daniel diges willy wonka
El Palacio de Congresos acogerá el musical del 16 al 19 de noviembre

Cuando a Daniel Diges le propusieron ser el excéntrico Willy Wonka le vino una revelación: «¡Claro! Si es que soy yo. Nos reímos de las mismas cosas y todo». El uno de Alcalá de Henares y el otro de una población no identificada y con una inmensa, fantástica y extraordinaria fábrica de chocolate quizás ubicada en el pueblecito alemán de Gengenbach, ahora son uno en el nuevo musical de «Charlie y la fábrica de chocolate» que abrirá un mundo de luz, color y magia en el Palacio de Congresos de Zaragoza del 16 al 19 de noviembre. Una producción de Broadway, impulsada por Lets Go Company, que invita a soñar y sumergirse en un mundo envuelto de chocolate.

«¿Cómo haría esto Jim Carrey?», se preguntó Diges al tener en sus manos el guion de la que es una de las obras más populares del novelista Roald Dahl. De Johnny Deep como Willy Wonka en la cinta homónima («Charlie y la fábrica de Chocolate») también bebió. Sobre todo «de ese punto en el que está ido, que mira pero a la vez no mira, que te da la bienvenida a su fábrica con ese toque tan excéntrico que tiene», cuenta.

El punto lo cogió rápido, pues «Willy Wonka es un personaje que vibra tanto que está diseñado para hacerlo bien». Aunque con algunos matices. «Al principio hice a un Willy Wonka súper enérgico y la directora me dijo que me relajase un poco que fuera lento y pausado porque son los demás los que giran alrededor de él y no al revés».

Sobre las tablas del Palacio de Congresos, habrá cascadas y ríos de cacao inmensos y de lo más apetecibles (que se lo digan a Augustus Gloop), habrá plantas de las que crecen golosinas, habrá ardillas (no tan adorables como pudieran parecer) y habrá trucos de magia que transportarán a los espectadores a un mundo mágico y de fantasía en el que todo puede pasar, hasta ver bombones explotar o dulces peludos. «Si tuviese que quedarme con algo de la obra serían, sin duda, las canciones (obra de Marc Shaiman y Scott Wittman). Posiblemente son de los temas más bonitos que he cantado y la verdad es que me emocionan muchísimo».

Otro momento emotivo para este Willy Wonka excéntrico interpretado por Diges es cuando el maestro chocolatero y Charlie suben en un ascensor casi al final de la obra. «Ver la cara de los espectadores con todo iluminado, con la emoción en el rostro, la verdad es que es mágico». Con unos 27 actores sobre el escenario, cambios vertiginosos y más de 30 personas en el equipo técnico, «Charlie y la fábrica de chocolate» es un musical de Broadway, aunque la versión americana era un poco más oscura. «En Broadway había más oscuridad. Los Oompa Loompa eran actores vestidos de negro y estaba trucado de tal manera que parecía que eran pequeños. Aquí no, aquí Federico Bellone (director y diseño de escenografía) lo ha hecho todo más divertido y más luminoso. Yo personalmente prefiero más la luz en esta obra».

Daniel Diges es una de las caras más reconocidas en el terreno de los musicales en España y tras pasar por Los Miserables, Kinky Boots, El Médico o Tick Tick Boom, ahora cambia de tercio completamente. «Es una obra maravillosa, con muchísimos toques de humor, para toda la familia. Además del mundo de fantasía es una historia con un mensaje muy bonito, es una historia que te enseña a que tienes que ser quien quieras ser, pero lo tienes que hacer desde la humildad. Charlie en ningún momento tiene esa ansiedad de conseguir la fábrica de chocolate, a diferencia de los otros niños. Sobre todo te enseña a que si quieres conseguir cosas grandes en esta vida debes hacerlo desde la nobleza».

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