Minuto 60 de partido en el Estadio de los Juegos Mediterráneos de Almería. El Real Zaragoza caía por entonces por 1-0 frente a los andaluces en un encuentro en el que, pese a no ser inferiores, decantaba la balanza del lado local por una acción a balón parado cuando la primera parte exhalaba sus últimos suspiros. Y, ahí, la sorpresa. Víctor Fernández daba entrada en el césped al hasta ahora denostado Miguel Linares.
El de Fuentes de Ebro esperaba su oportunidad con ansia. Algo que no había sucedido hasta el momento ni siquiera cuando coincidían las ausencias de Raphael Dwamena y, ahora, de Luis Suárez. Fernández apostaba antes por Pombo como falso nueve que por Linares. Y el aragonés se ganaba a pulso su particular revancha, siempre deportiva, en prácticamente la primera pelota que tocaba.
Guti le ponía un balón a la espalda de la zaga en el minuto 65, Linares controlaba orientado hacia portería y batía con la zurda al arquero almeriense. Era el 1-1, el que a la postre daba un punto de oro a los maños, y la confirmación de que el ariete sí está preparado para aportar cuando Víctor Fernández lo considere necesario. Aunque sea para sacar de un apuro grande a los suyos.
“Es una recompensa a mucho trabajo y, al final, el fútbol es justo y te da oportunidades”, declaraba Linares al finalizar el choque. En este sentido, se quería acordar de los futbolistas con los que comparte su día a día: “Se han alegrado como pocos compañeros a lo largo de mi carrera porque todos sabían lo que había tras ese gol”, manifestaba el delantero.
Lejos de echar nada en cara a nadie, Linares declaraba que “un buen profesional tiene que entrar al máximo y luego estar a disposición del míster cuando lo crea oportuno”, añadiendo que “es el míster el que toma las decisiones” y él trabaja “para ponérselo difícil”.
Por su parte, Víctor Fernández recordaba que igual si hubiera alineado de inicio a Linares no hubiera marcado y que no tienen “una lámpara”. “Si supiera que poniendo a un jugador íbamos a marcar tres goles lo hubiera hecho”, afirmaba, admitiendo que con el de Fuentes habían sido “dueños del centro del campo”.
Lo tendrá difícil para repetir frente al Albacete el próximo fin de semana teniendo en cuenta que Luis Suárez regresa tras sanción y será, a buen seguro, el nueve del equipo en La Romareda. Eso sí, quizás el gol en Almería sirva al aragonés para hacerse un hueco de relevancia en el grupo. Aunque sea desde la banqueta.