Un sueño. Así es como ha definido Dani Fernández la posibilidad de actuar con su banda en un Vive Latino que por segundo año consecutivo celebra una nueva edición de su festival en España. Sin embargo, no ha sido el único que ha soñado despierto en esta segunda jornada de sábado en la que el calor ha vuelto a ser protagonista en Zaragoza. Desde primera hora de la tarde, artistas y público han vuelto a unir sus voces para gritar que sí, que la música hace vibrar muchos corazones y que las gargantas volverán a cantar a pleno pulmón hasta bien entrada la madrugada.
Desde el “Bailemos” más profundo de propio Fernández con unos fans entregados y directamente arrodillados a los pies del escenario, hasta el folk del Gran Bob que, más próximo a la zona de taquillas, hacía ir entrando en acción a todos aquellos viandantes que no podían resistirte a arrancarse a bailar con su música. Esa ha sido la tónica, uno tras otro, de todos los conciertos que se han ido sucediendo en un recinto de la Expo que no ha dejado de recibir gente.
“Es maravilloso. Todo es tremendo. Vinimos ya el año pasado y esperamos repetir mucho tiempo”, afirmaban dos amigos argentinos que llevan ya quince años residiendo en Zaragoza. Ellos reconocían que el cartel es increíble, pero tiraban “para casa” y confesaban que Los Fabulosos Cadillacs y Julieta Venegas eran su predilección. A pocos metros, una joven acompañada de su madre aseguraba que “no se puede describir con palabras” lo que es vivir un festival por primera vez. Más, si su ídola, Natalia Lacunza, estaba en él.
MEJOR ORGANIZACIÓN Y MÁS RESTAURACIÓN
Más allá de los conciertos, el público más sabio o, mejor dicho, más experimentado ha garantizado que esta segunda edición cuenta con bastantes mejoras respecto a la primera. “Se notan mucho. El vaso de plástico, por ejemplo. Se notan más servicios de restauración, más baños y más puntos de agua”, apuntaba un incondicional de Loquillo que repetía en este recinto tras la edición de 2022.
Y es que pese a que esta segunda jornada ha estado más marcada por las nubes, algo que muchos han agradecido, las altas temperaturas tampoco han dado mucha tregua. En este sentido, más allá de la tradicional foto con las letras del Vive Latino o con un concierto de fondo, las escenas de filas en las fuentes de agua potable para darse un remojón han sido también de las más repetidas.