La Federación Española de Fútbol, con Luis Rubiales a la cabeza, lo tiene claro: la Liga tiene que acabarse, sin importar el calendario y sin penar, de momento, en la próxima temporada. Así lo expresaba este martes el presidente en una comparecencia telemática en la que intentaba despejar algunas dudas sobre sus intenciones, aunque siempre supeditadas a organismos superiores y a la situación que vive el mundo con el covid-19.
En este sentido, Rubiales apuntaba que “las competiciones se tienen que finalizar, a ser posible antes del 30 de junio, aunque esta fecha no tiene que ser un muro infranqueable”, animando a luchar “para que haya justicia y la clasificación refleje lo que ocurra en el campo”.
Es decir, al menos de momento, descarta por completo que la competición finalice en su estado actual, con ascensos o descensos prematuros con once jornadas todavía por disputar en la categoría de plata, con Real Zaragoza y Huesca esperando noticias. “Una Liga de 22 sería una irresponsabilidad, lo justo es que los que se han ganado subir, suban, y los que tienen que descender, desciendan”.
En este sentido, Rubiales también apuntaba que “el retorno a puerta cerrada sería la última opción”, recordando que no pueden hacer “de adivinos” y que están “a las órdenes de la administración”. Concluía incidiendo en la misma idea que quiso reflejar una y otra vez durante su comparecencia: “Nuestro espíritu nos lleva a apostar por terminar todas las Ligas”.
De momento, en el mundo del fútbol de Primera División, clubes como el Valencia o el Espanyol han hecho oficial que cuentan con varios casos en su plantilla y cuerpo técnico afectados por el coronavirus.