Dicen que los abuelos deberían ser eternos aunque lo que si que puede perdurar para siempre son sus enseñanzas. Esas anécdotas de la infancia, esos años de sacrificio donde no todo era tan sencillo y en definitiva, los aprendizajes que con mucho cariño transmiten de generación a generación. Ahora, todos ellos tienen la oportunidad de convertirse en guías de tres de los museos de Zaragoza para rescatar no solamente la historia que hay detrás sino algo que ningún museo es capaz de enseñar: las vivencias de toda una vida.
Aunque detrás de estos improvisados guías hay mucho más que una persona mayor, se trata de esas personas que muchas veces pasan desapercibidas, que cuidan de la ciudadanía en cada uno de los eventos relevantes que ocurren en Zaragoza, los que mantienen la seguridad con el único beneficio de la gratificación de sentir que con su acción están ayudando a la gente. Se trata de los voluntarios de Zaragoza.
El Ayuntamiento de Zaragoza pone en marcha el proyecto denominado “Museos + 60”, dirigido a las personas mayores y que llevan a cabo voluntarios/as del Cuerpo Municipal con la realización de visitas guiadas a los Museos municipales, convirtiendo así las colecciones y las obras que encierran estos espacios en tema de conversación sobre las vivencias, experiencias y recuerdos que comparten las personas mayores alrededor de Zaragoza.
Esta acción se encuadra dentro del programa “Museo del Bienestar”, a través del cual se busca generar en los Museos municipales unos lugares enfocados al bienestar de los ciudadanos, que enlacen el arte, la cultura y la salud física, psicológica, emocional y relacional. Por ello, “Museos + 60” es un espacio entre el patrimonio histórico-artístico integrado en los centros expositivos del Servicio de Cultura y la memoria de las personas mayores de 60 años de la ciudad de Zaragoza.
Durante el acto de presentación de esta iniciativa ha acudido la Consejera de Cultura, Sara Fernández, quién ha dicho que se trata de “una iniciativa que pone en valor nuestro manifiesto cultural y artístico pero además pone en valor algo si cabe más importante que es el patrimonio histórico que aportan nuestros mayores”.
Por su parte, el Consejero de Participación, Alfonso Mendoza, ha querido aprovechar la ocasión para felicitar la labor de los voluntario de Zaragoza que llevan desde 2008 ayudando a la ciudadanía. La Concejal del Mayor, Paloma Espinosa, también ha acudido a este acto de presentación en lo que reconoce es “una actividad cultural de calidad”.
VISITAS EN TRES MUSEOS MUNICIPALES
Las visitas se plantean en 3 espacios diferenciados: Museo Pablo Gargallo y los museos del Foro y Teatro de Caesaraugusta, que se realizan con una periodicidad quincenal (alternando horarios de mañana y de tarde) el primer y tercer miércoles de cada mes.
Pueden participar grupos formados desde los Centros de Personas Mayores del Ayuntamiento de Zaragoza, entidades sociales, residencias, centros de día, centros de educación de adultos o cualquier otro grupo informal formado por personas mayores de 60 años. Cada uno de estos grupos podrá inscribirse a un máximo de 3 visitas por año, y los grupos de visitantes estarán compuestos por un mínimo de 8 personas y un máximo de 15.
Las reservas se hacen a través del Museo del Puerto fluvial de Caesaraugusta presencialmente en plaza San Bruno, llamando al 976 72 12 07 o escribiendo un correo electrónico a museopuerto@zaragoza.es.
LOS HÉROES SILENCIOSOS: LOS VOLUNTARIOS DE ZARAGOZA
Los voluntarios de Zaragoza nacieron con motivo de la Expo 2008 y desde entonces, no han dejado de colaborar en distintos eventos como maratones, la reciente Vuelta Ciclista, la Cabalgata de Reyes o en la cada vez más cercana Ofrenda de Flores. Una de las vertientes de estos voluntario son los voluntarios-guía que son personas mayores de 60 años con formación e inquietudes alrededor de la historia, el patrimonio, la cultura y el arte, quienes recibieron formación durante el mes de marzo.
Eugenio es uno de estos voluntarios que lleva aportando su granito de arena desde su formación en el año 2008. Tal y como explicaba Eugenio, han recibido una formación por parte de los museos de la que se sentían muy agradecidos aunque de lo que más ganas tiene no es solo de mostrar esos conocimientos sino de aprender del resto de la gente. Ignacio Ruiz también es voluntario y no podía contener su emoción cuando resaltaba que “los voluntarios estamos enamorados de Zaragoza”.
Ahora, tienen la oportunidad de convertir todo ese amor en enseñanzas para los más mayores que como ellos, tienen muchas cosas que aportar. “Son gente que quiere conocer el patrimonio”, decía Ignacio quién concluía su intervención asegurando que “hay que echar el ganchico donde la visita pica”.
La última de las voluntarias que ha querido compartir este nuevo proyecto en el que ha decidido embarcarse es Mari Carmen, que lleva doce años siendo voluntaria. “Lo que más me va a gustar es que son visitas diferentes, será algo vivo y vamos a intercalarlo con nuestras vivencias”, explicaba orgullosa Mari Carmen quien ya tenía la lección más que preparada para deleitar mañana a sus primeros grupos.