al frente de uno de estos negocios está María Eliana que hoy han venido al festival con el foodtruck del restaurante Ceviche. Especializados en comida peruana, aquí era posible degustar algunos platos típicos como el pastel de carne, la yuca o un bocadillo de pollo.

Para los más golosos también había opciones de lo más dulces como una creperia en la que desde primeras horas ya se empezaba a notar la fila en busca de la merienda que daría el pistoletazo de salida a las primeras horas del festival.
En una de las carpas de cervezas Ambar estaba Claudia, (más conocida en redes sociales como Soul in the Kitchen) que había preparado una actividad de lo más picante para ir “calentando el ambiente”. “Estamos en la carpa fuego y vamos a estar jugando un poco con el picante y vamos a hacer unos juegos y muchas salsas picantes para probar”, explicaba Claudia haciendo un llamamiento a los más valientes.